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CRÍTICA

'Perdida': Cara y cruz

David Fincher dirige, con la ayuda de un fantástico guion de Gillian Flynn, la adaptación perfecta de una novela adictiva, con una Rosamund Pike que resulta cautivadora.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 7 de Octubre 2014 | 11:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Antes de comenzar, un aviso para navegantes. 'Perdida' es una de esas películas que es preferible ver con la menor información posible. Los que hayan leído la novela entenderán lo que estoy diciendo. No quiere decir que debas dejar de leer esta crítica desde ya, prometo una opinión sin chafarle a nadie la sorpresa. No quiero que nadie deje de disfrutar de una historia tan fantástica como esta.

Perdida

Cuando cayó en mis manos la novela de Gillian Flynn, no me hice demasiadas ilusiones, ya que el misterio me resultaba últimamente demasiado repetitivo y monótono. Pero 'Perdida' me pilló, vaya si lo hizo. Por fin encontré uno de esos libros que se devoran en días por pura desesperación, por necesitar saber hasta el más mínimo detalle del suceso central y sus personajes. David Fincher debió de quedar tan sorprendido como yo, ya que no solo decidió encargarse de la película, sino que contó con la propia escritora para que confeccionara el guión.

Este cautivador relato está protagonizado por Nick Dunne, un hombre que despierta el día de su quinto aniversario de boda y su esposa, Amy, no está. No le da mayor importancia hasta que ve que en su salón hay indicios de violencia, y decide llamar a la policía. Comienza así la búsqueda de la "Asombrosa Amy", llamada así por la serie de cuentos infantiles que escribieron sus padres a lo largo de su vida. Una investigación que acabará convirtiéndose en todo un circo mediático, y Nick Dunne está en el centro de la pista.

Gracias al hecho de que la propia Gillian Flynn se haya encargado de escribir el guión, la historia no ha perdido el gancho que la hace tan adictiva, recortando donde ella ha querido, y añadiendo donde también ha creído conveniente. Y deja claro que es una madre que sabe como proteger a su hijo. El caso en sí lo hemos visto o leído un montón de veces, pero es la forma que tiene de dibujar a los personajes lo que lo convierte en una delicia de interrogante. Las elecciones de casting no podían ser, además, más acertadas. Comenzando por Ben Affleck, cuya habitual falta de expresividad le convierte en un perfecto Nick Dunne, un hombre que, a pesar de ser el narrador principal, tiene que tenernos desconcertados el mayor tiempo posible. Y Affleck logra que nos preguntemos todo el rato si es realmente tonto o se lo está haciendo.

Mientras vamos haciéndonos cada vez más preguntas por el lado de Nick, Amy nos dará su versión de los momentos previos a su desaparición a través de un diario que ha ido escribiendo desde que conoció a su marido. Rosamund Pike se convierte, a pesar de no tenerlo tan fácil en su posición de desaparecida, en toda una revelación, siendo de calle la mejor interpretación de la película, creando a un personaje que consigue dejar huella, tan cautivador que no podremos mantenernos tampoco al margen en su búsqueda. Además de los Dunne, merece la pena destacar a Neil Patrick Harris y su inquietante papel de exnovio de Amy, y Carrie Coon interpretando a la protectora hermana melliza de Nick.

Si un thriller consigue llamar tanto la atención como lo hace 'Perdida' en papel, quién mejor que un experto como David Fincher en crear atmósferas para trasladarlo a imagen. El ambiente, casi de telefilme, pero rodado con gusto y mucho talento, nos traslada a un suburbio típico en un Estados Unidos aplacado por la crisis. La idea de preservar una clase media alta cuando un centro comercial abandonado sirve como refugio para indigentes es, simplemente, una genialidad, y Fincher sabe cómo retratar lo mejor y lo peor de la sociedad. Un montaje sin demasiadas florituras, acompañado por una fotografía y una banda sonora (obra de Trent Reznor y Atticus Ross) completan la puesta en escena, sin llegar a entorpecer en una película totalmente creada para lucimiento de sus personajes.

Perdida
'Perdida' pretende mostrarnos la cara y la cruz de muchas cosas. Muy importante es el retrato que se hace de los medios de comunicación en situaciones como éstas, cómo son unos necesarios altavoces para conseguir que todo un pueblo se vuelque en la búsqueda de una chica, pero también cómo consiguen convertir un suceso serio en un circo, formando juicios paralelos que entorpecen la labor de la policía y no tienen ningún tipo de piedad con los "daños colaterales". Casi sin querer, lo hace todo en un escenario marcado por una recesión económica, que viene bastante a cuento con lo que estaremos viviendo muchos de nosotros (y que no es precisamente muy alentador). También nos muestra lo difíciles que son las relaciones con nuestros familiares o, más importante, con nuestras parejas, e incide, de forma tremendamente convincente, en la idea de que no conocemos realmente bien a nadie. Es una película que sabe muy bien cómo no dejar a uno indiferente.

Tensión sin tregua

Todo esto lo hace jugando perfectamente bien con la tensión, utilizando muchísimo humor negro, algo que le sienta de maravilla a esta historia, poniendo trazas de thriller erótico y llenándolo de giros y de sorpresas tan gordas e inesperadas que es casi seguro que la mandíbula roce el suelo en unas cuantas ocasiones. Eso consigue que la cinta aguante con un ritmo frenético durante las dos horas y media que dura, que pasan como un suspiro. Fincher y Flynn se han convertido en un tándem muy a tener en cuenta, él sabe sacar lo mejor de las historias de ella, y ella es una musa del mejor lado del cineasta. Muchos han llegado a tachar el final de la película de poco efectivo. Al final, la autora decidió respetar el que escribió en su día en el libro, y me sigue pareciendo una manera arriesgada de acabarlo, de esas que levantan ampollas, y eso no lo veo nada malo. De hecho, el toque bizarro parece hasta lógico después de todo lo que habremos visto.

Todo el que haya leído la novela, encontrará en 'Perdida' la adaptación que siempre deseó para ella, consigue enganchar e impactar tanto como la primera vez. Para el que no la haya leído, que se prepare. David Fincher ha vuelto a parir un thriller diferente, adictivo y sencillamente brutal. Pocas películas conseguirán que salgamos del cine mirando con otros ojos a las personas que tenemos a nuestro alrededor.

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