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CRÍTICA

'American Ultra': Noche de locura

Nima Nourizadeh se alía con Max Landis para traernos una alocada comedia de acción protagonizada por unos inspirados Kristen Stewart y Jesse Eisenberg.

Por Daniel Lobato Fraile 9 de Septiembre 2015 | 18:26

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El director iraní Nima Nourizadeh sorprendió a propios y extraños con 'Project X', sobre tres amigos que montan una fiesta para hacerse un nombre en el instituto y acaban metidos en una espiral de caos destrucción a lo largo de una noche interminable. Tres años después el realizador repite la fórmula en 'American Ultra'.

American Ultra

A partir de un guion de Max Landis (autor de 'Chronicle', la obra que llevó a Josh Trank a 'Cuatro Fantásticos') Nima nos ofrece otra comedia gamberra (esta vez cargada de enormes dosis de acción), de una estética muy videoclipera y que transcurre en una noche de auténtica locura.

Nourizadeh y Landis nos proponen un viaje de lo más peculiar y nos meten en la piel de un tipo corriente que trabaja en un 24h y pasa sus ratos libres relajando la mente junto a su novia a base de maría. Una vida sencilla y rutinaria que se quiebra cuando la CIA decide que supone un peligro y hay que acabar con él. Un hecho anecdótico es el responsable de una aventura en la que nuestro protagonista terminará dando un vuelco de 180 grados a su vida a base de golpes. Literalmente.

Entre indies anda el juego

'American Ultra' arranca como una comedia romántica al uso pero, como sucediera en 'Scott Pilgrim contra el mundo', los acontecimientos convierten el romance en una durísima carrera de obstáculos. Esta confluencia de géneros suele dar títulos cuanto menos, entretenidos (véase 'Esto es la guerra') y en algunos agraciados casos, verdaderas joyas del género como 'Mentiras arriesgadas'. Sin entrar en comparaciones, la de 'American Ultra' resulta una mezcla satisfactoria, aderezada además por su estética indie, lo que le da un matiz muy atractivo.

American Ultra

No hay que olvidar que la película ha costado unos 28 millones de dólares, minucias para las cantidades entre las que se suele mover Hollywood. Presumiblemente una parte importante del presupuesto ha sido destinada al sueldo de sus protagonistas principales, Jesse Eisenberg y Kristen Stewart, ya que el grueso del film transcurre de noche y en espacios cerrados, lo que reduce considerablemente los costes.

Un romance accidentado

La química entre los protagonistas es evidente, con una Kirsten Stewart que sigue configurándose una filmografía de lo más interesante, en la que caben superproducciones como 'Blancanieves y la leyenda del cazador' o cintas más pequeñas que le granjean una excelente reputación (caso de 'Viaje a Sils Maria', con la que se convirtió en la primera actriz norteamericana en alzarse con un César de la Academia francesa). E incluso gamberradas como esta, en las que su partenaire, Jesse Eisenberg, es un experto.

La clave para entender el tono en el que se mueve la película y crearse unas expectativas más o menos fiables está en la figura del que será Lex Luthor para Zack Snyder. Su personaje en 'American Ultra' (tanto su configuración inicial como el desarrollo que va siguiendo a lo largo de la trama, "despertando" su lado heroico) guarda muchas similitudes con los de 'Bienvenidos a Zombieland' o '30 minutos o menos' (las dos películas en colaboración con Ruben Fleischer).

Si relativizamos el hecho de que Eisenberg en el fondo no se aleje mucho de su zona de confort y cree un personaje que ya le es bastante común, resulta muy interesante verle metido de lleno en varias secuencias de acción, en contraste con su lánguida apariencia. Juntos, Stewart y Eisenberg forman una pareja bien avenida, que brilla especialmente en las escenas de tinte más romántico, pero que por separado tampoco se quedan cortos, la primera dejando aflorar el fuerte carácter de su personaje, y el segundo por verle, como acabamos de comentar, en un contexto físico que no le es habitual.

Y no podemos olvidar a John Leguizamo. El actor colombiano, en un pequeñito papel, se marca una actuación desaforada, muy divertida y que le ha permitido jugar mucho.