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CRÍTICA

'Una historia real': El precio de la verdad

Los nominados al Oscar Jonah Hill y James Franco dan una clase de interpretación en un título que no está a la altura de sus protagonistas.

Por Daniel Lobato Fraile 18 de Julio 2015 | 17:09

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Un duelo de titanes. De titanes de la interpretación, se entiende. Esto es lo que nos propone "Una historia real", con Jonah Hill y James Franco como púgiles en liza. Los dos actores muestran sus mejores armas en un ejercicio de reivindicación ante la imagen que mucha gente tiene de ellos. Sobradamente ya han demostrado en alguna ocasión sus aptitudes delante de las cámaras (ambos tienen sendas nominaciones al Oscar y James Franco tienen en su haber un Globo de Oro), pero su querencia hacia la comedia en muchas ocasiones ha supuesto que no se les considere según un estatus que se han ganado a base de trabajo.

Una historia real

Si bien 'Una historia real' no marcará un punto de inflexión en este sentido, sí que sirve para dar una buena muestra de ese trabajo. Siendo una película eminentemente conversacional, son ellos los que llevan el peso absoluto de la misma, sus cara a cara conducen al espectador a lo largo de la historia, presentándole tanto los hechos como a los propios protagonistas.

Subrayado de realidad

El título de 'Una historia real', más allá de su sentido evidente de mostrar un relato "basado en hechos reales", ofrece interesantes lecturas para el espectador. De primeras, lo comentado, hace referencia a la veracidad de los hechos y, al mostrarlo desde el propio título, se ahorra tener que mostrar rótulos que ya condicionen el visionado. Su título es 'Una historia real', pero quien no conozca el caso en que se basa, hasta el final de la cinta puede pensar que es una película más, sin un referente en la realidad. Y esto es porque Michael Finkel (Jonah Hill) escribe un libro que lleva el mismo nombre, con lo que el título adquiere significado en la propia narración.

Por otra parte, además de ese sentido reivindicativo a nivel actoral (el trabajo de los protagonistas es "real"), el concepto "una historia real" evidencia el tema principal de la película: cómo entendemos y vendemos la verdad. Finkel y Longo (James Franco) vienen con su propia historia, una en la que la mentira ha jugado un papel muy importante, llevándoles a su situación actual. Y, a medida que avanza la trama, van configurando nuevas historias que se cuentan el uno al otro de la que se desprende la auténtica realidad sobre sus vivencias y sobre ellos mismos.

Una historia real

Oportunidades perdidas

Rupert Goold, el director y coguionista de la película, ofrece un producto bastante descafeinado, que no hace justicia ni a su reparto ni a los temas que se pueden desprender de su discurso. Y es una pena, pues de partida es un relato con muchísimo potencial. Salvo dos o tres momentos en los que se advierte un interesante trabajo de realización y planificación de las escenas, estas suelen ser bastante simplonas, articuladas en un interminable plano / contraplano del que no se puede extraer prácticamente nada de la labor de dirección. Cualquiera podría hacerlo. Sí, también es la manera más rápida y económica de rodar, como se ve en tantos telefilmes y series de televisión. Pero por una entrada de cine, debería exigírsele un poquito más.

Hay unas cuantas oportunidades perdidas diseminadas a lo largo de la cinta. Algunas en forma de asuntos apuntados pero que no se terminan de rematar como el referido a la ética periodística, tanto en la propia diligencia [comprobación de fuentes, lealtad a la verdad...] como en el mantenimiento de la objetividad cuando hay cierta implicación personal; como en la construcción de algunos personajes, especialmente el de Felicity Jones. La actriz hace las veces de pareja de Michael Finkel y, aunque nadie puede dudar de sus capacidades, su pertinencia en la obra es discutible. Se le supone como apoyo emocional al protagonista, pero apenas comparten plano y espacio (no tanto físico como emocional). Ella sufre en silencio y él está a sus cosas. Su eliminación habría ahorrado unos cuantos minutos y el resultado final no se habría resentido.

'Una historia real' presenta elementos muy interesantes: las actuaciones protagonistas, la exploración sobre lo real y lo veraz..., pero se queda coja en otros. Tiene el potencial pero se queda a medio gas.