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CRÍTICA

'I Am Your Father': Cuando manda el fan

Toni Bestard y Marcos Cabotá nos dan a conocer uno de los episodios más oscuros y polémicos de la saga de 'Star Wars'.

Por Daniel Lobato Fraile 20 de Noviembre 2015 | 18:47

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La fiebre por 'Star Wars' ha contagiado a todo el mundo y el hype en torno a la nueva entrega dirigida por J.J. Abrams se ha disparado. Hasta el punto de que paseando por las calles de Madrid podemos ver cabezas gigantes ataviadas con algunos de los cascos más icónicos de la saga. En este estado de excitación previo al estreno de 'Star Wars: Episodio VII - El despertar de la fuerza', los españoles Marcos Cabotá y Toni Bestard han querido hacer un bonito homenaje a David Prowse, el actor británico que diera vida a Darth Vader en la trilogía original.

David Prowse

Un homenaje con todos los ingredientes para convertirse en un completo análisis acerca de uno de los capítulos más oscuros de la afamada saga, pues no solo no pudo prestar su voz al personaje (debido a su marcado acento inglés, fue doblado por James Earl Jones) ni su rostro (en la escena en que descubrimos el rostro de Vader en 'El retorno del Jedi' a quien vemos encarnando a Anakin Skywalker es a Sebastian Shaw), sino que durante todos estos años ha sido ninguneado por Lucasfilm, que ha intentado enterrar su presencia en el imaginario fandom al considerar que fue Prowse quien filtró el destino de Vader en aquella 'Star Wars: Episodio VI - El retorno del Jedi'. Y sin embargo, lo que podría haber sido un estupendo documento que arrojara un poco de luz sobre todo aquel embrollo queda eclipsado por las ansias de un fan, Marcos Cabotá, empeñado en rivalizar con Prowse por el protagonismo de la cinta.

El documental va en dos direcciones. La primera se centra en la figura de Prowse, ahonda en sus inicios en el mundo del cine (antes había sido campeón de halterofilia) y en su posterior participación en el universo de 'Star Wars'. Mientras, la segunda, narra el acercamiento de Cabotá a la franquicia y el "acto de justicia" que se propone hacer a favor de Dave Prowse. La primera de ellas es sumamente interesante, sobre todo a nivel divulgativo. Además los directores han tenido la oportunidad de reunirse con gente como Gary Kurtz y Robert Watts, productores de aquellos films, así como con otros profesionales vinculados a la trilogía original y allegados a Prowse. De tal forma que se hace un sentido retrato humano del personaje y se profundiza en su implicación en la saga, en sus luces y sus sombras.

El robaplanos

La segunda parte es la que desequilibra el conjunto de la obra. Por un lado debido a su excesiva artificiosidad. Las situaciones están muy preparadas y el discurso de Cabotá (tanto algunas de sus declaraciones a cámara como todas sus interacciones con terceros) no suena natural, sino aprendido y recitado. La consecuencia es la sensación de falsa realidad que transmite (como en la mayoría de programas de docurrealidad tan característicos de Cuatro como 'Hermano Mayor'). Por otro, quizás el más importante, es la falta de interés que suscita su trama. Despierta el mismo interés que si cualquiera de vosotros o yo mismo decidiéramos filmar el "regalo" que queremos hacerle a una persona a la que admiramos desde siempre.

I Am Your Father

Y claro, Dave Prowse queda, por momentos, en un segundo plano y tiene menos intervenciones (o no tan largas al menos), de lo que cabría esperar del supuesto protagonista de la película. Así mismo, la elección de ciertos "expertos" o profesionales para que den su opinión acerca de 'Star Wars' y la figura homenajeada resulta un tanto descafeinada. Por un lado tenemos declaraciones de primera mano de miembros del equipo original, y por otro a gente que todavía está buscando meter la cabeza en el negocio en lugar de optar por cineastas más consagrados (y fans de la saga) que pudieran dar un plus para promocionar una película necesitada de visibilidad (dada la escasez de recursos con las que contó, ya que, de hecho, se financió vía crowdfunding).

Queda la imagen de un trabajado reportaje sobre los entresijos de Hollywood por un lado, y una reunión de colegas por el otro.

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