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CRÍTICA

'Lejos de los hombres': Un western moral y reflexivo

La nueva película del director francés David Oelhoffen narra la extreña y peculiar relación entre dos hombres opuestos unidos por el destino.

Por Héctor Alabadí Toledo 2 de Octubre 2015 | 11:03

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La belleza del desierto fundida con la extraña, pero entrañable, pareja protagonista son la esencia de 'Lejos de los hombre', la nueva película de David Oelhoffen. Tras siete años del estreno de su primer largometraje, 'Reencuentro', regresa con esta historia basada en 'El Huésped', un relato de Albert Camus que sirve como punto de partida para construir la relación entre dos personajes unidos ante la adversidad.

El director recupera algunos de los elementos más característicos de los viejos westerns de Hollywood pero cambiando los roles, tanto de los personajes como el escenario, añadiendo un mensaje humanista. El oeste americano es sustituido por los paisajes de Argelia, siendo remplazados los indios por los árabes y los vaqueros por los colonos franceses.

 'Lejos de los hombres'

'Loin des hommes', título original de esta cinta francesa, está ambientada en la Argelia de 1954. Como otros países, era una colonia de dominio francés, donde estalló una guerra de independencia. Daru (Viggo Mortensen) es un profesor de francés, hijo de andaluces, que debe llevar a Mohamed (Reda Kateb), un argelino acusado de asesinato, a la ciudad más próxima para que sea juzgado. Una tarea realmente compleja, ya que deberá sortear un país repleto de enfrentamientos y deberá evitar a los primeros de su recluso que pretenden matarlo por venganza.

El largometraje supone un viaje en todos los sentidos, tanto físico como interior. La aridez de los paisajes que les rodean coincide con la aridez de unos personaje que, poco a poco, van conociéndose. Ambos se van quitando prendas, mostrando sus estigmas, mientras se protegen el uno al otro. La historia nos presenta la confrontación de dos culturas muy diferentes, con dos modalidades y dos hombres opuestos pero que comparten un mismo sufrimiento.

 'Lejos de los hombres'

Eso sí, el director prefiere mantenerse alejado, siendo un espectador más. No hay intención de profundizar excesivamente en los sentimientos, tampoco en su drama, no desea cruzar la línea de la lágrima fácil. Tal vez, esa frialdad con la que son retratados hace que a pesar de ser una producción digna, no sea excelente. Todo ello acentuado por los excesivos tiempos muertos que Oelhoffen ha querido utilizar, dejando su sello como autor e incitando a la reflexión del espectador con este alegato filosófico e histórico que profundiza en las relaciones humanas.

Viggo, el políglota

El talento interpretativo de sus actores es incuestionable. Mortensen puede con todo y se atreve con un guion con diálogos en francés, árabe y, hasta, español. Aunque, aún sigue sonando extraño su acento cuando habla nuestro idioma, resultando incluso desconcertante al compartir secuencia con Ángela Molina. Pero, su labor es excelente y crea una extraña química con Kateb, que también demuestra su solvencia interpretativa con un entrañable personaje. Cabe destacar que los diálogos escasean, relegando toda la carga actoral en sus rostros y su expresión corporal.

No hay campo que no esté tratado con exquisito gusto, desde la dirección de fotografía hasta su hermosa banda sonora. Ningún apartado suspende, pero su conjunto no luce como debiese, desluciendo el resultado. No estamos ante una película sobresaliente, pero cuenta con un más que correcto resultado. 'Lejos de los hombres' se estrena el 2 de octubre en las salas de cine españolas.

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