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CRÍTICA ECARTELERA

'22.11.63': Un ágil viaje por el tiempo

Crítica de '22.11.63', la adaptación en forma de miniserie del libro homónimo de Stephen King que está protagonizada por James Franco.

Por Rubén Omar Mendoza del Olmo 23 de Marzo 2016 | 18:35

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El próximo 6 de abril llega a Fox '22/11/63', una nueva adaptación de una novela de Stephen King. La miniserie no puede contar con mejores responsables. J.J. Abrams y Stephen King son dos de los productores ejecutivos, además de Bridget Carpenter ('Friday Night Lights'), Bryan Burk ('Perdidos') y Kevin Macdonald ('Marley'). Pero todo esto no asegura un buen producto final, aunque por lo que hemos podido ver la cosa pinta bien. Para los que no tengan ni idea del argumento de la serie, se lo explicamos rápidamente. Un hombre ha dedicado gran parte de su vida a viajar al pasado para salvar a J.F. Kennedy. Ahora, ya mayor, le encarga esta empresa a un profesor de instituto. Su misión: investigar a los sospechosos de la muerte de Kennedy y acabar con ellos antes de que asesinen al presidente de los Estados Unidos.

investigación Kennedy

Visto el primer capítulo, en forma de doble episodio, podemos empezar a sacar algunas conclusiones. Es indudable que Stephen King es uno de los maestros de la narrativa actual. Sus obras pueden gustar más o menos, pero él sabe perfectamente cómo construir un relato, qué datos ofrecer y cuándo, qué funciona y qué no, cómo hacer avanzar la trama y cómo iniciarla. Stephen King es el mejor colocando el cuchillo para que sea utilizado cientos de páginas después. Esto es un poco lo que se encuentra en la primera entrega de la serie. Rápidamente la acción comienza. Si no sabes que la serie va sobre viajes en el tiempo, tardas pocos minutos en que te lo cuenten.

James Franco al rescate de la humanidad

James Franco es Jake Epping, el protagonista de esta adaptación. Jake es un profesor de unos estudiantes no muy motivados y que también da clases de alfabetización para adultos. Además, el personaje de Franco es escritor, otra constante de la obra de Stephen King, donde comparte oficio con los protagonistas de obras como 'Misery' o 'El resplandor'. El rol de Jake es el típico pez fuera del agua, un papel clásico en todas las artes narrativas y que, después de un primer sobresalto de incredulidad, en este caso funciona bien. ¿Es un profesor de instituto el más preparado para hacer de espía y salvar a J.F. Kennedy? Pues posiblemente no, pero una vez que entramos en esa premisa vamos hasta el fondo con ella.

Conocemos a nuestro protagonista escuchando un relato de uno de sus alumnos mayores. Es una historia sangrienta, llena de locura y muerte, parece escrita por Stephen King. El alumno es el bedel del colegio y lo que cuenta es una historia real que le sucedió, casualmente, en 1958. Con más sutileza o menos, pero el camino ya se va sembrando para posteriormente recoger los frutos. Posiblemente se pueda decir que todo va demasiado rápido, pero también se podría decir que es necesaria cierta velocidad para meter casi 900 páginas en 8 capítulos. Sinceramente, prefiero esto que hacer con 300 páginas 3 películas de 2 horas cada una como han hecho otros. Tenemos a Jake Epping y a Al Templeton (Chris Cooper) hablando sobre cómo funciona viajar en el tiempo pero todo esta preparado para que no se haga pesado. Al Templeton es el hombre que ha estado viajando en el tiempo. Todo empezó cuando compró la cafetería que regenta y, cosas de la vida, al entrar en el armario apareció en 1958 por arte de magia.

También hay momentos en los que la velocidad juega una mala pasada a '22.11.63'. Cuando Al Templeton le dice a Jake que tiene que viajar al pasado a matar a Kennedy, el personaje interpretado por Franco lo duda muy poco. Si cambias el pasado, el presente cambiará, algo que parece muy serio para aceptar la empresa tan rápidamente. ¿El mundo hubiese sido mejor si Kennedy no hubiese muerto? Pues realmente no se puede saber, pero por lo menos haber mirado en la Wikipedia algo de información sobre los viajes en el tiempo no le hubiese venido mal al bueno de Jake.

La madriguera máquina del tiempo

Jake y Al

¿Cómo funciona la máquina? La normas son sencillas y se explican rápidamente. Como suele pasar en este tipo de ficciones, el funcionamiento puede suscitar todo tipo de dudas y de críticas. Pero, de momento, nadie ha viajado en el tiempo por lo cual simplemente hay que aceptar las reglas que se proponen y punto. Eso sí, hay que exigir una cosa que es muy importante: que estas reglas no cambien según le venga bien a la historia. La madriguera, como llama coloquialmente Al Templeton al armario donde se producen los viajes del tiempo, tiene pocas normas:

-La máquina siempre viaja al mismo momento: 9 de septiembre de 1958.

-Cuando vuelves del pasado en el presente siempre ha pasado el mismo tiempo: 2 minutos. Da igual que hayas estado viviendo en el pasado 2 años, cuando vuelvas al presente solo habrán transcurrido 2 minutos.

-El pasado cambia el presente, pero si vuelves a viajar al pasado todo lo modificado en viajes anteriores desaparece.

Estas tres reglas básicas rigen el funcionamiento de la máquina. De nuevo, los responsables de la serie demuestran un conocimiento vasto del funcionamiento de la narración. Las normas no son citadas textualmente, saben que todo funciona mejor con acción y no con diálogo. La norma que dirige esta primera entrega es la famosa frase del cómico Goyo Jiménez: "No lo cuento, lo hago". Para qué te voy a explicar que los cambios en el pasado influyen en el presente, viaja al pasado y cambia algo y cuando vuelvas lo descubrirás. Simple, fácil, efectivo y entretenido para el espectador.

El pasado se niega a cambiar

jake coche

Desde el principio, con la sutileza propia de la serie, el pasado demuestra que se defiende de los cambios. Los intentos del pasado por defenderse van subiendo de nivel y cogiendo tintes un tanto psicópatas. Debe ser que la historia se quedaba sosa con un tío paseando por los años 50. Realmente le da más emoción al asunto, pero del mismo modo te hace preguntarte más qué hace ahí Jake Epping. Vale que un profesor acepte viajar un pasado y darse una vuelta por ahí, pero si una persona corriente nada más viajar al pasado vive varios actos que ponen en riesgo su vida creo que saldría corriendo y tapiaría la puerta del armario para no volver jamás.

Pero, a pesar de esto, la gran victoria de '22.11.63' es que cuando termina el capítulo te deja unas ganas tremendas de ver la siguiente entrega. La fluidez de la que hace gala la serie es una de las principales virtudes, pero muchas veces se convierte también en uno de sus puntos negativos cuando la velocidad no nos permite entrar en los motivos y todo pierde algo de coherencia. Habrá que ver cómo se desarrolla la serie, pero por lo visto hasta el momento Stephen King puede estar orgulloso de la adaptación de su novela.

Nota: 8

Lo mejor: La fluidez de su narración

Lo peor: Que la fluidez a veces se convierta en precipitación

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