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CRÍTICA

'Requisitos para ser una persona normal': Ternura indie

Tras pasar de forma notoria por el Festival de Málaga, Leticia Dolera llega a nuestras salas de cine con su debut en la dirección, 'Requisitos para ser una persona normal'.

Por Daniel Lobato Fraile 5 de Junio 2015 | 09:04

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Leticia Dolera se ha lanzado a la aventura con el que es su primer trabajo como directora y guionista (cortometrajes al margen), apostando por una comedia romántica influenciada claramente por la estética de las propuestas del indie norteamericano del último decenio y sin el apoyo de ninguna gran distribuidora/productora nacional para sacarla adelante. Producida por Paco Plaza, 'Requisitos para ser una persona normal' se enfrenta a su gran desafío después de haber despuntado en Málaga, donde convenció a todos: crítica, jurado y público. Ahora le llega el momento de hacerse valer en una cartelera cada día más imprevisible, que no tiene piedad con nadie.

'Requisitos para ser una persona normal': Ternura indie

En 'Requisitos para ser una persona normal' Leticia interpreta a María de las Montañas, una joven que decide elaborar una lista con las condiciones que, a su buen criterio, debe tener una persona normal y descubre que ella misma no cumple muchos de los puntos. Decidida a ponerle remedio, se alía con un empleado de Ikea (Manuel Burque) y emprende una empresa que le cambiará la vida, o no.

'Requisitos para ser una persona normal' habla sobre quererse a uno mismo, apreciar las pequeñas cosas que nos hacen únicos y a no conformarse con los convencionalismos sociales si ello no es lo que nos hace felices. Al fin y al cabo lo más importante es ser feliz. Bajo esta premisa, la directora confecciona un relato cargado de ternura y nos presenta a unos protagonistas que se escapan de los arquetipos propios del género (al menos de los que estamos acostumbrados a ver en la filmografía patria).

El film aporta un punto de frescura a un género (el de las comedias románticas) que en estos últimos tiempos parece vivir un repunte en nuestro cine. Desde monstruos de la taquilla como 'Ocho apellidos vascos' o 'Perdiendo el norte' a películas de corte más independiente como 'Little Galicia' o 'Sexo fácil, películas tristes', el amor ha conquistado a nuestro cine y los enfoques están siendo de lo más variados.

Leticia Dolera apuesta por un tratamiento formal en el que el montaje y la postproducción han sido cuidadísimos para que nada quede al azar. Está todo muy pensado, desde las diferentes tipografías para el grafismo a los tonos pastel de la fotografía. La película busca en todo momento dejar patente su propia identidad y diferenciarse de posibles films afines. La estética de 'Requisitos para ser una persona normal' tiene ese puntito que la acerca a títulos como '500 días juntos' o 'Juno'. Sin olvidar, claro está, el cine de Wes Anderson. Algo que no percibimos solo en los aspectos visuales de la propuesta, sino en la propia caracterización de los personajes.

Un reparto excelente

Empezando por Leticia Dolera y Manuel Burque, la película está repleta de personajes especiales, únicos y muy diferentes entre sí. En este sentido la selección del cast se revela como uno de los grandes aciertos de la película. La directora ha encontrado el tono adecuado para que todos los caracteres se complementen perfectamente. Así, personajes más caricaturizados como los de Miki Esparbé o Alexandra Jiménez funcionen bajo sus propios códigos, sino que su relación con otros resulte fluida y natural. Quizás uno de los mayores descubrimientos del film sea el de Manuel Burque, quien se enfrenta a su primer papel protagonista, pero con ya experiencia en cine como guionista (firmó el libreto de la versión española de 'Perdona si te llamo amor'). El actor ha mostrado un fuerte compromiso con la historia, hasta el punto de engordar quince kilos para transformarse en su personaje, marcándose como ha comentado él en alguna entrevista todo un "De Niro".

Es cierto que la historia de 'Requisitos para ser una persona normal' no aporta grandes novedades al género, tampoco lo pretende. Leticia Dolera ha concebido un relato sencillo, sobre la amistad y el amor, sobre cómo aprender a ser feliz. Y en los tiempos que corren ¿acaso necesitamos algo más?