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TELEADICTOS

Ver demasiada televisión durante la veintena puede provocar un impacto en tu cerebro

Según un estudio, ver demasiada televisión al día puedo provocar daños en las capacidades cerebrales.

Por Jonathan Espino Aparicio 4 de Diciembre 2015 | 10:08

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¿Puede, realmente, la televisión dejarnos tontos? ¿No era ella la caja tonta? No, nos hemos vuelto locos ni este es un texto redactado por el mismísimo Punset, pero si ves demasiada televisión y te cuesta recordar dónde has aparcado tu coche cada mañana, las siguientes líneas te interesan.

 Los Simpsons ante el televisor

Según un estudio publicado en JAMA Psychiatry, los jóvenes que ven demasiada televisión y no realizan ejercicio físico tienden a tener peores funciones cognitivas cuando llegan a la mediana edad. ¿Cómo han llegado a esta conclusión? Durante 25 años, los investigadores han estudiado a 3.247 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, de varios lugares de los Estados Unidos y con variedad de género y raza. Cada cinco años, estos sujetos tuvieron que rellenar unos formularios sobre sus hábitos televisivos así como otros sobre su actividad física diaria y, por primera vez, se ha encontrado una relación entre las funciones cognitivas y las horas que nos pasamos ante el televisor.

Para que os hagáis una idea y podáis consideraros de un bando o de otro, el estudio consideraba como perfil alto a aquellos sujetos que veían más de tres horas de televisión al día durante los dos tercios de esos 25 años y, por el contrario, de perfil bajo, las que no alcanzaban estas horas. No sabemos vosotros pero nosotros damos sobresaliente alto en todo. Continuamos.

¿En qué consiste el estudio?

Al finalizar estos 25 años de estudio, a los sujetos se les entregó tres pruebas cognitivas. La primera estaba relacionada con la velocidad y la función ejecutora, es decir, cómo de rápido llegamos a una solución y cómo utilizamos el tiempo que se nos brinda para llegar a esa meta, respectivamente. Cuando se realiza esta prueba a niños suele consistir en encontrar dos objetos idénticos en una fila de sujetos similares.

La segunda prueba también guardaba relación con la función ejecutora (es aquella que nos hace preguntarnos todas las mañanas dónde hemos dejado las llaves la noche anterior) y la tercera guarda relación con la memoria verbal, es decir, la típica prueba en la que se nos dice una lista de palabras que tenemos que recordar pasado un determinado periodo de tiempo.

Tras computar los datos en función a la edad, sexo, raza, nivel educativo, alcohol o tabaco en sangre y otros factores, se llegó a la conclusión que las dos primeras pruebas se veían afectadas por el visionado excesivo de televisión y la escasa actividad física mientras que la tercera se mantiene intacta a lo largo de los años. ¿Qué quiere decir esto? Que quizás no encuentres a Wally entre la multitud o sigas teniendo que dar vueltas por tu barrio para encontrar tu coche cada mañana; sin embargo, podrás seguir acordándote de todas las letras de tus cantantes favoritos sin que la televisión te lo impida. No hay mal...