å

CRÍTICA

'Los ojos amarillos de los cocodrilos': Cine de fondo

Basada en un best seller, el filme pese a tener su ritmo, no termina de contar una historia lo suficientemente profunda, resultando previsible.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 2 de Mayo 2014 | 10:20

Comparte:

¡Comenta!

Si las historias reales son una de las mayores fuentes de inspiración para el cine, solo hay otra que puede hacer sombra al imaginario del celuloide: los filmes basados en libros. No hay que estrujarse mucho el cerebro para descubrir que una gran parte de la cartelera tiene como base un libro, y en el caso de 'Los ojos amarillos de los cocodrilos', se trata de un Best Seller de la novelista francesa Katherine Pancol, el primero de una trilogía que al parecer ha enganchado a mucha gente en todo el mundo, y tras ver el largometraje, no termino de entender mucho el porqué. Lo más destacable de la historia es que tiene un buen ritmo, e incluso parte de su metraje tiene un cierto interés que lo hace más llevadero, pero le hace un flaco favor unos personajes sacados de quicio, además de caer en una serie de tópicos de actitud que los hacen irreales.

'Los ojos amarillos de los cocodrilos': Cine de fondo

La sinopsis del filme reza: Dos hermanas completamente opuestas: Joséphine, historiadora especializada en el s.XII, separada y enfrentada a las dificultades de la vida, e Iris, arrebatadoramente bella, adinerada y con una vida de mujer florero simple y vacía. Una noche durante una cena con amigos, Iris presume de estar escribiendo una novela. Atrapada en su mentira, pronto deberá recurrir a su hermana Joséphine para que escriba en su lugar a cambio de cubrir las deudas que le ha dejado su marido a la fuga. Lo que ellas no saben es que el éxito del libro cambiará para siempre su relación y transformará radicalmente las vidas de quienes también les rodean. En definitiva, el fuerte del argumento se centra en cómo una de las hermanas se lleva el mérito de otra de ellas, siendo solo una de ellas la que en realidad tiene algo que contar, y la otra en cambio, poco que contar.

El personaje principal y mejor ubicado está interpretado por Julie Depardieu, haciendo un personaje que si bien es reseñable dentro del reparto, no es muy difícil debido al trabajo, en parte menor, de sus compañeros. Una cosa en la que destaca la actriz, y quién sepa fijarse en ello encontrará parte de su encanto, es en su posición corporal al enfocar el personaje, ya que tiene detalles bastante sutiles para hilar a una mujer retraída, insegura y con poca autoestima, y esto lo refleja en su manera de sentarse, de poner las piernas, de su posición de manos y más detalles parecidos. Si bien, se encuentra algo encasillada en este perfil, y cuesta ver una evolución real en su personaje a lo largo del filme, que sí irá dando sus pasos, pero no llega a despegar como es debido, dejando todo a medio gas. Aún así, es bastante resuelta como para que su rol tenga su interés, y no cae mal la señorita Julie.

'Los ojos amarillos de los cocodrilos': Cine de fondo

Que pena de labios los de Emmanuelle Béart, quién hará de hermana de la protagonista y tiene un gran peso en la trama, pero que muestra una fuerte limitación expresiva, cómo si su rol lo hubiera enfocado a poner ojitos cada vez que tuviera un plano cerrado. Su personaje tampoco ha sido escrito para sacarle mucho jugo en la gran pantalla, y si en el libro puede estar más justificado su enorme encasillamiento como metáfora de la superficialidad y la vanidad, en pantalla se crea un rol que no resulta para nada creíble durante la mayor parte del metraje, y acaba degenerando a una serie de extrañas situaciones sin sentido que serán tan poco sutiles y que no terminan de dar un mensaje en claro. El mayor hándicap con el rol de Béart es la escasez de empatía que provoca, sumada a que no logra transmitir como debe, lo que hace que verla en pantalla no vaya a ningún lugar en muchas ocasiones.

En cuanto al resto del reparto del largometraje, solo decir que muchos de ellos seguirán una suerte similar a lo ya expuesto, ya que han sido caricaturizados de manera demasiado evidente, dando lugar desde una hija con un materialismo exagerado a unos personajes masculinos que poco o nada tienen que aportar a la historia. Esta es una de las facetas también menos satisfactorias del largometraje, que ha desaprovechado la oportunidad de hacer algo más interesante con los roles masculinos, ya que por lo general son bastantes vacíos, y donde de la quema se salva algo Quim Gutiérrez, que crea a un personaje con ciertos matices ambiguos que darán algo de juego, pero una vez toda la trama desvele su importancia, hará como el resto de sus compañeros y se dejará caer en las trampas del guión, que no ha dado una personalidad interesante a sus hombres.

'Los ojos amarillos de los cocodrilos': Cine de fondo

Un viaje sin rumbo

El devenir de los acontecimientos de la cinta sí que han encontrado cierto empuje con un ritmo ameno otorgado por la directora Cécile Telerman, que da algo de vida a la historia cuando ocurre algo interesante en pantalla, lo cual está bien llevado, pero que sufre por otra parte al dar demasiada importancia a tramas secundarias del largo que tampoco tenían mucho de donde sacar, lo cual desvía la atención del tema principal, y en cierta manera son un salvavidas para la película, como si la historia principal no diera para tanto y tuviera que tirar de otros argumentos para hacerla más llevadera. Este es uno de los puntos débiles del filme, que da la sensación que todo podría haberse resuelto de una manera mucho más lógica y temprana, pero en cambio se complica de manera poco creíble para dar algún tipo de mensaje, que igual en el libro es palpable, pero en la gran pantalla es algo difuso.

En general, la película se deja ver, pero solo para un público poco exigente que quieran tener un entretenimiento que no exija mucha atención y sea fácil de llevar. De ahí que su ritmo sea en parte una virtud, pero ello no quita que podamos ir al baño sin miedo a perdernos nada relevante, simplemente porque su historia es por lo suficientemente previsible como para saber casi a mitad del largometraje cómo va a acabar todo, ya que muestra claramente un barco que se está hundiendo, y no hay manera de darle la vuelta a ello. A ello le sumamos una evolución de los personajes casi inapreciable, y que cuando algo en torno a sus emociones o situación ha dado un paso, este parece ser una zancada, porque no se siente como algo orgánico el que ahora se comporten así, sino más bien deja la sensación de que era lo que tocaba en el guión, y sin ser natural en el viaje de los personajes, resulta poco creíble.