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CRÍTICA

'Luces de París': Positividad como bandera

Marc Fitoussi llega a España con 'Luces de París', película protagonizada por la reconocida actriz Isabelle Huppert y el famoso actor Jean-Pierre Darroussin. En cines el 18 de marzo.

Por Diego Alfonso Pizarro Da Costa 17 de Marzo 2016 | 17:05

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París, ciudad del amor, ciudad de las luces y sin duda, ciudad de las experiencias. No cabe duda que es uno de los lugares más emblemáticos del continente europeo y uno de los escenarios más utilizados de Francia para el séptimo arte. Marc Fitoussi, director de 'Copacabana' y 'Pauline detective', escoge la capital francesa como lugar de encuentro de las diferentes situaciones que vivirán sus personajes, sin olvidarnos de la cercana y menos romántica Normandía.

 'Luces de París'

'Luces de París' nos cuenta la historia de Brigitte y Xavier, una pareja que después del pasar de los años y con la única tarea de cuidar de su granja bovina se encuentra totalmente desgastada. Isabelle Huppert y Jean-Pierre Jean-Pierre Darrousin son los encargados de dar vida a la pareja, que sin duda, son una muestra de la realidad que viven muchas parejas. A diferencia de otros filmes que pueden abordar la misma temática, Fitoussi nos da un canto a la positividad, un canto a alegría y sobre todo al entendimiento, nada en la vida es blanco o negro y eso queda patente en el largometraje.

La muestra de la cotidianidad junto a lo que no nos resulta tan familiar nos permite tener una visión más cercana de los personajes. Sylvie Dauviller junto al propio director han sabido dibujar una historia donde no nos hablan de personajes, sino de personas con sus vivencias, la diferencia no es otra que en pantalla no tenemos la sensación que estemos viendo arquetipos que intentan ser personas, sino que lo consiguen directamente. Podemos sentirnos conectados con Brigitte y su deseo de romper con la aburrida rutina pero inclusive, podemos llegar a comprender al personaje de Xavier que en un primer momento llega de una forma más distante. La película nos habla de sentimientos y cómo estos pueden cambiar la percepción de cada situación según las decisiones que se toman.

No se puede negar que abordar temas como el amor, la juventud, la impaciencia o inclusive la infidelidad es complicado, sobre todo cuando se quiere dar desde una perspectiva cómica. Llama la atención que Marc Fitoussi ha conseguido crear un clímax totalmente cálido y en el que las risas están aseguradas, además de dejarte con un buen sabor de boca después de su visionado. Es una cinta que no busca culpabilizar a nadie de lo que ocurre en el film, sino al contrario, hace que reflexiones hacia la empatía que en muchas ocasiones faltan en la sociedad. Dejando de lado la historia principal, nos encontramos con pequeñas pinceladas de historias paralelas que también llegan al corazón: el vendedor ambulante, el hijo equilibrista, la hermana de Xavier e inclusive, las experiencias con Jesper y Stan.

 'Luces de París'

Las interpretaciones casi en su mayoría tienen un tono cálido y humano. Está claro que el peso interpretativo cae sobre Isabelle Huppert que nuevamente echa mano de su experiencia, algo que hemos podido ver en 'Amor' y 'La pianista', trae a una perfecta y peculiar Brigitte, pese a las expectativas que se pueden crear al haberla visto en algunas ocasiones con personajes complicados psicológicamente. Huppert rompe las barreras y nos trae un personaje sacado de la vida cotidiana. En su contraparte, Jean-Pierre Darroussin, al que hemos visto en 'Largo domingo de noviazgo' y 'El Havre', da un contraste totalmente necesario en el film, un Xavier anclado en el pasado que debe elegir entre seguir adelante o derrotarse y darse por vencido. Una mención especial a Pio Marmaï, actor que ya pudimos ver en 'La delicadeza' o 'El primer día del resto de tu vida', dado que consigue ese toque de picaresca de galán que acaba por convertirse en una ironía de la vida hecha hombre.

Por último el espacio escénico, aunque se vende como un cuento que pasa en París, la realidad es que París es la excusa, no tiene un peso propio en la película. El escenario real es las experiencias de los protagonistas pero sí es cierto que la ciudad francesa da ese toque de melancolía que necesita el film, un acierto por parte del director ambientarla en dicho lugar pero podría haber ocurrido perfectamente en Madrid (aunque no hubiera enamorado tanto ese paseo por el Sena, cambiándolo por el Manzanares por el que no se puede navegar). Nuevamente se puede decir que la conclusión es que París es un lugar de encuentro donde la vida puede dar un giro de 180º y cambiar tu panorama personal, un ciudad más que del amor, del cambio. Sin duda, como se ha popularizado "París, siempre será París" y lo que pase ahí, ahí se quedó y esa es una de las premisas del film.

Las cosas vuelven a su cauce

 'Luces de París'

Volviendo hacia el concepto cinematográfico de la comedia francesa, no cae en tópicos pero sí que se aprovecha de algunos clichés para dar rienda suelta a la ironía, como puede ser el caso de hablar de la imagen que tiene la gente de Normandía o del campo en la capital francesa. La línea narrativa se produce con total armonía, sin darnos gran pesadez al verla sino al contrario, los minutos pasan sin que te des cuenta hasta que llegas a un final que te deja satisfecho con lo que acabas de ver. Como era de esperar, al tratarse de una comedia no iba a acabar en un drama de los de llorar pero tampoco concluye con el típico happy-end, algo típico en el cine francés que dota de personalidad al film.

Una película que no pasará por ser lo mejor del cine francés del año ni será recordada durante un montón de años pero eso no significa que sea mala, sino al contrario, es valiente. Frente a producciones más reconocidas como 'Madame Marguerite' o 'Mustang', 'Luces de París' es una apuesta simpática y con la que saldrás con un sentimiento muy positivo de la sala. Totalmente recomendable para evadirte de los dramones del séptimo arte que tan al día están. Nunca viene mal una comedia con trasfondo. Bravo por Fitoussi y su equipo.

Nota: 7/10

Lo mejor: Intenta ser una comedia fresca y positiva y lo consigue.

Lo peor: No es una película que deje huella.

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