å

PRECRÍTICA

'Mamma mia!', (simpática) caspa

El musical basado en las canciones de ABBA adelanta suy fecha de estreno para no tener que vérselas con 'El caballero oscuro'.

Por Óscar Martínez 8 de Agosto 2008 | 19:48

Comparte:

Ver comentarios (39)

Dirigida por Phyllida Lloyd y basada en el musical creado por Catherine Johnson a partir de la mítica banda sueca ABBA, 'Mamma mia!' cuenta con la participación de Meryl Streep, Pierce Brosnan, Colin Firth, Stellan Skarsgård, Amanda Seyfried, Christine Baranski, Dominic Cooper, Philip Michael, Julie Walters, Ashley Lilley y Rachel McDowall.

La película narra la historia de Donna, una madre independiente y soltera, dueña de un pequeño hotel en una idílica isla griega, quien está a punto ver cómo su hija Sophie se casa con un joven llamado Sky. Donna ha invitado a sus dos mejores amigas a la boda de su hija, Rosie, una mujer práctica y lógica, y Tanya, rica y multidivorciada. Las dos son ex-miembros de su antigua banda, Donna and the Dynamos. Por su parte, Sophie también ha hecho tres invitaciones muy especiales: decidida a encontrar a su padre biológico, invita a los tres hombres que mantuvieron una relación con su madre 20 años atrás.

Ameno musical nos ofrece Phyllida Lloyd, encabezado por una Meryl Streep que, a cada título que estrena, demuestra con creces que es capaz de adaptarse a cualquier tipo de papel, sea del tipo que sea, lo cual no implica que la elección sea la adecuada.

Sobredosis de nostalgia

'Mamma mia!', todo hay que decirlo, es una comedia supérflua y casposa a más no poder, de entramado simple y happy ending insultantemente fácil, limitándose a hilvanar una historia a través de los más conocidos títulos de la banda sueca: canciones tan populares como Money, Money, Money, Mamma mia!, Dancing Queen, Gimme! Gimme! Gimme!, Super Trouper, Voulez-Vous, The Winner Takes It All, Take a Chance on Me o I Have a Dream resuenan en nuestros tímpanos con mayor o menor fortuna, más o menos forzadas en su repertorio, pero ofreciéndonos siempre un liviano divertimento con fuertes tintes de nostalgia.

Diametralmente opuesta en cuanto a concepción a los grandes musicales de la época dorada, las interpretaciones y coreografías en Mamma mia! son prácticamente inexistentes, en una película que apenas sí contiene diálogos hablados y que engarza los números musicales sin lucimiento alguno por parte de sus actores, los cuales se limitan a hacer acto de presencia dejando aun lado su sentido del ridículo, y donde tan sólo cabría destacar a una omnipresente Meryl Streep, una aplicada Amanda Seyfried y un Pierce Brosnan que suple sus carencias musicales luciendo modelos ibicencos y poniendo cara de anuncio de Martini.

Pero lo cierto es 'Mamma mia!' tampoco precisa de mucho más.

El divertimento que debiera suponer el rodaje se transmite en las interpretaciones, en un constante estado de pueril buenrollismo similar -aunque a eones de distancia qualitativamente hablando- de lo visto también recientemente en esa revisión del 'Hairspray' de John Waters, transcurriendo con una sonrojante liviandad por nuestras retinas.

Mirándolo objetivamente, lo cierto es que 'Mamma mia!' carece de atributo destacable alguno a excepción de la propia banda sonora, por lo que los que desconozcan o, simplemente, no soporten a la banda sueca, mejor que ni se acerquen a la sala, porque poco más van a encontrar.