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CRÍTICA

'En el corazón del mar': Aguas conocidas

Ron Howard dirige a Chris Hemsworth y Tom Holland en la adaptación de la historia real que inspiró a 'Moby Dick', técnicamente bien ejecutada pero con una historia demasiado conocida.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 4 de Diciembre 2015 | 09:54
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Dos escenarios se han repetido en los últimos años en las historias de supervivencia: el espacio, y el mar. Este segundo ha acabado siendo sorprendentemente recurrente en la gran pantalla, y nos ha dejado desde pelotazos como 'Lo imposible' a joyas de autor como 'La vida de Pi'. Ron Howard se apunta a la moda con su último blockbuster, 'En el corazón del mar', que tiene la difícil tarea de mantener el nivel al que llegó en 'Rush'.

En el corazón del mar

Lo hace contando de nuevo con Chris Hemsworth como protagonista, que quedó un poco eclipsado en su primera colaboración por el talentazo de Daniel Brühl. Esta vez tiene la ocasión de brillar más como Owen Chase, uno de los hombres que zarparon de Nantucket en el Essex, un ballenero, dispuestos a llenar el barco del preciado aceite de ballena. En su lugar se toparon con un cachalote que consiguió hundirles el barco y tenerlos a la deriva en medio del Pacífico durante tres meses. Entre la tripulación encontramos a Benjamin Walker, el capitán, y a los marineros Tom Holland, Cillian Murphy o Frank Dillane.

La película parte como una historia real, que fue la inspiración para Herman Melville para escribir su éxito 'Moby Dick'. Ben Whishaw se mete en la piel del escritor, que entrevista a uno de los supervivientes mucho tiempo después de la tragedia, encarnado por Brendan Gleeson. Ellos ejercen de narradores de esta aventura marina que, si bien aprueba en forma, en originalidad no puede decir lo mismo.

En el corazón del mar

Ron Howard suele ser bastante efectivo a la hora de rodar películas de alto presupuesto, y en alguna que otra ocasión hasta logra sorprender para bien, como es el caso de 'Rush' o de 'El desafío: Frost contra Nixon'. Normalmente puede presumir de lograr películas con una buena factura técnica, y 'En el corazón del mar' también alardea de ello. El océano vuelve a mostrarse peligroso, bello, imponente e inmenso. El rodaje en las Islas Canarias nos deja imágenes espectaculares, realzadas gracias a la dirección de fotografía. El diseño de producción también consigue trasladarnos perfectamente al siglo XIX, desde el pueblo costero hasta el barco o las ballenas y el cachalote, un protagonista más de la historia.

Si hay algo que destacar es el maquillaje. Más allá del trabajo del reparto adelgazando de forma extrema para convertirse en náufragos, su progresiva degeneración física queda plasmada de forma perfecta a través de llagas, heridas, suciedad y demás trucos que son dignos de elogiar. Los efectos especiales, dentro del evidente uso del ordenador, son lo suficientemente llamativos como para darnos escenas impactantes en este enfrentamiento del hombre y el cetáceo. La banda sonora de Roque Baños ayuda mucho a darle momentos álgidos a la cinta, que si bien resulta entretenida, peca de demasiado convencional en lo que a narración se refiere.

'En el corazón del mar' no termina de sorprender porque no hay nada en ella que no hayamos visto antes. La historia de supervivencia es de lo más básica, si acaso lo más curioso es esa obsesión que crece en el capitán y su primero de abordo por cazar a un cachalote que parece igual de obsesionado por seguir atormentando a esta tripulación, aún habiendo logrado hundirles el barco. Este enfrentamiento, que resulta menos manido, pierde importancia cuando, lógicamente, lo más importante es llegar vivos al día siguiente. Y aunque Ron Howard intenta ponerse intenso cuando sus protagonistas se ven obligados a hacer grandes sacrificios por sobrevivir, no llega a ser tan impactante como la conclusión de 'La vida de Pi'. Eso sí era un auténtico mazazo. Aunque la película avanza firme y no llega a aburrir, tampoco consigue sobrecoger o salirse de lo visto.

En el corazón del mar

Marineros de agua dulce

Lo mismo ocurre con su reparto. Aunque ninguno desentona, tampoco tienen personajes lo suficientemente llamativos como para quedársenos grabados. La historia en sí hace que conectemos lo suficiente con ellos como para sufrir por su destino, aunque de alguno lo conozcamos desde el principio. Pero no son personajes con muchas capas como para llamar la atención. Chris Hemsworth cumple como protagonista y se luce en sus enfrentamientos directos con su Moby Dick. Nunca ha sido el más expresivo, pero parece que Ron Howard consigue sacar bastantes cosas de él, como ya vimos en 'Rush' y en menor medida en esta, aunque sea más problema del personaje que del actor el que no nos capte más. Su enemistad con su capitán, interpretado por Benjamin Walker, podría haber dado más de sí, por ejemplo. Tom Holland sigue resultando prometedor, y Cillian Murphy sigue siendo un actor que cautiva a pesar del poco protagonismo que tiene.

De sobra conocemos el poder de la naturaleza, y más concretamente de los mares y océanos de nuestro planeta. Y aunque Ron Howard nos haya traído un largometraje bien ejecutado, se ahoga en su simpleza. Teniendo recientes películas tan originales o estimulantes como 'La vida de Pi', o teniendo en la memoria náufragos tan carismáticos como el de Tom Hanks, a en 'En el corazón del mar' le costará quedarse en el recuerdo del espectador una vez haya salido de la sala. No deja de ser una increíble historia real, pero también lo era 'Rush' y esa conseguía ser mucho más espectacular y diferente. Esta travesía resulta en general demasiado conocida.