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CRÍTICA SEGUNDA TEMPORADA

El gélido humor negro de 'Fargo' ha vuelto

Aunque su audiencia en Estados Unidos ha bajado respecto a su anterior entrega, demos la bienvenida al frío invierno de Minnessota una vez más. Las segundas partes también pueden ser buenas (no como en 'True Detective').

Por María del Mar Grandío Pérez 14 de Octubre 2015 | 18:25

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'Fargo' acaba de estrenar su segunda temporada en nuestras pantallas (por C+ Series Xtra en España). Aunque su audiencia en Estados Unidos ha bajado respecto a su anterior entrega, demos la bienvenida al frío invierno de Minnessota una vez más. Las segundas partes también pueden ser buenas (no como en 'True Detective'). Sobre todo si se llaman 'Fargo' y están detrás unos hermanos llamados Coen. Esta segunda temporada nos permite adentrarnos en su particular universo de manera más profunda. Así que pasen y vean.

Fargo

Esos hechos de mentira que pasaron de verdad

Volvamos un poco a los orígenes. Los hermanos Joel y Ethan Coen produjeron, escribieron y dirigieron en 1996 esa pequeña joya que es 'Fargo', la película que se alzó con el premio Oscar a mejor guión original por una historia de crímenes imprevistos torpemente ejecutados. Y llenó nuestro imaginario de nieve teñida de sangre. Tuvieron que pasar casi 20 años para que 'Fargo' pasara a la televisión en forma de ficción seriada.

La condición que pusieron los famosos hermanos, que son productores ejecutivos en la serie, fue que no se repitieran ni los hechos ni los personajes que aparecían en la película. Esos hechos de mentira que nos dicen que "pasaron de verdad". Recordemos que la película se abría con un rótulo a modo de chiste en el que decía que su particular carnicería era una historia verdadera, en la que los nombres habían sido cambiados a petición de los sobrevivientes, pero que todo los demás se mantenía por respeto a los muertos.

La primera temporada de la serie fue una historia totalmente independiente, con algún guiño a la vieja película como el chiste de la apertura, que se alzó con el Emmy a mejor miniserie el año pasado, entre otros premios destacados como mejor guión. Un caballo ganador desde el principio. Una joya seriéfila gracias a la gentileza de los Coen.

La segunda entrega fiel a su esencia

Aunque de alguna manera esta segunda temporada se plantea como una precuela, cualquier espectador puede ver esta temporada sin tener ningún conocimiento de las películas y la temporada anterior. Será incluso mejor ya que se adentrará en ese universo por primera vez. La serie es una buena excusa para hacerlo.

A PARTIR DE AQUÍ ALGÚN SPOILER

"Eres el personaje de una historieta"

La historia coral, como es su estilo, ha presentado a muchos personajes en este primer capítulo de la segunda temporada, aunque a cinco se los ha cargado ya. Las muertes son el peaje necesario para plantear la trama. Habrá muchas más. Volvemos a ver a maleantes de poca monta cometer crímenes desordenados que se van entremezclando. Son, como se dice en un diálogo al inicio del capítulo, personajes en una historieta, esta vez en torno a una banda familiar en el negocio de las drogas, mezclada con gente corriente un tanto patética que se busca la perdición. El capítulo plantea unos crímenes imprevistos que les sumergen en una pausada espiral de violencia que irá a más y en el que se van sumando personajes de la vida cotidiana. Entre tanto hombre, otra vez destaca una mujer, pero esta vez no como policía. Hablamos de Peggy (Kirsten Dunst), la mujer detrás del atropello y detonante que arrastrará a su marido (Jesse Plemons) hasta ya veremos dónde.

Este primer capítulo mantiene la esencia de lo mejor de los Coen: la cuidada fotografía, el ritmo narrativo pausado en el que de repente se desata la locura, los diálogos costumbristas, los personajes patéticos... y un largo etcétera. Así que sin duda seguiremos en Fargo esta temporada. Bien abrigados.

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