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CRÍTICA

'Big Bad Wolves': Hablemos de venganza

La cinta israelí expone la revancha hacia un presunto asesino serial desde el tono de la comedia negra, en la que fue una de las cintas preferidas de Tarantino en 2013.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 23 de Mayo 2014 | 15:00

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Desde las tragedias griegas, hasta el teatro romano y pasando por Shakespeare, la venganza ha sido uno de los temas más recurrentes en tanto en teatro como en cine, donde tenemos todo un muestrario de filmes que tocan el tema, y es uno de los conceptos habituales en las subtramas de muchos filmes, quizás porque es junto al amor, una de los sentimientos más intrínsecos del ser humano. Y de venganza trata la proclamada por Quentin Tarantino como "la mejor película del año", 'Big Bad Wolves', y tras verla no es de extrañar ya que toca muchas de las notas que podemos observar en la filmografía del director: violencia, conversaciones mundanas en situaciones de tensión y algún que otro giro de guión.

'Big Bad Wolves': Hablemos de venganza

La historia del largometraje se presenta cuando una serie de brutales asesinatos entrelaza la vida de tres hombres: el padre de la última víctima, sediento de venganza; un detective de policía que opera en los límites de la ley; y un profesor de religión, principal sospechoso de los asesinatos. Con este argumento veremos a tres personajes con personalidades muy marcadas enfrentarse a una historia que les unirá casi por efecto dominó, y que pese a que la historia en si podría ser un drama en toda regla debido a la gravedad de los crímenes, en esta ocasión ha sido tratada como una comedia negra, lo que da un toque más distendido a la historia y quita peso dramático, aunque eso sí, hace que todo sea más oscuro al hacernos reír en ocasiones en las que nadie en su sano juicio lo haría.

Los tres actores principales se muestran muy marcados en sus personalidades, lo cual hace que sea fácil posicionarse con uno o con otro, haciendo que nuestro interés vaya oscilando entre ellos sin darnos un hueco de descanso. Gracias a ello la cinta gana en intriga y apego, ya que es como ver las diferentes caras de un mismo dado, y los detalles que poco a poco va revelando el metraje nos acerca más a sumergirnos en su argumento. Sabiendo de antemano que se trata de una comedia negra, sí que echo en falta un mayor acercamiento dramático al hecho de los asesinatos en si, ya que para uno de los personajes en particular (el padre de la víctima) es un acontecimiento cuanto menos traumático, y es este aspecto el que considero más desaprovechado para el actor, ya que no logra transmitir el auténtico dolor que debe padecer para hacer todo lo que hace en el filme, y claro, todo ello provoca que por momentos uno vea que lo que hace en pantalla lo hace por pura diversión, más que por una verdadera venganza.

'Big Bad Wolves': Hablemos de venganza

La trama se irá poco a poco complicando, lo cual es de agradecer sobre todo porque a partir de la primera mitad, habrá un momento donde la historia se encontrará atascada, demasiado lineal y por momentos sin ideas, lo cual hace obligatorio un giro del guión para volver a darle marcha al metraje. Si bien, no he encontrado todo lo gratificante que esperaba estos cambios, ya que no llegan por sorpresa, sino que anteriormente se habla algo de ellos y eso nos pone en aviso durante el resto de la trama, haciendo que sea previsible que por ejemplo, si un personaje dice que todo se tuerce cuando empieza a llover, pues que más adelante empiece a llover cuando todo se tuerza. Esta anticipación a los hecho hace que el filme sea previsible en algunos de sus fragmentos, pero no será todo así, y ya en la recta final será todo más sutil y sorpresivo, algo de agradecer y que nos salta la pregunta de porqué no empezaron antes a sugerir en lugar de mostrar, porque los directores saben como hacerlo.

El mayor juego que tiene el largometraje es en la interacción entre los personajes y las diferentes conversaciones que tendrán entre ellos, que cuentan con una buena fluidez e ideas muy acertadas, a lo que me refería que logran hablar de temas de mesa en situaciones tan críticas como una tortura, pero que logra el efecto de ver hasta donde puede llegar el ser humano, de hacer de una situación tan dramática una oportunidad para hablar sobre cómo eran las cosas antes o temas entre padres e hijos. Aquí encontramos los mayores puntos cómicos del metraje, provocados sobre todo por este descoloque entre lo que está ocurriendo y de lo que se está hablando, y pese a que muchos de los diálogos tienen chicha e interés, en algunos fragmentos se abusa de la cháchara y deja la acción algo estancada. Aún con ello, es bueno ver cómo se le da valor a la palabra más que enseñar visualmente lo que se cuenta, amén de la escena donde uno de los protagonistas explica el modus operandi del asesino, muy enfermo todo.

'Big Bad Wolves': Hablemos de venganza

Ese oscuro sótano

Estéticamente contará con algunas secuencias muy bien planteadas y diversas, a lo que sumaremos bastantes recursos para hacerlas más amenas, y aunque no toda la cinta sea un especial alarde de medios, sí que en algunas escenas vemos un especial mimo por el detalle, dando lugar a que nos queden grabadas en la memoria por un tiempo. La banda sonora acompaña de manera notable todo el largometraje, y el ritmo global, aunque flaquea durante algunos momentos donde básicamente no ocurre nada reseñable, logra superarse a partir de la última media hora para hacer ágil el desenlace. Aún con todo ello, uno termina la película sin saber muy bien que se ha querido contar con ella, ya que no encontramos una crítica muy directa a ninguno de los temas que propone, y no sabemos si está ganando la justicia, si vale la pena la venganza o si lo que está pasando nos enseña algo.

Uno comprende que para Tarantino sea una gran película visto las similitudes que tiene con su cine, pero se echa de menos un mayor fondo dramático y emocional en su historia, ya que parece que lo que muestra es lo que hay, sin dobles fondos o lecturas, sino que nos encontramos con una simple hoja de papel en lugar de un libro: todo viene de frente y no hay mucho más atrás. Pese a ello, la historia entretiene, los diálogos son ágiles y su recta final es bastante satisfactoria pese a un final algo ambiguo, y sobre todo, es una muestra más de que es posible sacar adelante una producción sin la necesidad de grandes presupuestos o una historia pretenciosa. En esta ocasión, una historia de venganza con un trasfondo dramático pero tocada por la comedia negra, que nos pondrá en situaciones en las que muchos apartaran la mirada, y otras en las que realmente nos importa lo que pasa en pantalla.

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