å

CRÍTICA

'Ma ma': Creer en la vida

La nueva película de Julio Medem, protagonizada por Penélopez Cruz y Luis Tosar, se estrena el 11 de septiembre en las salas de cine españolas.

Por Héctor Alabadí Toledo 11 de Septiembre 2015 | 18:07

Comparte:

¡Comenta!

Tras años de espera, la carrera cinematográfica de Julio Medem y Penelope Cruz ha terminado cruzándose. El director tuvo que ver como la oscarizada actriz rechazaba tres veces trabajar con él, hasta que el personaje de Magda unió sus caminos. Después de adentrase en las relaciones sexuales y sentimentales con 'Lucía y el sexo' o 'Habitación en Roma', el guipuzcoano nos presenta 'Ma ma', una dramática historia que esconde un grito de reivindicación a la vida.

El largometraje se enfrenta a nuestra realidad social más inmediata, un drama tan duro como cotidiano. Magda, el personaje protagonista encarnado por Cruz, tiene que plantar cara a un cáncer de mama. La enfermedad aparece justo cuando su marido acaba de abandonarla para fugarse con una de sus alumnas. Mientras que Arturo (Luis Tosar), un ojeador de jugadores de futbol al que acaba de conocer, pierde a su familia en un trágico accidente. Pero, ella afrontará el drama con una vitalidad y entereza envidiable, poniendo su mejor cara a la grave situación.

 'Ma ma'

'Ma ma' cuenta con el habitual mundo poético del director, mezclado con una historia mucho más terrenal que en anteriores películas. El característico estilo de Medem está presente en el film con referencias y guiños, algunos conscientes y otros no, a sus anteriores proyectos. La propia Magda saca la cabeza por la ventanilla del coche y comenta: "¡Qué bien huele a mar! No hay nada mejor". Se trata de un autohomenaje en el que repite exactamente la misma frase que Mari (Silke) decía en el final de 'Tierra'. También encontramos referencias a 'Los amantes del círculo polar', tanto en el inicio como en el desenlace del film. 'Ma ma' es Medem en estado puro.

Baile al futuro

El particular estilo del director no está presente únicamente en el tono del largometraje, Medem apuesta por un montaje arriesgado, creativo y diferente. La simplicidad de una historia cotidiana, lamentablemente cercana a todos nosotros, se embellece gracias a la riqueza visual que aporta la edición del film. "Baile al futuro" es el nombre que el propio director ha utilizado para bautizar su hallazgo. Aunque surgió casualmente, mientras realizaba pruebas de montaje, ha logrado mostrar una inquietud a través de la percepción del tiempo. A pesar de ser una historia narrada de forma lineal, el director realiza pequeños saltos hacia el futuro, incluso hasta a tres momentos del futuro, para hacer que todo fluya.

 'Ma ma'

Pero, no solo realiza bailes temporales, también mezcla la realidad más dura y austera con el universo onírico de Magda, con sus deseos más fehacientes. Incluso, se atreve a narrar algunas secuencias desde un punto de vista realmente desconcertante: el corazón de su protagonista. 'Ma ma' nos muestra una conmovedora secuencia sexual narrada visualmente desde el interior de Magda, a través de los intensos latidos de su corazón. Sin duda, el hallazgo del montaje, junto a ciertas decisiones visuales, han aportado consistencia a una cinta que, sin Penélope Cruz, hubiese pasado totalmente inadvertida.

El drama más extremo

Para narrar la historia de Magda, el director y guionista se ha recreado en un drama totalmente extremo. Tanto Magda como Arturo son dos personajes unidos por el drama, ambos han perdido cosas. Medem se empeña en presentar dos historias con estructuras geométricas y constantes conexiones que nos muestran sus trágicas y abundantes desdichas personales.

Eso sí, se trata de un drama que ofrece cierta tregua al espectador. La cercanía con la que vivimos este tipo de historias nos pide restarle un poco de dramatismo lacrimógeno a la situación, un pequeño respiro para el público. Por ello, Medem y Cruz han construido un personaje que consigue sacarnos una sonrisa, hasta alguna pequeña carcajada, con algunos de sus imprevisibles comentarios. Magda se enfrenta con optimismo y vitalidad, aferrándose a la vida, porque ella no cree en Dios, ella cree en la vida.

Penélope Cruz

Parece que cuesta admitirlo, pero la fuerza y el carisma de Penélopez Cruz consiguen levantar un largometraje que tendría un futuro bastante más difuso sin su presencia y cuyo resultado hubiese sido más inverosímil de lo que son ciertas partes. La madrileña ha demostrado por méritos propios que es capaz de meterse en la piel de complejos personajes que llevan el peso de la historia, como pudimos apreciar en 'Volver' de Pedro Almodóvar. La camaleónica actriz logra convencer y enamorarnos con cada una de sus apariciones. El propio director ha admitido que Cruz es un poco coautora del guion, ya que junto a él ha conseguido construir un personaje que transmite con una sola mirada o palabra.

 'Ma ma'

Aunque Magda nos ofrece un personaje atractivo y con matices, no se puede decir lo mismo del resto de roles. El personaje de Tosar resulta demasiado normal y superficial, algo ortopédico en algunos de sus diálogos. Tampoco ayuda demasiado el ginecólogo artista encarnado por Asier Etxeandia. Medem decidió que el médico del personaje protagonista podría ser cantante al ver al polifacético actor en el musical 'El Intérprete'. Resulta realmente extraño y perturbador ver Etxeandia interpretando "Morena mía" de Miguel Bosé mientras realiza un chequeo a Magda o cuanto está apunto de operarla. Las aptitudes como cantante del actor son innegables, pero el mix resulta inverosímil. Evidentemente, puede existir un médico aficionado a la música, pero muchas veces lo posible carece de verosimilitud.

'Ma ma' no nos regala grandes personajes, tampoco una crónica realista sobre el cáncer de mama. Pero, la fuerza de Penélope Cruz, unida a la atractiva apuesta visual de Julio Medem, es suficiente para que el camino recorrido junto a Magda nos haga salir del cine con optimismo y ganas de vivir.

Películas