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PRECRÍTICA

'El gurú del buen rollo', mal rollo

Mike Myers continúa su particular caída libre en el mundo de la comedia, acompañado por una anodina Jessica Alba y un Ben Kingsley de vergüenza ajena.

Por Óscar Martínez 24 de Octubre 2008 | 16:21

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Dirigida por el debutante Marco Schnabel, asistente de cámara de las dos últimas entregas de 'Austin Powers', y protagonizada por Mike Myers, Jessica Alba, Justin Timberlake, Ben Kingsley, Meagan Good, Jessica Simpson, Romany Malco, Verne Troyer, Omid Djalili y Telma Hopkins, 'El gurú del buen rollo' llega hoy a nuestras pantallas.

La película cuenta la historia de Pitka, un americano que de pequeño fue abandonado en un ashram en la India. Tras crecer alrededor de gurús, Pitka se muda a Estados Unidos para hacerse rico como especialista en terapia de pareja. Cuando la mujer de un jugador de hockey le engaña con un rival, la propietaria del equipo contrata a Pitka para que el problema se solucione, y el equipo pueda ganar por primera vez la final tras muchos años de sequía.

Houston, tenemos un problema

La popularidad en el mundo del cine en general y en el de la comedia en particular es realmente voluble: actores como Eddie Murphy o Steve Martin vivieron su momento de gloria en la década de los ochenta, anclándose en un estereotipo humorístico que, por desgracia, con el paso del tiempo quedó obsoleto, sumiéndolos en un círculo vicioso del que es muy difícil salir si uno no evoluciona a tiempo; actores como Jim Carrey o Bill Murray lograron hacerlo, y probablemente la nueva hornada de cómicos norteamericanos capitaneada por Ben Stiller, Will Ferrell, Steve Carell, Adam Sandler o Jack Black deberán dar este mismo paso, si es que no lo han dado ya.

Mike Myers, por desgracia, es una buena muestra del primer ejemplo: dándose a conocer, como suele ser habitual en Estados Unidos, en el programa Saturday Night Live, el actor canadiense resaltó más allá del panorama televisivo con 'Wayne's world', si bien su personaje más popular entre el público ha sido, sin duda alguna, el agente secreto británico 'Austin Powers'.

Lo cierto es que poco más podemos rescatar de su carrera aparte de dar la voz al ogro 'Shrek', y 'El gurú del buen rollo' es un claro ejemplo de ello: con un humor trasnochado y dicícilmente gracioso en los tiempos que corren, la nueva película de Mike Myers se obceca en centrarse en el mero esperpento visual y en los gags con burdas connotaciones sexuales, algo muy similar a lo visto recientemente en 'Zohan: licencia para peinar'.

Por contra, 'El gurú del buen rollo' contiene cierto aire añejo que difícilmente cuaje en el espectador, tratando de retornar al absurdo de Aterriza como puedas y similares y poblándolo de cuantiosos números musicales de colorista factura Bollywoodiense; del mismo modo, casi la totalidad del film se centra en el cargante personaje al que da vida Michael Myers, dejando un leve margen a secundarios como el canadiense interpretado por Justin Timberlake o el entrenador al que da vida Verne 'Mini Yo' Troyer.

Con ello, nos encontramos ante un producto excesivo que trata de provocar la risa a través del mero acoso y derribo y jugando con el -erróneamente- presupuesto beneplácito del público hacia su actor protagonista, quien se limita a contagiar su humor a través del abuso de la gesticulación olvidando cualquier atisbo de inteligencia en el camino, a excepción quizá de puntuales juegos de palabras.

Así pues, 'El gurú del buen rollo' transcurre con tanta rapidez como indiferencia, visionándose de un modo monótono y otorgándonos puntuales gags puntualmente acertados, si bien la calidad media de la cinta apenas atisba el aprobado, llegando a sus cotas más bajas tanto con la censurable aparición de un degradado Ben Kingsley simplemente lamentable, como de una Jessica Alba cuya interpretación vuelve a sembrar la duda sobre si por sus venas corre sangre o líquido anticoagulante.

Lo único rescatable, sin duda alguna, la versión del More Than words de Extreme que Pitka y su ayudante realizan, imitando travellings y gestos del videoclip original.