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PRECRÍTICA

'La clase', cine con mayúsculas

Laurent Cantet firma una gran película dentro de un género que tiende a manipular la conciencia del espectador.

Por Óscar Martínez 15 de Enero 2009 | 09:50

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Dirigida por Laurent Cantet y protagonizada por François Bégaudeau, Nassim Amrabt, Laura Baquela, Cherif Bounaïdja Rachedi y Juliette Demaille, 'Entre les murs' se convirtió en la primera película francesa que se alzaba con el máximo galardón en Cannes tras 21 años.

La película cuenta la historia de François, un joven profesor de lengua francesa en un instituto difícil, situado en un barrio conflictivo. Sus alumnos tienen entre 14 y 15 años. No duda en enfrentarse a Esmeralda, a Souleymane, a Khoumba y a los demás en estimulantes batallas verbales, como si la lengua estuviera en juego. Pero el aprendizaje de la democracia puede implicar auténticos riesgos. François -autor de la novela en la que se basa la película, con formato de docudrama- y los demás profesores se preparan para enfrentarse a un nuevo curso. Llenos de buenas intenciones, deseosos de aportar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento. Pero las culturas y las actitudes se enfrentan en el aula, microcosmos de la Francia contemporánea. Por muy divertidos y estimulantes que sean los adolescentes, sus comportamientos pueden cortar de raíz el entusiasmo de un profesor que no cobra bastante. La tremenda franqueza de François sorprende a sus alumnos, pero su estricto sentido de la ética se tambalea cuando los jóvenes empiezan a no aceptar sus métodos.

Cine con clase

Encasillada dentro del llamado cine de denuncia social, 'La clase' destaca por distanciarse de este tipo de productos que suelen recaer en el sensacionalismo más efectista. Enmarcada en este nuevo hiperrealismo casi naturalista tan boga estos últimos años y eludiendo abiertamente el melodrama en favor del documental, renegando de toda banda sonora, La película de Laurent Cantet opta por retratar sin ánimo de juicio la realidad multiracial francesa -si bien cada vez más univesal- a través de una escuela parisina sirviéndose de verdaderos alumnos y profesores que no hacen sino interpretarse a sí mismos.

Así pues, 'La clase' retrata un año académico de una escuela normal y corriente, ofreciéndonos en todo su esplendor el amplio crisol que confecciona dicho microcosmos, mostrando una realidad cotidiana fascinante en su aparente sencillez. Los diálogos entre profesor y alumnos, las pequeñas batallas y pulsos de poder obtienen proporciones épicas para sus protagonistas y, por ende, para el propio espectador, reflejando con fidelidad la lucha diaria que supone el mundo de la enseñanza ante una generación de adolescentes cada vez más rebelde ante cualquier tipo de autoridad.

Con un genial François Bégaudeau a la cabeza del reparto, 'La clase' atrapa al espectador desde su primer plano, introduciéndonos con maestría en un submundo aparentemente trivial en su mensaje, pero fascinante en su cotidianeidad. Los diálogos alcanzan un dinamismo encomiable gracias a los continuos cambios de plano, siempre tremendamente cercanos a los rostros de los interlocutores, introduciéndonos dentro del aula y convirtiéndonos en protagonisrtas pasivos.

Por desgracia, la película de Laurent Cantet decae quizá levemente cuando en su segundo tramo se centra en la figura de Souleymane, resultando simplemente fasccinante en el retrato general previo, si bien dicho tropieza se le antoja a un servidor meramente puntual y harto quisquilloso en comparación con la calidad general del film.

De este modo, la película de Laurent Cantet resulta poco menos que un grandísimo ejercicio de buen cine, una película mimada hasta el exceso que revitaliza un cine de denuncia social que, por desgracia, suele recaer con excesiva facilidad en la autocompasión barata para el espectador occidental.

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