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CRÍTICA

'Mortdecai': Insulso garabato

Johnny Depp se mete de nuevo en la piel de un excéntrico personaje en esta comedia dirigida por David Koepp. Estreno en cines, el próximo 10 de abril.

Por Adrián Lavado Moreno 9 de Abril 2015 | 11:40

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''Mortdecai', primera adaptación cinematográfica del personaje creado por el británico Kyril Bonfiglioli, venía a reflotar la hundida carrera de uno de los actores más carismáticos y queridos en todo el mundo, Johnny Depp. El actor ha sufrido en los últimos años el desgaste de su interpretación estrella, el amanerado Jack Sparrow de la saga 'Piratas del Caribe', viendo como ni crítica ni público aceptaban con buenos ojos otras propuestas por el estilo repleta de tics, siendo los ejemplos más representativos el Sombrerero Loco de 'Alicia en el País de las Maravillas' o el Toro de 'El llanero solitario', así como trabajos más serios de la talla de 'Transcendence' o 'Los diarios del ron'.

'Mortdecai'

Esta tabla de salvación, concebida en última instancia como vehículo de lucimiento para el actor, viene a demostrar lo que ya se daba por hecho: Depp debe cambiar de representante y pensar que una película no se puede sostener tan solo por su dominio de un marcado registro, independientemente de que todo lo demás sea un sinsentido de gran envergadura. Y es que 'Mortdecai' no es más que un producto sin alma en el que parece se han gastado todo el presupuesto, cercano a los 60 millones de euros, en pagarle un sustancioso cheque al mítico 'Eduardo Manostijeras' y hacerle lucir bien con un colorido vestuario y un ridículo bigote.

La película podría haber sido un divertido entretenimiento, siendo su argumento una curiosa mezcla de cine de atracos y comedia protagonizada por un marchante de arte sibarita y snob al que se le encomienda la misión de dar con el paradero de un cuadro de Goya perdido. Sin embargo, es frustrante que, entre tanta obra de arte y objetos de incalculable valor, la película se parezca más al garabato que en un momento del metraje hace sobre una hoja el Duque de Asherboroughdon.

La acción se sucede a trompicones y sin ningún tipo de interés a través de una trama difusa que, por medio de unas transiciones sacadas del baúl de los recuerdos, acompañará a los personajes por un desganado periplo alrededor del globo. Como si de una burda astracanada se tratara, el guion de 'Mortdecai' busca la risa fácil y sin respiro por medio de unos constantes chistes sin garbo y de un sonrojante tono infantil, basados en el consabido caca, pedo, culo, pis, que llevan a sus anticarismáticos personajes al límite de la mayor vergüenza ajena. Los gags tampoco es que estén muy acertados, haciendo de la saga 'Austin Powers' o las incursiones cinematográficas de 'Mr. Bean' valiosas joyas del humor.

'Mortdecai'

¿A alguien le puede hacer gracia un chiste de bigotes?

El mayor problema de 'Mortdecai' es que juega todas sus cartas a la efectividad de un humor inexistente y absolutamente de brocha gordísima. Por si fuera poco, eso que reza su eslogan de que "la sofisticación tiene un nombre" está muy lejos de ser correcto, más bien "el tedio tiene un nombre", siendo la película completamente aburrida pese a sus anecdóticas y rutinarias escenas de acción.

Volviendo al tema de las interpretaciones, destaca la presencia de Paul Bettany, actor que por ser menos conocido no ha formado parte de la intensa campaña de promoción, pero que a la postre cuenta con el personaje más divertido y sorprendente. Ewan McGregor y Gwyneth Paltrow no parecen tomarse muy en serio sus escenas mientras que Olivia Munn y Jeff Goldblum solamente aparecen por allí para hacer acto de presencia en su concurrido reparto. Para terminar, Johnny Depp cumplirá las expectativas de sus fans más acérrimos, aunque su Mortdecai sea el más olvidables de sus papeles hasta la fecha, que no es decir poco.