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CRÍTICA

'La desaparición de Eleanor Rigby': Buscando una identidad

Cuando tu vida da un giro de 180 grados de la noche a la mañana y pierdes el rumbo marcado, ¿cómo volver a encontrarse? Jessica Chastain y James McAvoy están en esa situación. Estreno el 3 de octubre.

Por Ángela del Caz 30 de Septiembre 2014 | 10:40

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Cada persona es un mundo y cada persona afronta los hechos que van pasando a lo largo de la vida de una forma completamente diferente. Eso es lo que ha querido reflejar en la gran pantalla Ned Benson, que funde en una única película dos cintas previas: 'La desaparición de Eleanor Rigby: Él' y 'La desaparición de Eleanor Rigby: Ella'.

La forma en la que vive y siente Ella (Jessica Chastain) y Él (James McAvoy) la tragedia unida en una única película ('La desaparición de Eleanor Rigby', a secas) en la que el espectador empatiza con esas dos personas que están locamente enamoradas y al mismo tiempo a kilómetros de distancia.

La desaparición de Eleanor Rigby

Una sensación que todas las personas han tenido alguna vez en su vida pero que en esta ocasión es mucho más trágica puesto que el matrimonio de Eleanor y Conor iba viento en popa, vivían en una constante luna de miel en su vivienda de Nueva York, hasta que un suceso trágico cambiará el rumbo de sus vidas para siempre; eran dos polos opuestos perfectamente encajados hasta que un fallo acabó con su magnetismo y Eleanor decidió huir.

Ése es el punto de inflexión que destrozará para siempre la vida de Eleanor y Conor, que lucharán cada uno por su lado por reconstruir su vida intentando dejar atrás un pasado muy doloroso y traumático del que no quieren hablar, pero que les tendrá completamente atormentados, principalmente a Ella, que pierde por completo su identidad.

Y es que aunque Benson haya hecho un montaje mostrando la perspectiva de ambos, son los ojos azules de Jessica Chastain los que acaparan la mayor parte del protagonismo. Esos ojos azules que buscaron a Bin Laden en 'La noche más oscura' y que ahora están tristes, perdidos, ausentes, buscando una salida.

Jessica Chastain en La desaparición de Eleanor Rigby

Tal es la intensidad de una mirada perdida de unos segundos que el director se ha ahorrado un puñado de frases en el guion para transmitir los hechos. Aunque como una cosa no quita la otra, en ciertos puntos el ritmo de la trama se vuelve excesivamente pausado a pesar de la gran fuerza interpretativa de Jessica Chastain.

Viola Davis ayuda a Jessica Chastain a buscar su identidad

Por su parte, James McAvoy tampoco se queda atrás y, aunque no transmite tanto como su mujer ficticia -quizá también influye que se puede echar en falta alguna escena más profunda de Él-, el empuje de Jessica Chastain le proporciona un colchón que le hace estar a la altura de las circunstancias.

Jessica Chastain y Viola Davis en 'La desaparición de Eleanor Rigby'

Junto a ellos tampoco se puede desmerecer el trabajo de los secundarios. Viola Davis está impecable como profesora de un curso de búsqueda de identidad al que acude Chastain; Bill Hader como el amigo de McAvoy que no sabe cómo ayudarle; o Isabelle Huppert como madre de Eleanor, una mujer alcohólica pero con mucha sabiduría escondida en esto del (des)amor.

En definitiva, una película (estreno este viernes 3 de octubre) intensa con un ritmo bastante regular -con momentos muy altos y alguno más bajo y pausado, pero sin caer en el aburrimiento- que ofrece al espectador la oportunidad de reflexionar sobre cómo la mente humana es capaz de detenerse en un punto y resulta casi imposible dar un paso al frente y que deja un buen final abierto.