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CRÍTICA

'La Academia de las Musas': El arte de la enseñanza

José Luis Guerín escribe y dirige esta obra sobre un profesor de filología y las lecciones que trata de inculcar a su grupo de alumnas.

Por Alejandro López Reina 31 de Diciembre 2015 | 10:49

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¿Qué consideramos hoy en día como amor? ¿Guarda algún tipo de relación con el arte? ¿Como eran los sinsabores de la pasión en la antigüedad? 'La Academia de las Musas' nos deja tras de sí una oleada de interrogantes de difícil respuesta y subjetiva comprensión. Todo ello narrado a través de los ojos de un profesor italiano y sus atentas alumnas.

Este profesor (Raffaele Pinto) trata de incultar un nuevo modo de vida para los hombres y mujeres de sus clases, eso sí, de un modo poético y pasional. La figura de las musas en el arte y la poesía es motivo de estudio y práctica a través de muchas alumnas. Darse cuenta del significado de la sexualidad y la pasión a través del deseo, todo ello aplicado en pleno siglo XXI (época de desarrollo para la mujer).

La Academia de las Musas

La propia enseñanza es todo un arte hoy en día. Las universidades e institutos están plagados de gente ignorante y plana que se niega a observar e interiorizar los proverbios inculcados a través de la oratoria. Guerín con este proyecto trata de eliminar todo ello. La práctica de estas enseñanzas y el desarrollo de estos profundos debates hacen que tanto las alumnas como la vida del propio maestro cambie en exceso y todo se transcriba en un mar de dudas.

José Luis Guerín escribe y dirige esta obra con tintes de documental que nos mete de lleno tras la pantalla. El espectador deseará profundizar y analizar estos debates de una forma racional a pesar de su complejidad momentánea. ¿Pensáis que los pintores no necesitaban de musas? ¿Que los poetas no redactaban con mayor profundidad al conocer a estas damas? ¿Los músicos tocaban sin más? Nada de eso es cierto; hoy en día todos nosotros necesitamos valernos de musas.

Recomendable para los amantes del puro estilo Woody Allen, donde los diálogos profundos y el humor ágil e inteligente colman cada plano. Aunque a priori cuente con una presentación sencilla, la trama acaba por dar una vuelta de tuerca, con el profesor en el punto de mira. Su mujer al verle cada día al llegar de clase y charlar con él, se da cuenta de la oscura sombra que llevan sus consejos. ¿Se puede ser infiel de palabra o sólo de acto?

La Academia de las Musas

Los espectadores no se encontrarán profesores rollo Robin Williams en 'El Club de los Poetas Muertos' o incluso Fernando Fernán Gómez en 'La lengua de las mariposas' sino que nuestro protagonista llevará su pensamiento hasta el extremo y no aceptará ningún tipo de reproche ante su opinión (para algunas algo machista). Algo que Guerín expresa (como en muchas de sus obras) es la importancia de la mujer, no sólo en nuestra sociedad contemporánea, sino que a lo largo de la historia. De aquí llega la frase: "Detrás de cada hombre hay una gran mujer".

La fortaleza de la lengua

Un punto a su favor es el empleo de un triple lenguaje lleno de belleza. El empleo del castellano, el italiano y el catalán a partes iguales añaden un tejido de elegancia y sutileza a unos diálogos ya de por sí hermosos. Guerín busca alejarse del guión cerrado y da un voto de confianza a su elenco. Por momentos el espectador no distinguirá entre realidad y ficción; dejándose llevar por la magia de las palabras. Unas de las grandes olvidadas de la actualidad.

Guerín busca el realismo cinematográfico a partir de un grupo de actores amateur que se interpretan a sí mismos. Efectivamente la improvisación guarda un lugar relevante en este filme cargado de humor inteligente. Transparente, ágil y cargada de encanto.