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VUELVEN LOS GALLAGHERS

7 razones por las que engancharte a 'Shameless (US)'

El pasado domingo se estrenó la séptima temporada de 'Shameless (US)', la serie que narra la vida de la familia más gamberra y desastre de Chicago.

Por Paula Martínez Sanz 8 de Octubre 2016 | 16:32

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Los fans de 'Shameless (US)' están de suerte, porque por primera vez en seis años no han tenido que esperar hasta enero para ver una nueva temporada de su serie favorita. Esta vez, los Gallaghers han vuelto antes de lo esperado, con una temporada que se estrenó el pasado domingo y que ha irrumpido, desde luego, con mucha fuerza.

Desde que se estrenara su primer capítulo el 9 de enero de 2011, 'Shameless (US)' no ha hecho más que crecer en seguidores. Algo tiene esta producción que la hace diferente, es tan divertida y emocional al mismo tiempo que nadie puede resistirse a ella, y ha conseguido que finalmente el público la quiera tanto como a su homónima y anterior versión británica, 'Shameless', finalizada en 2013.

 La familia Gallagher en 'Shameless (US)'

La serie narra la vida del clan Gallagher: seis hermanos que se han criado solos en un barrio pobre y peligroso del sur de Chicago ante el abandono de su madre, diagnosticada bipolar, y la actitud borracha y egoísta de su padre. La hermana mayor es la que sacará adelante a la familia, enfrentándose a los problemas más disparatados y recurriendo a métodos no siempre legales.

Si eres fan de la serie, o si no sabes si comenzar a verla a estas alturas, aquí te exponemos siete motivos por los que lanzarte a la aventura Gallagher, ya sea desde su inicio o a partir de esta séptima temporada. ¡Puedes unirte cuando quieras!

7 razones por las que engancharte a 'Shameless (US)'

Frank Gallagher

Frank Gallagher

Un maravilloso William H. Macy da vida a la figura paterna más desastrosa de la historia de la televisión. Frank Gallagher no puede pasar ni siquiera la mañana sin su pinta y su chupito de JB, su lugar favorito en el mundo es El Alibi, bar de perdedores del barrio, y si le mencionas a sus hijos no se acuerda de todos sus nombres. Borracho y egoísta, no le importa mentir, estafar al gobierno, apostarse un hijo, vender su cuerpo, transportar droga o aprovecharse de moribundos con tal de conseguir dinero o bebida.

Frank aporta los momentos más divertidos de cada capítulo así como los discursos más memorables, y H. Macy es capaz de reflejar de manera tan formidable ese desastroso y alcoholizado existir que a menudo nos olvidamos de que estamos viendo una ficción televisiva y pensamos que estamos sentados junto a un pobre borracho que no para de gritar ¡"otro whiskey doble"!

El continuo fluir de problemas y sorpresas

El continuo fluir de problemas y sorpresas

En Shameless todo es posible, todo. Desde el capítulo uno se van sucediendo momentos tan extravagantes y políticamente incorrectos que, si bien al principio nos dejan con la boca abierta, nos hacen reír y cabecear con el paso de las temporadas según vemos crecer a esta familia.

Los embarazos adolescentes, el fetichismo anal de una agorafóbica, la prostitución con moribundos, los triángulos sexuales con madres e hijas, los trasplantes de órganos ilegales, los bebés asiáticos con síndrome de Down, los tiroteos caseros, el cáncer o fisura ósea como chantaje y los encarcelamientos de menores son solo algunas de las cosas que podemos encontrar en esta dramedia, capaz de mantener el ritmo y el interés del espectador prácticamente en cada segundo.

La relación entre los hermanos

La relación entre los hermanos

Fiona (Emmy Rossum), responsable de cinco chicos a la fuerza y amante del caos; Lip (Jeremy Allen White), inteligente y hábil conquistador; Ian (Cameron Monaghan), sensible y víctima de su condición sexual y mental; Debbie (Emma Kenney), adolescente sobre-hormonal demasiado adelantada para su edad; Carl (Ethan Kutkosky), delincuente amante de la violencia, y el pequeño Liam, que seguro que pronto empieza a liarla.

Todos ellos forman un tandem maravilloso, un sexteto que unas veces funciona y otras no, pero que siempre consigue reencontrarse a sí mismo. Crecer solos no es nada fácil, hubo y habrá muchos problemas entre ellos, pero, como ellos siempre dicen, "Un Gallagher es un Gallagher". Por la familia, todo.

Los maravillosos vecinos

Los maravillosos vecinos

'Shameless (US)' no sería lo mismo sin Kevin (Steve Howey) y Verónica (Shanola Hampton), los vecinos divertidos y ocurrentes que siempre están al pie del cañón para echar una mano (o ayudar a cagarla más) con lo que sea. La enamoradísima y cañera pareja interracial ha tenido sus idas y venidas durante toda la serie, pero siempre ha sido un apoyo principal para la familia protagonista.

Es más, son muchas las veces en las que sus subtramas salvan capítulos. Su humor, su desapego, su estilo de vida, el que aparezcan terceras personas, el 'holy shit!' de Kevin que ya es un hito, sus mutuos esfuerzos por no liarla que nunca dan su fruto... La cosa se enreda más cuando entra en escena Svetlana (Isidora Goresther), una prostituta rusa que deja perplejos a todos con su ruda inteligencia superior.

Lo agridulce de sus capítulos

Lo agridulce de sus capítulos

En 'Shameless (US)' se pasa mal. Y nosotros lo pasamos mal. Cuántas veces habremos visto a la bella Fiona llorar, maravillosamente interpretada por Rossum. De impotencia, rabia, desamor, amor, dolor. Sus hermanos no se quedan atrás, para ninguno de ellos la vida es fácil, y ese dolor suyo traspasa la pantalla y llega de forma muy limpia al espectador. Incluso Frank, cuando le toca, sufre.

Sin embargo, la serie también tiene su cara totalmente opuesta. Son muchos los giros divertidos y ocurrentes los que los guionistas introducen para, en el momento justo, arrancarnos una sonrisa o una carcajada, aunque justo un minuto antes estuviéramos lamentándonos. Al final, aunque haya mucha desgracia, los Gallaghers siempre acaban sonriendo. Como la vida misma.

Su cultura y adoctrinamiento

Su cultura y adoctrinamiento

Puede parecer paradójico, pero en medio de ese caos, desorden e incorrección que es 'Shameless (US)', se encuentra toda una enseñanza que, como buen producto cultural que es la serie, el espectador puede integrar e incorporar a su día día. No bromeo. ¿Qué otra cosa más que la amistad, el amor fraternal, la lealtad, la lucha, la superación y el creer en uno mismo nos enseña esta ficción?

Sí, también nos enseña cómo no hay que cagarla. Los efectos de las drogas duras, los embarazos a destiempo, la violencia y todas las locuras que hemos podido presenciar a lo largo de seis temporadas no son nada recomendables, pero nos han servido para observar la realidad de muchas personas en todo el mundo. Una vez hemos conocido todo esto, quizás en algún momento estemos a tiempo antes de tomar una decisión.

Su estilo "Boyhoodiano"

Su estilo "Boyhoodiano"

'Shameless (US)' comenzó a rodarse en 2010, y es increíble lo que han crecido sus protagonistas (especialmente los más pequeños) desde entonces. El que una serie sea tan larga y rodada a tiempo real, sumado a que sus protagonistas sean niños que van creciendo, recuerda a 'Boyhood', esa película rodada en 12 años con los mismos actores que cambió las reglas de la cinematografía. Le cojas más o menos cariño a un personaje, es imposible desear que lo interprete otro actor (esperemos que no pase).

Hemos seguido de cerca la vida de cada Gallagher: su primera vez en el instituto o universidad, su primera relación sexual, su primer amor, su primer trabajo, su primer contacto con las drogas, sus primeras dudas y frustraciones, su primera pelea... De alguno, hasta su primer paso o palabra. Además, parece que tenemos Gallaghers para rato, ya que son 11 las temporadas que tuvo su predecesora británica. Si aún nos quedan cuatro años de esta maravilla de serie, ¡disfrutemos de ello!