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60 AÑOS 'CENTAUROS DEL DESIERTO'

12 curiosidades que quizá no conocías sobre 'Centauros del desierto'

Celebramos el 60º Aniversario del clásico western de John Ford descubriendo anécdotas y datos curiosos en torno a esta mítica película.

Por Israel Calzado López 13 de Marzo 2016 | 16:08

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Una puerta que se abre y otra que se cierra. Una mirada cínica, descreída y desmitificadora del western. Una película que ya desde su primera secuencia, con las primeras notas del score de Max Steiner (que pasan de la épica a la melancolía en apenas unos pocos segundos), anuncia que 'Centauros del desierto' no es una película del Oeste al uso.

'Centauros del desierto'

Dirigido por John Ford, un maestro del género, el film está protagonizado por un John Wayne mordaz, violento y deliberadamente gris (en el que quizá sea su mejor trabajo junto con 'Valor de ley'), su joven e impetuoso escudero (a su pesar) Jeffrey Hunter, la resignada pretendiente de éste, Vera Miles, y el macguiffin de la historia, Natalie Wood.

Han pasado sesenta años desde su estreno, y hoy sigue estando considerada como una de las obras maestras indiscutibles del Séptimo Arte de todos los tiempos, un título que se estudia en todas las escuelas de cine del mundo y que ha influido en numerosos directores consagrados que le sucedieron. Desde eCartelera, rendimos este pequeño homenaje buceando en estas 12 curiosidades que quizá no conocíais acerca de 'Centauros del desierto':

12 curiosidades 'Centauros del desierto'

No son "centauros", son "buscadores"

No son "centauros", son "buscadores"

Quizá lo que primero llama la atención, desde un carácter puramente externo a la producción del film, es la diversidad de títulos con los que se conoció a esta obra alrededor del mundo. El original, 'The Searchers' ('Los buscadores'), hace referencia inequívoca al papel al que irremediablemente se ven sometidos los dos protagonistas (Wayne y Hunter) en su larga odisea. Debemos admitir que en esta ocasión, y al contrario de lo que suele suceder, el título que se le dio en España le da aún más fuerza y carácter a la película. Quizá algo más rebuscada fue la denominación hispanoamericana, 'Más corazón que odio', mientras que en otros países parecieron centrarse más en la figura de la chica desaparecida que en la ya citada pareja masculina protagonista: tal fue el caso Francia y Bélgica ('La prisonnière du désert') o Portugal ('A Desaparecida').

De la novela a la pantalla

De la novela a la pantalla

'The Searchers' está basada en la novela homónima escrita por Alan Le May y que había sido publicada tan solo dos años antes, y que, a su vez, estaba inspirada en unos hechos reales acaecidos en 1836. Le May, un veterano de la Primera Guerra Mundial, era un periodista que a finales de la década de los años 20 del pasado siglo decidió dejar las noticias por la escritura de ficción, especializándose en literatura ambientada en el Lejano Oeste ('Painted Ponies', 'The Unforgiven'), así como en guiones cinematográficos; quizá en esta faceta su trabajo más popular sea el libreto de 'Policía montada del Canadá', que dirigiría Cecil B. DeMille en 1940. Le May incluso dirigiría una película en 1950, 'Fuerte Solitario', protagonizada por John Drew Barrymore (padre de Drew Barrymore), Chill Wills y John Archer. 'Centauros del desierto' es sin duda su obra más conocida, lo que no significa que lo convirtiera en novelista de éxito; más bien al contrario, el manuscrito pasó casi desapercibido. Le May fallecería el 27 de abril de 1964 a la edad de sesenta y cinco años, mucho antes de que la adaptación cinematográfica de su novela fuese valorada como la indiscutible obra maestra como se considera hoy.

Ford, "el especialista"

Ford, "el especialista"

"Cuando yo ya no esté, espero que se me recuerde como un tipo que hacía westerns". Ese era el gran deseo del cineasta que comenzó su carrera como actor de cortometrajes mudos en los que firmaba bajo el seudónimo de Jack Ford. Ni siquiera John Ford era su verdadero nombre: de ascendencia irlandesa pero nacido en Cape Elizabeth (Maine, USA), había sido bautizado como John Martin Feeney, y que se convirtiera en uno de los nombres imprescindibles de la Historia del Cine fue un poco por casualidad, ya que llegó a Hollywood de la mano de su hermano mayor, el también actor Frank.

'La diligencia' (1939), 'Fort Apache' (1948), 'La legión invencible' (1949) o 'Río Grande' (1950) son algunos de los inolvidables westerns que Ford ya había firmado antes de realizar la que sería una de las obras imprescindibles de su dilatada filmografía, 'Centauros del desierto' (1956).

El cowboy por excelencia

El cowboy por excelencia

John Wayne y John Ford ya habían trabajado juntos en ocho películas antes de llegar a 'Centauros del desierto', y después repetirían en otras cinco ocasiones más. Sin duda Wayne era el actor fetiche del cineasta, y gracias a éste el intérprete se convirtió en todo un icono del género que ha prevalecido hasta nuestros días. Y eso que Wayne a punto estuvo de no poder hacer la película: se había comprometido con otro western, 'Tras la pista de los asesinos' (Bud Boetticher, 1956), al que finalmente no se incorporó para asistir la llamada de su amigo.

La complicidad entre Ford y Wayne era máxima, y este aceptó el planteamiento antiheróico de su personaje en esta película: Ethan Edwards es de carácter recio, desconfiado, rencoroso e indudablemente racista, pero a pesar de todo ello despierta una natural comprensión en el espectador. A fin de cuentas, Edwards, el hombre que llega en solitario al comienzo del relato y se queda igualmente solo fuera de la casa familiar en ese lacónico anticlímax, está forjado por sus dramáticas circunstancias: la guerra, la pérdida de la familia y quimera imposible. Tanto marcaría este papel a Wayne en lo profesional como en lo personal que bautizaría Ethan a uno de sus hijos, en homenaje al personaje. Otro de sus vástagos, Patrick Wayne, aparece en el film interpretando a un joven oficial de caballería.

El elenco

El elenco

Entre los nombres más reconocibles del reparto principal encontramos también a Jeffrey Hunter, un auténtico chico de oro de la época (con treinta años de edad pero solo seis de carrera ya había participado en una quincena de películas) cuyo personaje pasa de ser un adolescente con cierto pavo a un hombre agotado que ha perdido la juventud; Vera Miles, como su abnegada y eterna pretendiente, que encaraba aquí prácticamente su primer papel importante para el cine (tras varios trabajos en televisión) y que luego sería una de las musas de Alfred Hitchcock ('Falso culpable', 'Psicosis'); y Natalie Wood, cuya presencia, aunque breve, resulta fundamental, ya que ella es el motor de todo el relato. Wood, la gran revelación un año antes de 'Rebelde sin causa' (al igual que sus compañero James Dean y Sal Mineo), compaginaba su emergente carrera delante de las cámaras con sus estudios universitarios, y Wayne y Hunter se turnaban para recogerla y que llegase a tiempo al set de 'Centauros del desierto'. Lana Wood, hermana de Natalie ocho años menor que ella, interpretó el mismo papel, Debbie, siendo una niña pequeña; de ahí el inevitable parecido físico entre ambos personajes a diferente edad.

Los navajo

Los navajo

Ford contrataría a numerosos extras de origen amerindio para que interpretaran a los comanches que aparecen a lo largo del film. Curiosamente, el jefe indio Cicatriz era el único que no estaba interpretado por un nativo, sino por un judío de ascendencia alemana llamado Henry Brandon.

Durante el rodaje, un niña navajo cayó enferma de neumonía, y Wayne no dudó en trasladarle en su propia avioneta (estacionada en un aeródromo cercano) para que fuese hospitalizada de urgencia. En agradecimiento a este gesto, los navajo bautizaron al actor como The Man With The Big Eagle (El Hombre del Gran Águila). Ford, que ya había contado con ellos en otras producciones, también tenía un sobrenombre indígena: Tall Leader (Líder de Altura).

En glorioso (y efímero) VistaVisión

En glorioso (y efímero) VistaVisión

El rodaje principal tuvo lugar entre el 16 de junio y el 12 de agosto de 1955, tanto en interiores como en exteriores, habiéndose filmado algunas tomas complementarias (no todas dirigidas por el sexagenario Ford, cuya salud ya empezaba a flaquear) unos meses atrás, en el invierno de ese mismo año. Entre los escenarios desérticos encontramos el mítico Monument Valley (desde Arizona hasta Utah) y Bronson Canyon, cerca de Los Ángeles (California), así como otras localizaciones en Colorado. Las escenas invernales se realizaron en Edmonton (Alberta, Canadá). Cosas de la magia del cine, se da la circunstancia de que, hacia el final de la película, John Wayne recoge a Natalie Wood en Monument Valley y, al momento siguiente, descabalgan en Bronson Canyon, que distan nada menos que... mil kilómetros.

En plena batalla técnica por superar a la emergente televisión en espectacularidad de imagen, 'Centauros del desierto' se rodó en película Tecnicolor para VistaVisión, un nuevo formato panorámico de 35mm. impulsado por Warner Brothers cuya relación de aspecto 1:1,96 daban una calidad y una profundidad de campo increíbles. Pero en el momento de su estreno, solo había dos cines en todo el país con proyectores adaptados a este formato, por lo que en casi todas las salas se vio en un panorámico más estandarizado (1:1,75), sin que por ello perdiera resolución la película. Una situación que recuerda a la que viviría, seis décadas después, Quentin Tarantino y sus gloriosos 70mm. de 'Los odiosos ocho',

Huelga decir que Warner nunca más apostaría por VistaVisión...

"¿Por qué no funciona la maldita cámara?"

"¿Por qué no funciona la maldita cámara?"

Esta es una de las anécdotas más legendarias del rodaje de 'Centauros del desierto'. Filmando un diálogo entre John Wayne y Ward Bond, se decidió comenzar por los contraplanos del primero para que el segundo, por indicación del director, saliese del plató y se afeitara para la escena. Con Wayne recitando su diálogo en solitario, la cámara se apagó inexplicablemente, provocando cierto enfado del actor y un irritante cabreo del cineasta con Winton C. Hoch, su operador, quien no sabía qué ocurría con la máquina. A los pocos minutos, esta se puso en marcha sola, sin ninguna avería aparente. Luego los miembros del equipo descubrieron el misterio: había sido el propio Bond quien había desenchufado por error la cámara para poder conectar su afeitadora eléctrica... En su momento, nadie le dijo nada a Ford, y la anécdota se olvidó durante décadas. Hasta que un día, director y operador, ya veteranos y retirados, coincidieron en un acto en Hollywood; como Bond ya había fallecido unos años antes, Hoch no tuvo reparos, por primera vez y delante del público, en contar lo que en realidad había ocurrido en aquella lejana jornada, dejando sin palabras a un desconcertado John Ford.

El homenaje

El homenaje

Harry Carey era una conocida estrella del western que había fallecido casi diez años antes, en 1947. Como homenaje a este actor, Ford no solo contrató a su viuda (Olive Carey) y a su hijo (Harry Carey, Jr.) para que interpretaran a la cuñada y a uno de los sobrinos de Edwards (Wayne), sino que además, en el famoso plano final, vemos a Ethan (Wayne) sujetándose el codo derecho con su mano izquierda, en una pose muy característica de Carey.

A lo largo de su carrera, Harry Carey, Jr. coincidiría con Wayne en diez películas y trabajaría para Ford en otras tantas. Años después devolvería el homenaje escribiendo uno de los libros más completos que se hayan publicado sobre el cineasta, titulado 'Company of Heroes'.

El nacimiento del making-of

El nacimiento del making-of

Hoy es algo imprescindible dentro del marketing de una película (de hecho, raras son las que ofrecen no uno, sino varios al respecto), pero hasta la explosión de la televisión en los hogares americanos no se empezó a ver cómo era un rodaje por dentro. 'Centauros del desierto' fue pionera en la historia de los making-of, siendo una de las primeras producciones que filmaba un "detrás de las cámaras" para luego emitir el reportaje en la pequeña pantalla. Una pieza, que por cierto, hoy sería considerada puro spoiler, ya que Natalie Wood desvela la naturaleza de su personaje (recordad, esto se emitió en TV antes del estreno) y no tiene pudor ninguno en incluir uno de los enfrentamientos finales del film. El actor Gig Young, que no formaba parte del elenco de la película, fue el presentador de este pequeño documental.

Influencias posteriores

Influencias posteriores

El músico Buddy Holly vio por primera vez 'Centauros del desierto' en verano de 1956, y se le quedó tan marcada una frase que repetía el personaje de Ethan (Wayne) que la tomó para componer un nuevo tema: 'That'll Be The Day'. El cuarteto británico The Searchers, formado en 1959 y coetáneo de los Beatles, tomó su nombre, precisamente, en homenaje al título original del film.

En lo estrictamente cinematográfico, se dice que muchas obras posteriores a 'Centauros del desierto' (no solo westerns, sino de todo tipo de género) están influidas de alguna u otra manera por este film, desde 'Lawrence de Arabia' (David Lean, 1962) hasta la saga 'Star Wars' (1977-2015). Jean-Luc Godard, John Milius y Steven Spielberg lo citan siempre como referencia, y Akira Kurosawa decía que "para aprender a hacer cine, estudié a John Ford". Seguramente, su impronta más clara la tenemos en 'Bailando con lobos' (1990), la ópera prima como realizador del actor Kevin Costner, que está trufada de referencias del cine de Ford y de 'Centauros del desierto'.

Ayer y hoy

Ayer y hoy

En el momento de su estreno (13 de marzo de 1956), 'Centauros del desierto' tuvo una consideración aceptable tirando a discreta: no tuvo un gran tirón comercial (fue la undécima película más taquillera en un año dominado aplastantemente por 'Rebelde sin causa'), apenas cosechó premios (se quedó sin nominaciones a los Oscar y solo obtuvo un Globo de Oro testimonial, al Mejor Intérprete Promesa para Patrick Wayne) y crítica y público se mostraron notablemente divididos en sus consideraciones hacia esta película. A España llegaría el 16 de junio de ese mismo año.

Actualmente, el American Film Institute la considera la duodécima mejor película de todos los tiempos, y la primera en su género. Para la revista Entertainment Weekly, es la decimotercera, tanto el su ranking general como por géneros, mientras que Premiere valora al Ethan Edwards de John Wayne como la 87ª mejor interpretación de todos los tiempos. En un especial para la BBC del pasado mes de julio de 2015, la crítica británica la votó como la quinta entre las cien mejores películas norteamericanas de toda la historia.

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