å

CRÍTICA ECARTELERA

'7 diosas': el grito de la India enfurecida

'7 diosas' de Pan Nalin llega a las salas españolas el 22 de junio. Una propuesta india centrada en la figura de la mujer y sus conflictos actuales.

Por Roberto Cabanillas Trenado 22 de Junio 2016 | 18:47

Comparte:

¡Comenta!

Pan Nalin llega a nuestros cines este miércoles 22 de junio para presentar un material entretenido con fines reivindicativos: '7 diosas', un manantial de gags femeninos que se propone denunciar la situación de exclusión y abuso que sufre la mujer india utilizando para ello alguna que otra carcajada. Que tiemblen los grandes tiburones del Bollywood más rancio y estancado.

 Fotograma de '7 diosas' con sus protagonistas principales

El arranque de la cinta tarda poco en anunciar el mensaje que ésta se ha propuesto trasmitir. Diferentes mujeres explotan verbalmente ante un par de absurdos y descerebrados tipos con poco reparos a la hora de hacer uso del machismo más burdo y cruel. Tras una huida coral en tono cómico, pronto descubriremos que las afectadas no son otras que las protagonistas de esta historia. Un grupo de amigas que se reunirán más adelante en la paradisíaca playa de Goa durante un largo período de tiempo a propósito de la boda de una de ellas, Frieda, (Sarah-Jane Dias), joven fotógrafa que juega a esconder la verdadera identidad del afortunado con el que contraerá matrimonio.

A medio camino entre la comedia ligera y el drama social, '7 diosas' nos introduce en un mundo de sueños truncados, maternidades poco exitosas e ilusiones amorosas. Un universo que combina eficazmente episodios humorísticos con el cine más comprometido. Porque, aunque la primera mitad de la cinta avance con divertidas conversaciones sobre dildos o debates sobre la satisfacción sexual, poco a poco la historia va tejiendo una tragedia de grandes dimensiones. Prima hermana de 'La boda del Monzón', la propuesta del cineasta nacido en Guyarat nos acerca a un colorido escenario de belleza estremecedora que esconde en su interior un discurso no tan cálido y acogedor. Y en este sentido, la identidad estilística del autor (dominada por un tratamiento deslumbrante de la luz y un montaje ágil) se pone al servicio de una idea que nunca deja de apoyar aunque incluya situaciones cómicas: denunciar el rol de la mujer en la sociedad india y en especial las repetidas violaciones de las que ésta es víctima.

 Fotograma con una de las protagonistas de '7 diosas'

A pesar de que la fusión de géneros aleje a más de un espectador de esta cinta, cabe señalar que la mezcla funciona durante la mayor parte del tiempo. Si bien es cierto que '7 diosas' aprovecha más de una ocasión para colar algún que otra secuencia musical de más o para introducir tópicos narrativos (el final deja un poco que desear), en realidad estamos muy lejos de la juerga india más barata y banal. De hecho, el film recicla fórmulas cómicas que ya funcionaron en su momento dentro del escenario yanqui sin que nadie se quejase.

Porque en realidad sustituimos el divertido viaje en avión y las sofisticadas cenas de 'La boda de mi mejor amiga' por telas, especies y guitarras. Pero a fin de cuentas el resultado es el mismo: el desarrollo de un retrato buenrollista como telón de fondo para exponer a posteriori las preocupaciones y los conflictos emocionales que perturbarán a nuestras protagonistas. De hecho, y para sorpresa del espectador, cierta revelación a mitad de película hace que '7 diosas' se rompa con gusto y delicadeza dotando al discurso de cierta consistencia y complejidad.

Por otro lado, ya resulta significativo de por sí que la película plantee un retrato de la sociedad india desde un punto de vista femenino. Sobre todo si tenemos en cuenta que este acontecimiento se enmarca dentro de una cinematografía no especialmente acostumbrada a ello. Y aunque desde una óptica occidental uno pueda pensar que la película arriesga poco, incorrección política y descaro no le falta. Al menos dentro del contexto político que la vio nacer. Y es que este último trabajo de Nalin sufrió la censura por parte de un gobierno que eliminó en su estreno más de quince secuencias que consideraba ofensivas. Por supuesto, frases vinculadas con la religión, el sexo o la libertad fueron las principales víctimas de semejante destrozo dentro de su país de origen. Comentarios tan inocentes como "a mi también me toca que te mueres" o "chicas, creo que la comida viene hacia nosotras" quedaron fuera del montaje final.

 Fotograma de '7 diosas'

Ellas, el corazón de la cinta

En cualquiera de los casos, la película sería capaz de sobrevivir aunque solo incluyese dos frases. El responsable de ello no es otro que un desenfadado elenco que surgió como resultado de un arduo y ambicioso proceso de casting. Desde Frieda a Suranjana pasando por Laxmi o Pamela, todas ellas están fabulosas e increíbles. En realidad no es de extrañar que resulten desenvueltas y flamantes ya que que el premiado cineasta realizó una búsqueda exhaustiva casi sin precedentes: 200 jóvenes realizaron audiciones con el objetivo de conseguir un papel protagonista en la cinta. También es importante señalar que, al margen de las interpretaciones, supone todo un reto en términos narrativos dirigir con éxito las emociones del espectador hacia siete figuras protagonistas. En este sentido, no todas las historias independientes de todos los personajes funcionan igual de bien (la trama de la madre absorbida por su trabajo o la depresión experimentada por Mad ejem, se podría haber estudiado un poco más la verdad).

A grandes rasgos, la película de Nalin merece un visionado. '7 diosas' consigue alcanzar un equilibrio entre el cine de entretenimiento y el material de denuncia con el objetivo de demostrar que la sociedad india tiene bastantes deberes pendientes en lo que a igualdad se refiere. Un mensaje que tal vez perdurará en nuestra memoria gracias a una puesta en escena dominada por el ritmo y unas interpretaciones de gran calado.

Nota: 7/10

Lo mejor: La espontaneidad y frescura que desprenden las actrices principales. Irrepetible.

Lo peor: Una mezcla de géneros que cuaja de forma intermitente así como un excesivo metraje.