å

PRECRÍTICA

'Max Payne', soporífera vendetta

La película de John Moore no funciona ni como thriller ni como título de acción, en una cinta de enervantemente dilatada donde tan sólo su ambientación se nos antoja recatable.

Por Óscar Martínez 15 de Octubre 2008 | 19:26

Comparte:

Ver comentarios (7)

Dirigida por John Moore y protagonizada por Mark Wahlberg, Mila Kunis, Olga Kurylenko , Chris 'Ludacris' Bridges, Beau Bridges, Amaury Nolasco y Chris O'Donnell entre otros, 'Max Payne' es la adaptación del popular videojuego homónimo que se hizo famoso, por encima de todo, por su revolucionaria utilización del llamado Bullet-Time.

La película cuenta la historia de Max Payne, un policía atormentado por la trágica pérdida de su familia obsesionado con encontrar a sus asesinos. Mientras el policía mantiene una batalla constante consigo mismo, un nuevo rastro de misteriosos asesinatos le pondrá nuevamente sobre la pista de aquéllos que destrozaron su vida.

Tú ponle efectos chulos, que ya cuela...

Teniendo en cuenta que la filmografía de John Moore se reduce a títulos como el remake de 'La profecía' o 'El vuelo del Fénix', siendo su producción más defendible 'Tras la línea enemiga', los augurios en torno a la adaptación del videojuego 'Max Payne' no eran precisamente las más halagüeñas. Si a eso le sumamos que el propio actor protagónico, Mark Wahlberg, ya había advertido literalmente en más de una ocasión que nadie se esperara otro 'The dark knight', todos los auspicios auguraban un descalabre, si no comercial, sí cualitativo.

Y vaya si lo ha sido.

Poco menos que decepcionante resulta ser 'Max Payne', película que no funciona ni como thriller ni como título de acción, reduciéndose su interés a la mera faceta visual, en una mescolanza estética de 'Sin City' y 'El cuervo' con no pocas dosis de 'Constantine', influencia omnisciente en su tramo final, y que el propio director se ha apresurado a bautizar como algo así como Neo Negro. Todos aquellos que esperaban un acoso y derribo a mansalva en cámara ultralenta van a salir hondamente decepcionados, pues tan sólo en tres ocasiones (contadas con los dedos de la mano) el espectador podrá disfrutar -por decir algo- de una recauchutada revisión de ese bullet-time que John Woo y, posteriormente, los hermanos Wachowsky, pusieron tan en boga años atrás.

Concebida como una gigantesca elipsis, la película de John Moore elude abiertamente la acción en beneficio del cine negro en clave palomitera, en el que las pesquisas de nuestro protagonista llegan a resultar insultantes para la inteligencia del espectador; y es que, qué queréis que os diga, hay que se mú cazurro para no apreciar de buenas a primeras la iconografía coincidente entre el tatuaje del asesino de tu mujer, el logotipo de la empresa en la que ésta trabajaba, y el también tatuaje de un nuevo homicidio. De este modo, el film noir propiamente dicho tan sólo asoma la cabeza en su faceta estética, con una puesta en escena -todo hay que decirlo- muy elaborada, en una constante búsqueda del contraste monocromático -a un servidor no ha podido dejar de recordarle a 'Renaissance' en todo momento- y repleta de efectos especiales -léase una sempiterna nieve y una suerte de ángeles caídos cuyo origen no desvelaremos aquí- que enfatizan el aura onírica que predomina en el ambiente a través de una fotografía que pretende trasladar al espectador a un mundo que oscila entre lo real y lo sobrenatural.

Por desgracia, y más allá de sus virtudes estéticas, lo que hace de 'Max Payne' una muy mala opción para invertir nuestro dinero en taquilla, es sin duda su faceta argumental e interpretativa, en la que un extremadamente paupérrimo Mark Wahlberg deambula por los decorados con cara de pocos amigos, cruzándose e interactuando con un elenco de secundarios completamente bidimensionales y arquetípicos, exentos de todo atisbo de carisma. Si a eso le sumamos un guión de vendetta que, más allá de su proliferación en el celuloide, resulta tan agónicamente dilatado como insustancial y, en no pocas ocasiones, incongruente, nos encontramos ante una película que no puede dejar de antojársenos apresurada y mal rematada, en la que no se le ha prestado la más mínima atención a un guión que cualquiera de los videojuegos originales supera con creces.

Películas