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CRÍTICA

'Maggie's Plan': El humor del desamor

Rebecca Miller dirige 'Maggie's Plan', protagonizada por Greta Gerwig, Ethan Hawke y Julianne Moore. Una comedia dramática sobre las relaciones de pareja.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 28 de Octubre 2016 | 12:50
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Para su quinta película, la directora Rebecca Miller da un giro a su filmografía para ofrecer una comedia dramática con ciertos tintes de sátira. Tras ahondar en las relaciones intergeneracionales en 'La vida privada de Pippa Lee' y las familiares en 'La balada de Jack y Rose', con 'Maggie's Plan' la directora ahonda en las relaciones sentimentales pero con un toque cómico con el que ha contado con una protagonista hecha para el papel: Greta Gerwig.

Maggie's Plan

Maggie es profesora y directora de empresas para estudiantes de arte y diseño en la universidad. Su deseo es ser madre pero no ha encontrado a la pareja ideal, sus relaciones sentimentales no han durado más de seis meses, así que decide inseminarse y convertirse en una madre soltera. Es en ese momento cuando conoce a John, un profesor de antropología que trabaja en la misma universidad que ella y que está casado con Georgette, una catedrática en la Universidad de Columbia y que es fría y ensimismada en su trabajo. Entre ambos surgirá la chispa del amor, lo que cambiará completamente los planes de Maggie.

Greta Gerwig vuelve a brillar

Rebecca Miller logra crear una película equilibrada entre el drama propio de su protagonista femenina, una mujer que desea ser feliz y se da cuenta que tiene una vida aparentemente estable con la que no se siente bien, y la comedia, creando situaciones realmente cómicas como cuando Maggie está a punto de inseminarse en casa y tocan el timbre. Para ello ha contado con la actriz del momento del cine independiente: Greta Gerwig. La actriz de 'Frances Ha' y musa de Noah Baumbach ha logrado, en cada personaje, ser ella misma pero con diferentes matices, provocando que en cada nuevo papel, Gerwig consiga sorprender por su espontaneidad y su magnífica habilidad de, ante situaciones bastante serias, provocar una sonrisa en el espectador y reducir la carga dramática del momento pero sin perder la solemnidad de ese instante.

Maggie's Plan

A su lado están Ethan Hawke, con un papel más deslucido pero que sirve para hacer énfasis sobre las relaciones amorosas, la crisis del hombre cuando llega a la mediana edad y en el que se muestra contenido ante el duelo interpretativo entre Greta Gerwig y una estupenda Julianne Moore, que tiene el papel de la gélida y distante Georgette. Ambas tienen un estilo diferente de actuación, lo que provoca momentos realmente interesantes en los que la película brilla gracias a unos personajes inteligentes pero que no se toman tan en serio como una película dramática.

Interesante reflexión sobre las relaciones de pareja

Este triángulo amoroso no es sólo un ejercicio de interpretación, sino también una estupenda propuesta sobre las relaciones sentimentales del presente, sobre lo que mueve a un personaje a enamorarse, desenamorarse o plantearse su propia vida a solas. También hay ciertos momentos de crítica social, especialmente en los que se muestra la fragilidad económica de los profesiones que trabajan en áreas relacionadas con las ciencias sociales, todo ambientado en un ambiente urbano, burgués y neoyorquino que puede mostrar su lado más amable como también el más inhóspito.

Maggie's Plan

Gracias a esa vis cómica, que recuerda a la de Noah Baumbach en 'Mientras seamos jóvenes', a Woody Allen en 'Manhattan' o incluso a comedias parisinas como 'La delicadeza' o 'Juntos, nada más', Miller firma su película más brillante, con heroínas del día a día, personajes en clave femenina poco vistos en el cine y que, como en esta ocasión, logran darle al espectador un momento agradable que invita a la reflexión, convirtiendo a 'Maggie's Plan' en un estupendo ejemplo de comedia dramática independiente.

Nota: 8

Lo mejor: Sus actuaciones, Greta Gerwig y Julianne Moore deslumbran con su duelo interpretativo.

Lo peor: Mirarla como si fuese una otra cinta indie americana más.