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CRÍTICA

'La estación de las mujeres': La unión hacia el progreso

Leena Yadav dirige este un magnífico y extraordinario alegato feminista en favor de la independencia y protección de las mujeres en la India. Presentada en el Festival de Toronto.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 21 de Agosto 2016 | 15:40
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La estadounidense Emily Dickinson, considerada una de las mejores poetisas norteamericanas de la historia, dijo: "Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos de pie". Leena Yadav es una cineasta comprometida con la realidad que vive la mujer en la India, muestra de ello es 'La estación de las mujeres', que se mostró en la Sección Presentaciones Especial de la 40ª edición del Festival de Toronto.

La estación de las mujeres

En un pequeño pueblo de la región noroccidental de la India viven cuatro mujeres atrapadas por las viejas tradiciones ancestrales del entorno son Rani, una mujer que ha sido viuda casi toda su vida y que quiere que su hijo Gulab, un chico sin oficio ni beneficio, se case para sentar la cabeza; Janki, la joven que se casará con Gulab; Lajjo, amiga de Rani y que es brutalmente maltratada por su marido debido a una supuesta infertilidad que, "evidentemente", es culpa de ella; y Bijli, una bailarina exótica local que, además, se ve obligada a satisfacer los deseos sexuales de los hombres de la comunidad. Sin embargo, hartas de la situación, las cuatro mujeres se unirán gracias a su amistad y sus deseos de libertad, enfrentándose una sociedad hostil.

Feminismo en la India

Es increíble que, en un breve lapso de tiempo, hayan llegado a España propuestas feministas sobre los problemas de la mujer en la India, uno de los países más machistas y patriarcales del mundo. Primero fue la bienintencionada '7 diosas', ahora con 'La estación de las mujeres', el mensaje se torna más profundo, siendo su cuarteto de actrices, sus detalles y sus matices, lo que hace de esta propuesta algo excepcional.

La estación de las mujeres

Yadav lanza un mensaje claro y directo a favor de los derechos de las mujeres en su país, criticando abiertamente la desigualdad y el horror al que se ven sometidas las mujeres en la India. La realizadora se atreve con un lenguaje explícito a la hora de abordar temas como el sexo, la dominación del poder de los hombres y toca temas tan duros como la violencia machista en el matrimonio, las bodas concertadas con niñas, abusos de poder, las violaciones, la prostitución y la necesidad de educar y enseñar en el sentido más extenso de ambas palabras.

La cineasta defiende como una leona a sus protagonistas, heroínas del día a día, que demuestran que las mujeres, unidas, pueden provocar grandes cambios, siendo las propias féminas las que, muchas veces, mantienen ese "arraigo ancestral" que desvaloriza a la mujer como persona. De esta lucha que muestra Yadav se evidencia lo cierto que puede ser lo que dijo la filósofa y escritora feminista Simone de Beauvoir: "El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos". Un mensaje de apoyo a esas mujeres que dicen que no y se levantan frente a un machismo opresor que, realmente, les teme.

Cuatro heroínas con una fuerza interior excepcional

La estación de las mujeres

Cierto es que Yadav peca de maniquea en su relato. No obstante, conviene recordar la nacionalidad de la obra y lo que cuenta. Para ello, dota de una energía y fuerza inquebrantable a sus cuatro protagonistas, cuatro mujeres de diferentes niveles sociales y procedencias, interpretadas magistralmente por Tannishtha Chatterjee, Lehar Khan, Radhika Apte y Surveen Chawla. Su mensaje está vivo, se siente en cada imagen que se ve y se acentúa en escenas en las que los detalles hacen que sean imposibles de olvidar.

Atrevida, apasionada, valerosa y llena de fuerza positiva, 'La estación de las mujeres' tiene un mensaje fortísimo, tanto como sus heroínas. Una película que se convierte en una joya de valor excepcional, lleno de un optimismo no idealizado, de esos que invita a actuar, a decir basta y rebelarse. Magníficamente rodada, estupendamente interpretada y con un mensaje que todas, y todos, deben ver.

Nota: 8

Lo mejor: Su mensaje es directo, sus actrices son excepcionales y sus detalles y matices sutiles.

Lo peor: Es algo maniquea, lo que provocará que cierto público la mire de forma escéptica.