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CRÍTICA

'La bruja': escalofriante y perturbador cuento de terror con mensaje

El debut de Robert Eggers va directo al Olimpo de las películas de terror que se quedan en la memoria. Llega a España en mayo de 2016.

Por Javier Pérez Martín 19 de Febrero 2016 | 11:48

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Cuando termina 'La bruja', un mensaje avisa de que lo que acabas de ver está inspirado en una documentación exhaustiva sobre juicios de brujas en el siglo XVII, libros de historia y leyendas. El debutante Robert Eggers podría haber usado esta baza al principio del filme, pero lo cierto es que no lo necesita para causar escalofríos. Sin duda alguna, 'La bruja', presentada en Sundance en 2015, donde Eggers ganó el premio a la mejor dirección dramática, es una de las cintas más terroríficas de los últimos años.

'La Bruja'

El guion de Eggers trata sobre una puritana familia de Nueva Inglaterra que es expulsada de su poblado por desavenencias religiosas con los vecinos. El obstinado William (Ralph Ineson, secundario que hemos visto en 'Harry Potter', 'Kingsman: Servicio Secreto', 'Guardianes de la galaxia', y otras tantas más) es el patriarca de una familia con cinco niños que se refugia en una cabaña en medio de un profundo bosque. Un paraje salvaje que verán como la oportunidad para vivir tranquilamente, pero que pronto se tornará fuente de horrores y pesadillas.

Y el título no engaña a nadie: una bruja es el monstruo principal que atormentará a la familia del cuento. Porque la cinta tiene mucho de cuento de terror, sobre todo porque bebe directamente de toda la mitología y la simbología de la brujería, el satanismo, los aquelarres. Está, de hecho, tan llena de referencias, que descifrar todos los iconos que Robert Eggers utiliza daría para otro trabajo (de investigación). Los menos sutiles funcionan a la perfección: la cabra y el resto de animales, el libro, el fuego, el diablo.

'La bruja' es una película de atmósfera y terror psicológico, muy lejana a las cintas más comerciales del género, acostumbradas a recurrir a los sobresaltos artificiales creados con montaje y música estridente. Estridente es, sin lugar a dudas, la música de Mark Korven, pero Eggers la utiliza como si fuera otro fantasma más: cuerdas y coros de mujeres suenan tan amenazadoras y perturbadoras que por sí mismas ya te introducen en el ambiente opresivo, claustrofóbico y sobrenatural del bosque que aprisiona a estos personajes. Esta película entra en ese Olimpo de las que pueden crear imágenes sobrecogedoras, terroríficas, inolvidables, con planos muy sencillos (en este caso: la naturaleza).

'La Bruja'

A Eggers ya se le ha comparado, desde el estreno en Sundance, con Stanley Kubrick (el ambiente casi onírico, de pesadilla, que se respiraba en 'El resplandor'), con Ingmar Bergman (la frialdad y el horror visceral de 'Persona'), con David Lynch (esa capacidad para crear una atmósfera surrealista con elementos muy sencillos) e incluso con Terrence Malick, aunque Eggers es su opuesto en el sentido de que aquí la naturaleza y el universo son el envoltorio terrorífico para los demonios del alma. Todo esto son palabras mayores para un director que acaba de empezar, pero algo de cierto tienen.

El súperpoder de 'La bruja' es el de crear escenas terroríficas, imágenes perturbadoras y momentos potentísimos a partir de una imaginería que ya conocemos, con elementos que son conocidos y recursos ya utilizados. Pero está todo tan bien engrasado (la puesta en escena, la fotografía de Jarin Blaschke, la música, la dirección de actores, el guion) que no nos parece manido, sino una experiencia que pone los pelos de punta y es capaz de generar en el espectador un estado de ansiedad y tensión constante. Es decir, lo que todo fan del terror busca cuando empieza a ver una del género: un mal rato y material para posteriores pesadillas. Por poner un ejemplo, hay una voz horrorosa que me acompañará durante mucho tiempo. Importante verla en versión original.

Es imprescindible ver el debut de Eggers en buenas condiciones: cuanto más grande sea la pantalla y mejor la calidad del sonido, más efectivos serán todos esos detalles que se juntan para hacer de 'La bruja' una experiencia escalofriante. La historia es sencilla y funciona, pero lo importante es el exquisito trabajo técnico.

'La Bruja'

Terror con empaque

La otra gran baza de 'La bruja' es que, además de pegarse a tu nuca incluso después de salir de la sala de cine, se queda dando vueltas en la cabeza. Gracias en gran parte a los diferentes temas que trata el guion.

La protagonista de la película es en realidad Thomasin, interpretada por el otro gran descubrimiento que es Anya Taylor-Joy, una joven debutante que imprime en la hija mayor de esta familia muchísimas cosas: la pérdida de la inocencia, la decepción y el rencor hacia su familia, la fragilidad de quien es odiado por todos y la fortaleza de quien decide sobrevivir a ello.

El reparto es un acierto, los niños desconocidos que encarnan a los infantes, víctimas y verdugos, consiguen transmitir la inocencia, la crueldad, el amor, la maldad, y en concreto el hermano mediano, Caleb (Harvey Scrimshaw), protagoniza una de las mejores escenas de posesión de la historia del cine. Y es solo un plano fijo, que se graba en la mente gracias a su interpretación y a la dirección de Eggers. También hace un trabajo memorable la madre, Kate Dickie (Lysa Arryn en 'Juego de Tronos'), que toca la esperanza, la tristeza, la desesperación y la locura.

'La Bruja'

Pero Anya Taylor-Joy es la estrella, y tiene el mérito de poder incomodar al espectador y crearle mil dudas con un personaje del que no sabes hasta qué punto sospechar. Además, ella encarna uno de los temas principales del filme: la opresión de la mujer en una sociedad puritana y religiosa. Un tópico que está estrechamente entrelazado con la brujería: lo salvaje, la naturaleza, entendidos como único escape para una mujer perseguida por su feminidad en ciernes y su sexualidad latente. Esta niña es deseada por su hermano y envidiada por su madre, temida por su padre y atacada por los crueles niños pequeños.

La bruja es el monstruo que atormenta al espectador, pero Eggers aprovecha para poner de manifiesto lo monstruoso de nuestra naturaleza, con temas como la familia, la fe, el puritanismo, el luto y la locura. 'La bruja' es una de esas cintas de terror que dan miedo, además de todo, porque nos muestran lo peor de nosotros mismos.

Nota: 8/10

Lo mejor: Prácticamente todo, pero por elegir: la atmósfera opresiva.

Lo peor: Que algunos fans del terror no tendrán paciencia para su ritmo pausado.

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