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ENTREVISTA ECARTELERA

Lola Le Lann, de 'Una semana en Córcega': "Mi madre no quería que hiciera teatro"

La jovencísima Lola Le Lann debuta en el cine con 'Una semana en Córcega', bien escudada por Vincent Cassel y François Cluzet. Hablamos con ella sobre la película.

Por Daniel Lobato Fraile 17 de Septiembre 2015 | 19:01

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Siendo hija de artistas, su padre es trompetista y su madre, Valérie Stroh, lleva más de 40 años actuando delante de las cámaras, que Lola Le Lann se convirtiera en actriz parecía lo más normal del mundo. Pero nada más lejos de la realidad. "Muchas personas dicen eso, que era una obligación que yo hiciera cine, pero realmente ha sido una casualidad y una suerte, porque fui al casting (de la película) mientras que mi madre no quería que hiciera teatro".

Lola Le Lann, de 'Una semana en Córcega':

Una casualidad que ha venido como caída del cielo, ya que la joven debutante ha entrado por la puerta grande del cine francés, protagonizado uno de los filmes de la temporada estival en el país vecino y estando escudada nada menos que por Vincent Cassel y François Cluzet, dos monstruos de la actuación. Con este último, además, comparte algo más que planos en pantalla. "Lo genial es que desde desde esta película he encontrado un agente extraordinario, el mismo de Cluzet". La intérprete valora sobre todo la proyección internacional que le ofrece su agente, "me interesa mucho" y lo serio que es. "Me está proponiendo castings todo el tiempo, pero es muy exigente en cuanto a que no quiere que se me catalogue por el papel que he hecho, así que rechaza muchos guiones y algunos ni siquiera me los propone y no estoy al tanto de ello. A veces es un poco frustrante, pero yo confío mucho en él porque haciendo cosas variadas como se puede uno llegar a ser conocido en este mundo".

Volviendo al principio, Le Lann confiesa que "nunca he hecho teatro porque ella (su madre) tenía mucho miedo de que me atase, me aferrase a este oficio, que puede ser muy duro". Así que se presentó sin que ella lo supiera. Hasta entonces solo había hecho "castings para publicidad, para tener un poco de dinero". Este le interesó porque "estaba abierto a todo el mundo, buscaban a alguien joven y bonita, porque se rodaba en un lugar silvestre y también porque el texto me interesó". La actriz dice que lo veía "como un reto personal, un poco ver lo prohibido. También hago música, toco el piano desde que tengo once años, pero no había hecho nada relacionado con la actuación".

Unas semanas en Córcega

La película está basada en otra titulada 'Un moment d'égarement', de Claude Berri. Con un referente tan claro, ¿lo habrían usado para preparar esta nueva versión? "Jean-François (Richet) nos propuso ver la película original, pero tenía un poco de miedo de que la copiáramos". Así, con las opciones abiertas, mientras que "Alice (Isaaz) no la vio, a mí me tentaba verla. A veces, trabajando en escenas, no sabía de qué se trataba, y quería conocer la historia, por lo que me vi la película. Pero no me perturbó en absoluto. De hecho la olvidé bastante rápido". La actriz añade al respecto que "para mí son dos películas muy diferentes, son de épocas muy distintas", motivo por el cual no se ha "inspirado en esa película".

Lola Le Lann, de 'Una semana en Córcega':

En relación al trabajo con el director y el proceso de trabajo, Le Lann nos define lo arduo del trabajo previo, especialmente durante la selección del cásting. "Durante las pruebas, que duraron dos meses, me hacían trabajar casi todas las semanas para estar seguros de si realmente podría hacer ese papel. Al final era un poco angustioso, porque había que mostrar una progresión en cada casting. Ahí sí sentí una dirección muy precisa para poder entrar en el personaje de Louna".

Llegados al set de rodaje, la espectacular estampa que nos brindan las costas de Córcega, el ambiente era más abierto. "Richet me dejó totalmente libre para que hiciera lo que quisiera, era lo que a él le interesaba". La explicación a este cambio es sencilla, como bien comenta ella: "Una vez que estaba seguro de que yo podía interpretar el papel, lo que quería es que le hiciera propuestas". Y aunque reconoce haberse sentido en desventaja respecto a sus compañeros debido a que "tenían mucha experiencia", afirma que pudo "progresar tanto gracias a esta técnica". Debía lanzarse, confiando mucho en sí misma y si funcionaba le "daba mucha seguridad". En resumen, los halagos que está recibiendo por parte de la crítica son fruto de un intensivo trabajo.

Uno de los aspectos a tener en cuenta de la película es el referente a los roles de los personajes y su diferencia de edad. Es muy habitual ver a hombres maduros con chicas jóvenes, pero no tanto a mujeres mayores con chicos, y cuando se suele hacer, se tiende a ver mal a las féminas, culpabilizando su comportamiento, mientras que a los maduros se les dan un toque más ligero. Cuestionada al respecto, Le Lann cree que "el director ha podido temer un poco que se le acuse de sexismo porque las chicas sean más jóvenes, es por eso que ha querido reírse un poco con un punto de vista burlón en cuando a que los hombres son los personajes más ridículos". Añade que "insistió mucho en que fueran los padres los que se ridiculizaban". Medita y tiende a dar la razón al argumento expuesto al afirmar que "si hubiera sido al revés, si las dos mujeres hubieran sido mayores y los chicos más jóvenes, quizás hubiera tenido una forma más dramática" y apostilla que "me hubiera gustado ver la película de esa manera, para ver cómo es".

Futuro prometedor

Le Lann se muestra entusiasmada con su futuro más inmediato gracias al éxito de 'Una semana en Córcega' y las indicaciones de su agente. "Tengo proyectos que son completamente distintos y muy interesantes. Uno para después de vacaciones en Taipei, con chinos, en inglés. Es una película dura. O una adaptación con jóvenes que se encuentran solos y yo haría un papel casi de marimacho, totalmente distinto a lo que he hecho ahora, una chica que en un momento dado mata, conduce Ferraris, anda por ahí...".

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