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CRÍTICA

'Lejos del mundanal ruido': Hora de elegir pretendiente

Thomas Vintengerg se atreve con la adaptación de una novela histórica con Carey Mulligan como protagonista. El 12 de junio en cines.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 10 de Junio 2015 | 18:00

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Thomas Vinterberg vuelve a la cartelera tras dejar su marca con 'La caza', buscando un enfoque distinto y más amable en este nuevo filme. Sin conocer de leído el libro en el que se basa, 'Lejos del mundanal ruido' se presenta como una película de época donde el peso de la historia recae en su protagonista, Carey Mulligan, y los tres actores que la acompañan en esta historia sobre el descubrimiento del amor, la dependencia de los hombres y a su vez, la búsqueda de la independencia de la mujer en unos años donde no era algo común.

Lejos del mundanal ruido

La historia del filme gira en torno a Bathsheba Everdene, una mujer independiente, hermosa y muy testaruda, que atrae a tres pretendientes completamente diferentes entre sí. Por un lado está Gabriel Olak, un granjero cautivado por su obstinación. Por otro, Frank Troy, un atractivo y paleto sargento. Y por último, está William Bolwood un próspero y maduro soltero. Bathsheba deberá elegir quién se queda con ella para siempre mientras explora la pasión, la naturaleza de las relaciones y el amor con ayuda de la perseverancia y la resistencia.

Parte del encanto del filme se encuentra en su bien lograda ambientación, que nos lleva a una Inglaterra de final del siglo XIX y presenta a unos personajes que encajan en la tipología de personas que vivían en aquellos tiempos. El tratamiento costumbrista de muchas de sus escenas es también una gran ayuda a la hora de meternos en la historia, y muestra a su vez la forma de ver el mundo de sus habitantes, algo bastante didáctico (hasta que cae por momentos en el tedio).

El espíritu transgresor de su protagonista sirve para añadir a la cinta un punto de interés especialmente cercano, pues no dejamos de ver la lucha de la mujer por mejorar sus derechos, y que es algo extrapolable a cualquier época, ya que hay algo en la historia de que este tipo de circunstancias son un eterno retorno en la sociedad. Visto desde la perspectiva del tiempo en el que se enmarca, lo que nos cuenta el personaje de Mulligan es fácil de ser atrayente en gran parte del metraje, aunque no es un fijo en todo el filme, y se perderá parte de este espíritu según continúan los acontecimientos.

Visto a que abre muchas sub tramas debido al tridente de pretendientes que tiene la protagonista, noto que algunas de las historias no están del todo bien desarrolladas, y en algunas ocasiones los hechos ocurren de un modo algo precipitado que hace que me desvincule de la historia que están contando, como si faltaran capítulos del libro. Claro que sin leer la historia original no sé cuando se gana o pierde, pero a modo de lenguaje cinematográfico, algunas situaciones saltan al ojo debido a que llegan algo atolondradas a pantalla.

Dentro de su reparto masculino, quiero destacar el papel de Matthias Schoenaerts. El actor presenta un personaje que si bien por momentos peca de ser demasiado bueno para la constitución del intérprete, también logra ser el que más simpatía proyecta, y son sus incursiones a cámara las más satisfactorias a la hora de encarar la historia, viendo también que su química con Mulligan llega a algo, siendo ameno verles en pantalla.

En materia de guión, me es inevitable no salir de la historia cuando algunos de los personajes se presentan sin apenas justificación en escena, o sus frases son excesivamente opuestas al comportamiento que han llevado a lo largo del filme. Esto se debe a que el seguimiento vital del trío masculino protagonista está descompensado entre ellos, y mientras alguno tiene un bagaje lógico y documentado, otros llegan a situaciones extremas casi de la nada, o con poca información sobre esa faceta en la vida del personaje, lo cual provoca que por momentos estén desubicados.

Lejos del mundanal ruido

Emoción que no emociona

No ayuda tampoco el que en algunas secuencias se llegue a ser demasiado sentimental todo lo que se está mostrando, cayendo más en contentar al espectador con besos en cuatro planos, que en contarnos algo realmente emotivo. Esta sensación es la que más me llevo del filme, ya que veo que sus actores se emocionan, pero no logran emocionar, lo que provoca una sensación extraña al verlo, como si el metraje no logre transmitir que lo que sus actores intentan dar vida.

La mayoría de los escollos que encuentro en el filme vienen de la mano de poner mucho ímpetu en las relaciones de unos personajes que no han sido tratados con el mismo mimo, y con ello ocurre que hay partes más interesantes que otras, algunas incluso cayendo en el tedio. Aún con ello, se trata de un filme que cuenta con una historia bien localizada y por momentos interesante, con un reparto medido del que quizás se podía sacar más, pero que cumple pese a los tirones de guión para dar vida a una historia que conserva parte de su alma.