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CRÍTICA

'El amor es más fuerte que las bombas': Bélica cautiva

La tercera película del noruego Joachim Trier, presentada en la Selección Oficial del Festival de Cannes y protagonizada por Isabelle Huppert, Gabriel Byrne y Jesse Eisenberg.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 6 de Marzo 2016 | 14:56
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Joachim Trier es uno de los realizadores más prometedores que hay en el panorama europeo. Su tercera película es, sin duda, la más arriesgada de su parca pero potente filmografía. Tras las reflexivas 'Reprise' y 'Oslo, 31 de agosto', llega su primera producción en internacional y en inglés. 'El amor es más fuerte que las bombas', presentada en la Selección Oficial del Festival de Cannes.

La célebre fotógrafa de guerra Isabelle Reed murió trágicamente en un accidente de tráfico. Tres años después del suceso, se organiza una exposición con su obra. Esto provoca que el hijo mayor vuelva a la casa familiar y se reencuentre con su padre y su hermano pequeño. Esa exposición desvelará las verdaderas causas de la muerte de Isabelle, lo que hará que cada miembro de la familia empiece a recordar a la mujer de manera distinta.

El amor es más fuerte que las bombas

Drama nórdico en Nueva York

Pese a que esté rodada en Nueva York y con actores internacionales, la película desprende una clara esencia de drama nórdico. La muerte de la figura materna, la figura sentimental sirve como base para una reflexión llena de matices y diferentes perspectivas. Trier disecciona la columna vertebral de una familia en la que cada miembro afronta, a su manera, la desaparición de la madre, la esposa. Y, en este contexto, el realizador muestra cómo un hecho puede trastocar todo en una vida.

Porque un reencuentro puede poner frente al espejo las propias frustraciones y anhelos de la persona. Como hizo Nuri Bilge Ceylan en 'Sueño de invierno (Winter Sleep)', Trier trae la melancolía y la soledad en sus diferentes vertientes. Pero no sólo el realizador habla de lo difícil que es acabar siendo algo que no que se buscaba; también se muestra la dificultad de enfrentarse al ser padre, a negar lo evidente o a realizarse a sí mismo. Trier dota de intensidad a estas diferentes reflexiones.

El amor es más fuerte que las bombas

Juego de perspectiva

Junto con el guionista Eskil Vogt, con el que ya trabajó en sus dos anteriores obras y que demostró su habilidad para las diferentes capas en una reflexión en 'Blind', Trier crea una interesante propuesta que basa su principal fuerte en su grupo de actores. Con Isabelle Huppert como figura que desata el caos, Jesse Eisenberg, Gabriel Byrne y Devin Druid son capaces de mostrar las diferentes percepciones de un mismo hecho, como si de 'Rashomon' se tratase. Un magnífico elenco que le da peso y solemnidad a esta propuesta y que muestra que una guerra puede librarse en el propio día a día de una persona.

Con magníficos actores, un guión solvente y una cuidada elección en la parte técnica, con diferentes sonidos, imponentes silencios y escenas que juegan entre el pasado y presente, esta tercera propuesta del realizador noruego evidencia que se está ante uno de los nuevos cineastas del cine nórdico al que hay ponerle atención. Como ya pasó con 'Fuerza mayor' de Ruben Östlund, 'El amor es más fuerte que las bombas' toca varios sentidos que dejarán al público con una interesante reflexión sobre la muerte, la vida, los anhelos y las propias ambiciones.

Nota: 7/10

Lo mejor: La elección de sus protagonistas.

Lo peor: En algunos momentos es demasiado distante.