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CRÍTICA

'Unbreakable Kimmy Schmidt': Así empieza la segunda temporada

Ellie Kemper y su siempre optimista Kimmy Schmidt regresan a Netflix con una nueva tanda de capítulos que no pierde las risas, pero sí un poco su frescura. El 15 de abril se estrena la segunda temporada.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 14 de Abril 2016 | 11:19
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Pocas sintonías se nos han quedado pegadas en cada rincón de nuestro cerebro como la de 'Unbreakable Kimmy Schmidt'. Ese remix que se mofaba de un pobre hombre que solo quiso contar cómo había vivido el rescate de un grupo de mujeres encerradas en un búnker por el líder de una secta era la carta de presentación perfecta para la nueva serie de Tina Fey y Robert Carlock. Es escucharla y uno se pone irremediablemente de buen humor (además de que se tirará cantándola varias horas seguidas). Ese es uno de los muchos aciertos que tuvo la comedia de Netflix, que vuelve en su segunda temporada queriendo afianzar su posición como la comedia más "feel good" de la actualidad.

Unbreakable Kimmy Schmidt

Hemos tenido la oportunidad de ver los seis primeros capítulos de esta tanda que llegará a los menús de la plataforma de streaming el 15 de abril, y hay que decir que la pelirroja que nunca se rinde vuelve con ganas de dar más guerra, aunque todo lo que vemos resulte bastante parecido a sus primeras aventuras fuera del búnker. Por suerte, tiene a Titus, Lillian y Jacqueline de nuevo a su lado para seguir dándonos momentos de lo más raros, pero de nuevo totalmente hilarantes.

La primera temporada nos dejaba con unos cuantos cliffhangers. Kimmy (Ellie Kemper) no podía estar con Dong, ya que este se iba a casar con una anciana para poder conseguir el visado de residencia. Titus recibía la visita de su ¡esposa! Y Jacqueline volvía a casa de sus padres para intentar recuperar sus raíces de nativa americana. En el punto de partida de esta nueva temporada, un momentáneo salto temporal, parece que Kimmy, por primera vez, se va a rendir. ¿Cómo ha llegado a este punto? Lo iremos descubriendo a medida que avanzan los capítulos, que siguen siendo una sucesión de situaciones exageradas o absurdas, pero con mucho corazón. Como la propia Kimmy. Cuando parecía que su vida estaba entrando en un callejón sin salida, sin trabajo y sin novio, al menos intenta ponerle solución a una de las dos cosas, e intenta trabajar en el lugar más maravilloso del mundo para ella: una tienda de artículos navideños abierta todo el año. Sí, Navidad los 365 días. Suena al trabajo perfecto para ella. Evidentemente, le esperan varios obstáculos que harían quebrar la fuerza de voluntad de cualquiera. ¿Pero y a la inquebrantable Kimmy?

Unbreakable Kimmy Schmidt

Por otro lado tenemos a Titus (Tituss Burgess), que además de lidiar con el problema de su pasado, volcará su aparición en esta temporada en darle una vuelta a su vida. Quiere ser un nuevo Titus, y sus tramas son de lo más variopintas, desde que el amor llame a su puerta hasta a tener que vérselas con un grupo de presión que le llamará racista por interpretar a uno de, según él, sus antepasados: una geisha. Una de las mejores historias de estos primeros capítulos, de esas que parecen totalmente descabelladas, y que luego encierran interesantes lecciones. Y, claro está, carcajadas.

El "millennialismo" ya está aquí

Otro de los arcos más interesantes es el de Lillian, que verá cómo su querido y asqueroso barrio se ve amenazado por la llegada de nuevos negocios e inquilinos muy modernos que quieren convertirlo en la nueva zona de moda entre los jóvenes de Nueva York. Oh sí, la gentrificación llega a 'Unbreakable Kimmy Schmidt'. Y eso no lo va a permitir. Aunque los chistes sobre los hipsters pueden estar un poco manidos, Carol Kane vuelve a estar que se sale en el papel. En este sentido tendrá un poco hasta al enemigo en casa, ya que Titus intentará sacar un poco de pasta alquilando el piso a una pareja de modernos (con aparición estelar de Zosia Mamet, Shoshanna en 'Girls') a través de Air Bnb. Ahora que Kimmy lleva fuera del búnker un tiempo, es hora de tratar temas de hoy, aunque algunos de ellos sean un poquito ya de ayer.

Unbreakable Kimmy Schmidt

Jacqueline, por su parte, es educadamente expulsada de vuelta a Nueva York por sus padres y la comunidad nativa americana, ya que (como era de esperar) molesta más que ayuda. Pero cuando vuelve se da cuenta de que ya no es la esposa de un ricachón. Esta sola, divorciada, y no le ha sacado casi nada en el divorcio. Esta temporada se afanará en recuperar su estatus y ayudar de paso a su comunidad con un gran evento benéfico. De nuevo, Jane Krakowski es de lo mejor de la serie, y sus interacciones con la inocente Kimmy son desternillantes. Anna Camp hace su aparición como una de las abejas reinas de la alta sociedad, y ojalá viniera para quedarse, porque es una perfecta amienemiga para Jacqueline. De ella destaco un fantástico capítulo en el que el doctor le ofrece una medicina para tener a su hijo tranquilito, porque dios nos libre de tener que educar a los niños cuando lo puede hacer una pastilla. Es una pena que la hijastra de Jacqueline (Dylan Gelula) no salga más a menudo, porque le ocurre igual que a su madre en la ficción, sus choques con Kimmy son geniales.

Unbreakable Kimmy Schmidt

Esta segunda temporada consigue mantener las grandes dosis de humor absurdo y desbordante optimismo que tenía la primera. A lo largo de estos capítulos asistimos a golpes muy certeros, como que Dong aprenda inglés viendo a las Kardashian (impagable su acento al imitarlas), o admitir que en Internet todos hablamos como Chandler de 'Friends' (es decir, con ironías constantes que normalmente los demás no pillan), utilizando en un episodio canciones de musicales como narración, o volviendo a tratar el tema de las sectas con humor. Quizás lo que se le puede achacar al regreso de la serie es que es exactamente igual que como se fue, no veremos ningún tipo de innovación o novedad. Algo que no es malo teniendo en cuenta que se consigue mantener el sentido del humor tan característico que encontraron en la primera temporada. Los fans seguirán enamorados de la pelirroja y su desbordante energía, y de sus compañeros de fatigas, a cada cual más loco. El que no se viera convencido por tanta ida de olla y tanta hiperactividad, no se verá convencido en esta segunda temporada tampoco. Pero para los que sí hicimos clic con la joven que perdió 15 años de su vida en un búnker, será una delicia reencontrarnos con ella. Ese chorro de optimismo y derroche de sentimiento frente a la adversidad es inimitable, y estando rodeados de dramas vestidos de "comedias", es siempre de agradecer media hora de barrabasadas de las que sí consiguen hacer reír. Y tengo la sensación de que la segunda mitad de capítulos nos va a traer un buen número de sorpresas y verdaderos golpes de efecto que quizás esta primera mitad no tiene, como más cameos o la presentación de la madre de Kimmy como gran giro argumental. Si tuvimos que esperar casi al final de la primera para descubrir ese maravilloso temazo que es 'Pinot Noir', mantengo la esperanza de que tengan un gran bis esperándonos más adelante.

Nota: 7

Lo mejor: Que siga siendo tan loca como la primera vez.

Lo peor: Que sea casi calcada a la primera vez.