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PRECRÍTICA

'Corredor de fondo', comedia fácil

La nueva comedia de Simon Pegg resulta algo relamida en térmiunos generales, si bien su visionado es perfectamente soportable.

Por Óscar Martínez 16 de Octubre 2008 | 19:10

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Dirigida por David Schwimmer (Ross de Friends, para los amigos) y protagonizada por Simon Pegg, Thandie Newton, Hank Azaria, Dylan Moran e India de Beaufort entre otros, 'Run Fatboy Run' cuenta la historia de un tipo descuidado y algo olvidadizo, quien abandona a su prometida en el altar tras un ataque de pánico. Cinco años después, con la culpa a la espalda, no deja de pensar que era la mujer de su vida. Ahora, al volver a verla, quiere recuperarla... pero deberá demostrarle que ha cambiado y por ello se propone ganar el primer premio de un maratón en el cual compite su actual pareja, perfecta en todos los aspectos.

Tras protagonizar junto a Nick Frost esas dos joyas del humor absurdo en clave brittish de nombre 'Zombies party' y 'Arma fatal', Simon Pegg da un salto (no sabría decir si para adelante o para atrás) en su carrera apostando por un comedia romántica al uso.

El poder del lado oscuro

'Run fatboy run' es una coproducción entre el Reino Unido y Estados Unidos, y eso, para bien o para mal, se nota en demasía: con un inicio típicamente inglés, en el que se alternan los gags zafios con esa sutil dialéctica inglesa impregnada por igual de sarcasmo y mala leche, el primer largometraje de David Schwimmer para la gran pantalla toma lo mejor de la comedia británica y lo peor de la americana, en una película carente de originalidad pese a su curiosa propuesta.

Run Fatboy run, como decía, avanza con un ritmo pausado y una historia más o menos atractiva, donde Simon Pegg se sirve de una innata comicidad para sacar provecho de cualquier situación, acompañado de esos contrapuntos interpretados por Hank Azaria y Dylan Moran que logran dosificar las inevitables escenas románticas y paternofiliales. Como decíamos, 'Run fatboy run' avanza a buen ritmo, ofreciéndonos gags más graciosos que risibles, y dejando entrever un posbile atisbo de originalidad en su desenlace, que por desgracia va desapareciendo a medida que la propuesta se va volviendo cada vez más tópica.

Así pues, 'Run fatboy run' se desarrolla claramente de más o menos, desinflándose a cada paso que da en su éxodo del humor brittish a la comedia romántica más comercial, salvándonse de la quema tanto por la afinidad latente en su protagonista como por los puntuales aciertos de sus bises cómicas, que encubren cada vez con menor eficacia una historia de superación, de madurez y, cómo no, de amor y amistad, que podría haber adquirido un cariz mucho más novedoso y atractivo si sus responsables hubieran osado arrriesgarse mínimamente.

Entretenida, y a ratos entrañable, pero nada más.