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CINE Y SIDA

7 maneras de enfrentar el SIDA según las películas

Repasamos siete títulos, de diversos géneros, para descubrir los códigos que el cine maneja a la hora de representar y enfrentar la enfermedad.

Por Diego Pla Portell 27 de Junio 2015 | 11:04

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El SIDA es un tema controvertido, qué duda cabe. Desde su génesis (¿fue un virus que despertó de la naturaleza o fueron los humanos quienes lo crearon con macabras intenciones?) hasta su tratamiento, aún a día de hoy los puntos de vista son muy dispares, sobre todo en la sociedad.

Con la siguiente lista no buscamos resolver ningún interrogante, sino sencillamente trazar un mosaico para mostrar cómo desde el cine se ha abordado la enfermedad. En concreto, repasamos siete películas que tienen el SIDA como eje central (o, al menos, como condicionante muy relevante), para descubrir cómo sus protagonistas enfrentan la infección y el desarrollo del VIH. La mayoría de ellas se sitúa en la década de los 80 y principios de los 90, cuando la propagación y virulencia del virus pusieron de manifiesto que no se trataba de un problema aislado, y tanto la comunidad científica como la sociedad asimilaron que era un asunto que concernía a todos.

1 Con desesperación e inconsciencia adolescentes: 'Kids'

Kids

En 'Kids' (Larry Clark, 1995) asistimos, más que a un enfrentamiento directo con la enfermedad, al retrato de un contexto socio-cultural: un grupo de adolescentes neoyorkinos de clase media-baja. Las circunstancias de los jóvenes (muy dados a las drogas, el alcohol y el sexo) proporcionan el caldo de cultivo idóneo para que el VIH se propague. Así vemos cómo, de manera aparentemente caprichosa y cruel, la enfermedad se ensaña con Jennie (Chloe Sevigny), una de las protagonistas del film. No es casualidad que Jennie sea presentada como el personaje más decente dentro de la trama; pese a ello, es la única infectada (o, mejor dicho, la única que sabe que lo está).

A partir de la revelación de la nefasta noticia, Jennie se lanzará a la búsqueda de su inconsciente verdugo (el único chico con el que se ha acostado). ¿Qué pretende Jennie con esa búsqueda? ¿Consuelo, desahogo, explicaciones? Un genial giro en el tramo final del film sirve como ejemplo perfecto para observar que los movimientos de la enfermedad no son tan azarosos como parecen; las personas, con nuestras decisiones (la mayoría de las veces inconscientes), somos quienes determinamos en última instancia nuestro destino.

2 Evolucionando como persona: 'Dallas Buyers Club'

Dallas Buyers Club

Como la mayoría de películas de esta lista, la trama de 'Dallas Buyers Club' (Jean-Marc Vallée, 2013) arranca y transcurre a finales de los 80 y principios de los 90, periodo durante el cual la comunidad médica asumió que la enfermedad era una epidemia y, como consecuencia, los medios de comunicación la convirtieron en un fenómeno de dominio público.

Este film biográfico cuenta la historia de Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un cowboy de rodeo al que en 1986 le diagnosticaron SIDA. Por entonces, el VIH era considerado una patología exclusiva de la comunidad homosexual, asimismo vinculada cultural y tradicionalmente al ámbito de la drogadicción.

La toma de conciencia (la aceptación y la comprensión) lleva a Woodroof a una transformación de sus propios valores éticos y, en consecuencia, a un crecimiento humano de gran envergadura. Esa ruptura interna de los códigos cultuales impuestos se materializa en el film en su relación con Rayon (Jared Leto), un travesti que asume el rol clásico de ayudante o confidente.

Además, Woodroof no solo hubo de sobreponerse a su prejuicios (era homófobo), sino que se enfrentó al rígido establishment sanitario (y político) norteamericano de la época, cuyo único remedio contra el SIDA era la prescripción de AZT, un dañino fármaco de dudosa efectividad para el tratamiento de la enfermedad (y que debilitaba considerablemente a los pacientes). Consciente de la ineficacia del medicamento y de los intereses económicos en torno al mismo, Woodroof comienza a traficar con medicinas alternativas, sobre todo importándolas clandestinamente desde México. Así es como este héroe contemporáneo creó el llamado "Dallas Buyers Club" (Club de compradores de Dallas), a través del cual se abasteció a sí mismo y a una gran cantidad de infectados que acudían a él desde todos puntos del país. El caso fue llevado a los tribunales y a Woodroof le fue otorgada la razón, aunque su victoria no fue mucho más allá: la sentencia no pudo hacerse efectiva debido a la falta de instrumentos legales (por entonces inexistentes en un caso inédito como aquel).

3 Con amor y una autocaravana: 'El resultado del amor'

El resultado del amor

'El resultado del amor' (Eliseo Subiela, 2007) cuenta la historia de Mabel (Sofía Gala Castiglione) y Martín (Guillermo Pfening), dos seres únicos. Ella, salida de los bajos fondos bonaerenses y habiendo ejercido la prostitución, se entrega a su pasión: ser payasa. Él, de buena familia, casado y con un futuro (aburridamente) asegurado, decide dejarlo todo para vivir con austeridad en una autocaravana. Cuando ambos se encuentran, en plenos y sendos despegues vitales, no tardan en reconocer en el otro a su pareja ideal.

Un día, avanzada la relación, Mabel descubre que está infectada por el VIH. La noticia no hará sino unir más a la pareja, que enfrentará la enfermedad de la manera, a nuestro entender, más infalible: sin dudas, asumiéndola y ajustando sus rutinas a la nueva situación. Y, lo que es más importante, sin dejar de ser ellos mismos, tanto a nivel individual como en la unidad que han forjado. Con el amor y la admiración que se dispensan mutua e intensamente, y siempre con mucho sentido del humor, Mabel y Martín lucharán contra el inoportuno virus.

Eliseo Subiela ('El lado oscuro del corazón', 1992) despliega en esta película su exacerbada sensibilidad para crear una historia casi inverosímil, de tan exquisitos que son sus protagonistas. Sin dejar de lado los toques surrealistas, muy propios del realizador argentino (aunque en este film con mucha menos presencia de lo acostumbrado), Subiela construye otro cuento emotivo, esta vez en torno al SIDA. Sin embargo, el núcleo esencial de esta fábula ligera es el amor incondicional, y el mensaje que subyace está claro: no dudes en perseguir aquello para lo que crees que has nacido, por disparatado que parezca, pues solo así vivirás una vida plena y podrás superar cualquier adversidad.

4 Con egoísmo: 'Las noches salvajes'

Las noches salvajes

Jean, un fotógrafo treintañero y bisexual, es el protagonista de 'Las noches salvajes' (Les nuits fauves, Cyril Collard, 1992). Entregado en cuerpo y alma a un hedonismo sin escrúpulos, Jean (el propio Collard) mantiene constantemente relaciones con hombres y mujeres, alejado de responsabilidades y, en apariencia, de vínculos sentimentales. Incluso tras conocer a Ana (Romane Bohringer), una chica recién salida de la adolescencia de la que parece estar enamorado, Jean continúa buscando encuentros sexuales fugaces con hombres desconocidos. Al mismo tiempo, y sin ocultárselo a Ana, mantiene una relación con Samy (Carlos López), un joven motivado únicamente por la intensidad del presente.

Collard juega con elipsis argumentales, sobre todo al principio del film, para suscitar la intriga en el espectador. ¿Sabe Jean que tiene SIDA? Y, si lo sabe, ¿sigue copulando sin ningún tipo de escrúpulos, pensando solo en sí mismo o sin pensar en nada ni nadie en absoluto? 'Las noches salvajes' está basada en la novela homónima escrita por el propio director e intérprete, por lo que el talante autobiográfico de la historia (voz en off incluida) está muy presente en todo momento.

5 Cantando y bailando: 'Rent'

Rent

'Rent' (Chris Columbus, 2005) fue, antes que película, un musical representado durante doce años en Broadway (la primera función en 1996) y, posteriormente, a lo largo de todo el mundo (dos veces en Barcelona). Trata sobre la vida de un grupo de jóvenes bohemios en un barrio neoyorkino a finales de los 80 y principios de los 90, con el SIDA como fantasma omnipresente y cotidiano.

La adaptación cinematográfica de Chris Colombus cuenta con seis de los intérpretes originales y fue recibida muy positivamente por la crítica. La trama es idéntica a la de representación teatral original, salvo por un par de canciones que Columbus decidió omitir. Básicamente, asistimos a la historia de un grupo de amigos empeñados en abrirse camino en diversas disciplinas artísticas, con la escasez económica que dicha empresa conlleva como problema fundamental. Desde el punto de vista social-burgués, son unos personajes marginales; sin embargo, los protagonistas se sienten orgullosos de ser quiénes son, y reafirman una y otra vez sus principios e ideales bohemios frente al sistema capitalista opresor. Su principal objetivo: lograr sobrevivir con dignidad, siendo fieles a sí mismos. Para ello se sustentan entre sí, ensalzando la amistad, el amor y el libre albedrío como pilares básicos.

'Rent' es un musical rock que mezcla géneros: el drama romántico, la comedia y la tragedia se dan la mano en una emotiva historia de amor y supervivencia. El virus del VIH está presente en todo momento (varios de los protagonistas están infectados), y los estragos provocados por la epidemia son mostrados de manera muy explícita. Sin embargo, los jóvenes, infectados o no, enfrentan la enfermedad como mejor saben: con vitalidad y sentimiento, cantándole a la vida, sin dejar que el SIDA frene su ímpetu ni frustre sus sueños, no al menos mientras les quede aliento.

6 Mediante venganza: 'Red, White & Blue'

Red White & Blue

'Red, White & Blue' (Simon Rumley, 2010) es un thriller de crudeza poco habitual en el cine hollywoodiense, que llega a incurrir en los géneros de terror y gore. Erica (Amanda Fuller) es una chica joven y emocionalmente inestable, que cada vez que tiene ocasión lleva a un hombre a su cama para saciar su sed de sexo. No le importa la edad, el estatus o el aspecto de los sujetos. Nate (Noah Taylor) es un misterioso militar retirado que aparece en la vida de Erica de manera repentina. Conviven en la misma casa, se respetan mutuamente y enseguida nace algo entre ambos.

Por otra parte, está Frankie (Marc Senter), un rockero idealista que cuida a su madre enferma de cáncer (y a la que transfiere sangre regularmente para su tratamiento). Cierta noche, Frankie y dos amigos suyos se acuestan con Erica. El joven idealista no tarda en descubrir que está infectado por el VIH, y que la única culpable es Erica. Mientras tanto, la relación entre la chica y Nate sigue su curso: se establece un fuerte vínculo entre ambos basado en la ternura, en el que el sexo no tiene importancia.

La madre de Frankie, debido a las transfusiones recibidas de su hijo, también está infectada de SIDA. Cuando Frankie se entera decide castigar a Erica. A partir de aquí el film da un giro brutal (literalmente). Esa venganza desencadenará otra posterior, la emprendida por Nate contra Frankie y sus amigos. Se trata del film más duro de la lista, el más fatalista. Destaca la capacidad de su director para conseguir que empaticemos, en un momento u otro, con los tres protagonistas.

7 Mostrando el desarrollo de la enfermedad al detalle: 'Philadelphia'

Philadelphia

'Philadelphia' (Jonathan Demme, 1993) quizá sea, aún a día de hoy, más de veinte años después de su estreno, el film que mejor retrate la evolución de una persona contagiada y que desarrolla la enfermedad. Andrew Beckett (Tom Hanks), un exitoso abogado, es despedido de su trabajo cuando sus jefes se enteran de que está infectado por el VIH y, al mismo tiempo, de que es homosexual (condición que Beckett ocultaba en el entrono laboral para salvaguardar su carrera profesional). Beckett demanda al bufete por el injusto despido (que el bufete asegura, hipócritamente, se debe a una imprudencia en las labores de su ex empleado). A lo largo de la película asistimos a ambos procesos: el judicial y el de la enfermedad que va consumiendo a Andrew.

Podríamos decir que son dos los ejes centrales de la trama: la homofobia imperante en la Norteamérica de la época y el recorrido íntimo que una persona infectada ha de transitar. En efecto, observamos todo el trayecto de Andrew, desde el descubrimiento de su infección hasta su muerte. Es muy interesante ver cómo su entorno se va transformando a medida que la enfermedad evoluciona. En un principio, está clara la división entre detractores y personas que lo apoyan, pero, conforme avanza el film, algunos de los que antes se apartaban de Andrew, tras conocerlo y conocer más sobre la enfermedad, cambian de bando y le brindan su apoyo emocional. Incluso la propia víctima, durante las primeras sesiones de terapia, se resiste a identificarse con el resto de infectados que lo rodean. Sin embargo, el caso más paradigmático de esta transformación es el de Joe Miller (Denzel Washington), el abogado defensor de Beckett durante el juicio. De la mano de Miller, la cinta nos guía por el camino correcto, nos muestra una forma justa de enfrentar la enfermedad.

Significativo también es el hecho de que una compañera de trabajo de Andrew, infectada por el VIH debido a una transfusión, no sea despedida al igual que él. Con este detalle, el autor del guión, Ron Nyswaner, deja claro que Beckett no está siendo juzgado por una incapacidad física, ni siquiera por el potencial miedo de sus jefes al contagio, sino por una cuestión moral: Andrew ha sido despedido no por padecer la enfermedad, sino por la forma en que la contrajo; es decir, por ser homosexual.

Al mismo tiempo, se nos da a conocer algunos detalles pormenorizados (o técnicos) sobre la enfermedad, gracias al exhaustivo y lógico seguimiento que Andrew debe hacer de la misma. Así, y dada la época de su producción (cuando la población en general no sabía mucho sobre el virus), 'Philadelphia' sirvió para informar, sensibilizar y concienciar a la sociedad sobre el SIDA, ayudando a derribar los perniciosos tabúes que sobre los enfermos se cernían (entonces y aún hoy en día).