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DIRECTOR INCLASIFICABLE

Las escenas más delirantes de la filmografía de Julio Medem

Repasamos la filmografía del cineasta vasco en busca de aquellos momentos surrealistas incluidos dentro de su peculiar universo.

Por Roberto Cabanillas Trenado 24 de Agosto 2016 | 17:45

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Nadie duda que Julio Medem es un cineasta con personalidad. Lo ha demostrado a lo largo de toda su filmografía. Ya sea por la estructura narrativa que adopta en sus películas, por los desoladores ambientes que recrea o por las extrañas obsesiones que suelen presentar sus personajes. El caso es que en rara ocasión sus producciones dejan indiferente al espectador.

 Fotograma de 'Caótica Ana'

Tal vez los oscuros acontecimientos que han marcado la vida del cineasta vasco hayan influido en sus peculiares gustos. Muchas de sus obras hablan del desencanto, del dolor o de las duras consecuencias de una pasión desenfrenada. Y utiliza para ello infinidad de metáforas y secuencias que escapan de lo clasificable. O al menos se alejan considerablemente de aquello que estamos acostumbrados a ver dentro de nuestra cinematografía. Para bien o para mal, Medem se ha ganado un merecido hueco dentro del panorama audiovisual español: es el responsable de algunas de las imágenes más poderosas y estimulantes que llegan a nuestra pantallas de cine.

Pero como todo buen poeta que se precie, Medem se permite alguna que otra licencia. Desde una narración más codificada o edulcorada a alguna que otra escena difícil de aceptar como verosímil. Y ahí es precisamente donde la comunidad cinéfila entra en conflicto. Para algunos se trata de un alumno aventajado que escapa de las rancias convenciones mientras que para otros nos encontramos ante un cineasta pretencioso que sucumbe a sus manías y desvaríos.

 'Los amantes del círculo polar' de Julio Medem

En cualquiera de los casos, merece la pena repasar su filmografía para rescatar aquellos episodios que más controversia o debate han causado entre los espectadores. Suelen ser secuencias que responden a las excentricidades de un autor con voz propia, lo que suele generar reacciones opuestas entre aquellos que las contemplan. ¿Poesía cinematográfica o incoherencia narrativa? Juzguen ustedes.

Las 8 escenas más raras de Julio Medem

El final con heces de 'Caótica Ana'

El final con heces de 'Caótica Ana'

El realizador donostiarra asumió en 2007 la tibia acogida de su film 'Caótica Ana' tanto por parte de público como de crítica. La cinta, protagonizada por una desconocida Manuela Vellés, proponía un enigmático y críptico viaje por los recuerdos de una joven sometida a terapias de hipnosis. Y el resultado -un cúmulo de episodios marcados por un estilo poético y una narrativa aparatosa- ofrecía un discurso un tanto intrépido, singular y extravagante.

Tal vez su final incluya una de las imágenes más poderosas y desconcertantes de la cinta. También una de las más incomprendidas; aquella en la que Ana protagoniza cierto episodio escatológico junto a un político americano en un hotel. Para algunos se trata de una forma un tanto burda de "cagarse" en la Guerra de Irak que sin lugar a dudas no queda justificada dentro de la narración (más bien corresponde a una especie de capricho innecesario por parte de su director) mientras que para otros espectadores se trata del broche perfecto a un discurso que habla sobre la liberación femenina frente al poder imperalista y destructor de lo masculino.

La botella de vino en 'Habitación en Roma'

La botella de vino en 'Habitación en Roma'

Para más de un espectador, la historia de amor recogida en 'Habitación en Roma' presentaba un fallo difícil de perdonar: el film ofrecía largas escenas de sexo narradas desde un punto de vista masculino. Pues y tal como sucedería tiempo después con Abdellatif Kechiche y 'La vida de Adèle', muchos fans consideraron que la mirada del cineasta dirigía las secuencias de carga sexual hacia prácticas alejadas de la realidad.

Tal vez se trate de una lectura exagerada y un tanto extrema. En cualquiera de los casos (y dejando al margen la posible representación distorsionada del sexo lésbico), a más de un espectador le llamó la atención cierta secuencia entre sábanas. Se trata de aquella en la que Alba (Elena Anaya) y Natasha (Natasha Yarovenko) plantean darse placer con una botella de vino vacía. Un acontecimiento que muchos consideraron ridículo y absurdo dentro de la trama.

El sueño del trío en 'La ardilla roja'

El sueño del trío en 'La ardilla roja'

Cualquier espectador que haya visto 'La ardilla roja' difícilmente podrá olvidar la secuencia del sueño de Lisa (Emma Suárez). Episodio en pleno paraje desértico que pondrá imagen al cartel de la película y que perdurará para siempre en la memoria de los seguidores del director vasco.

Si bien es cierto que numerosas películas de Medem contienen una fuerte carga erótica, el trío que presenciamos en esta secuencia adquiere uno de los tintes más surrealistas y oníricos que jamás se hayan presenciado dentro de nuestra cinematografía. En medio de un terreno árido azotado por el viento, contemplamos a Suárez subida encima de Nancho Novo mientras su inseparable compañero de reparto Carmelo Gómez busca el sexo de la joven desde la parte trasera de su pantalón. Una forma impactante y muy personal de reflejar el principal conflicto dramático de la cinta.

La peculiar niñera de 'Lucía y el sexo'

La peculiar niñera de 'Lucía y el sexo'

Medem manifiesta un profundo interés por investigar la faceta más oscura y salvaje de la conducta humana. Es por ello que los personajes de sus películas presentan un alto grado de complejidad psicológica y muchos sucumben al caos y la perversión. En este sentido, el personaje interpretado por Elena Anaya en 'Lucía y el sexo' ejemplifica muy bien esta cuestión.

En el quinto largometraje de Medem la palentina se pone en la piel de Belén, la joven encargada de cuidar de la hija del protagonista. Y para sorpresa de muchos, Anaya (y no Paz Vega) es la responsable de las escenas de sexo más sórdidas y extravagantes de la cinta. Porque recordemos que su personaje tiene una obsesión un tanto particular: masturbarse imitando las posturas de su madre Manuela, una actriz porno.

Madre devorada por los bichos en 'Los amantes del círculo polar'

Madre devorada por los bichos en 'Los amantes del círculo polar'

El punto de inflexión en la vida de Otto (Fele Martínez) viene marcado por la muerte de su madre (Beate Jensen). Eso sí, tras una separación emocional progresiva entre ambos, el protagonista se despide de la figura materna de una forma un tanto singular.

Un molesto e insistente ruido de moscas fuera de campo nos anticipa el dramático destino de la matriarca. Y a pesar de que Otto se niega a aceptar la realidad, el joven termina abriendo la puerta de la cocina en la que se encuentra la madre muerta. Y por supuesto se encuentra con el original pastel que Medem ha diseñado para él en 'Los amantes del círculo polar'. Porque aunque no veamos con claridad el rostro de Jensen, posiblemente recordemos su muerte en la ficción como de los fallecimientos más poéticos dentro de la historia del cine: comida por moscas.

Muerte por ataque de perro en 'Lucía y el sexo'

Muerte por ataque de perro en 'Lucía y el sexo'

Otra característica común al cine de Medem consiste en la incorporación de sucesos trágicos que desestabilizan la vida de los personajes. En el caso de 'Lucía y el sexo', uno de estos acontecimientos inesperados lo encontramos en la muerte de Luna (Silvia Llanos), hija de Lorenzo (Tristán Ulloa) y Elena (Najwa Nimri).

A pesar de que no tiene una traducción directa en imágenes, intuimos que la pequeña pierde la vida al ser atacada por un perro. Una forma un tanto bizarra de justificar la ausencia de una figura que reactivará la trama de los padres. Y es que basta con un ladrido fuera de campo y la imagen de un rottweiler acercándose a la puerta para decir adiós a la pequeña.

El personaje de Félix en 'La ardilla roja'

El personaje de Félix en 'La ardilla roja'

Carmelo Gómez da vida a una de las personalidades más extremas dentro de la filmografía de Julio Medem. Su naturaleza exhibicionista y agresiva provoca que nos regale uno de los momentos visualmente más fuera de serie dentro del universo del cineasta. Porque su personaje, Félix, es capaz de automutilarse con el objetivo de reconquistar a Lisa.

Se trata de uno de los momentos más tensos dentro del campamento de 'La ardilla roja'. Unas notas de piano anticipan que Félix cumplirá la amenaza que anuncia. Y ante el asombro y horror de los allí asistentes (de hecho un joven se desmaya) el hombre se corta un trozo de mejilla dejando al descubierto un rostro desfigurado. Mutilación que, por otro lado, no le impide conducir un coche en el que Nancho Novo se sube en marcha con más bien poco esfuerzo.

Masturbación al aire libre en 'Los amantes del círculo polar'

Masturbación al aire libre en 'Los amantes del círculo polar'

El concepto de naturaleza cumple una función esencial en 'Los amantes del círculo polar'. Se convierte en el principal testigo de esta arrebatadora historia de amor entre Otto y Ana dominada por una atmósfera fría e inquietante.

Una cuestión que se hace especialmente evidente en los momentos más apasionados de la pareja. Porque el bosque y sus elementos siempre están vivos y presentes contribuyendo a representar e intensificar los sentimientos de los protagonistas. En este sentido, podemos rescatar una secuencia que lleva esta idea a su máxima expresión: Otto adolescente (Víctor Hugo Oliveira) se masturba pensando en Ana mientras el aire sacude las hojas de los árboles. Una manera especial de representar el despertar sexual con una naturaleza embravecida como telón de fondo.