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PRECRÍTICA

'Traidor', más que un título menor

Guy Pearce y Don Cheadle protagonizan este digno puzzle de espionaje, contraespionaje, terrorismo y operaciones encubiertas en el que nada es lo que parece.

Por Óscar Martínez 27 de Marzo 2009 | 09:58

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Dirigida por Jeffrey Nachmanoff y guionizada por el propio Nachmanoff y -atención- Steve Martin, 'Traidor' llega a nuetras cartelers a principios de diciembre, siendo un título más en la creciente proliferación de filmes de intriga/espionaje con Oriente Medio y el consecuente terrorismo de por medio.

Protagonizada por Don Cheadle, Guy Pearce, Jeff Daniels, Neal McDonough, Archie Panjabi, Alyy Kahn y Said Taghmaoui, Traidor cuenta la historia de Samir Horn, un agente de la CIA que está infiltrado en un grupo terrorista, pero que terminará siendo sospechoso de haberse pasado al enemigo. Por su parte, Roy Clayton es el agente del FBI que investiga su caso y destapa la presunta traición. Comienza así un complejo puzzle de espionaje, contraespionaje y operaciones encubiertas en el que nada es lo que parece.

Más que un producto menor

Retrasada desde el pasado 5 de diciembre, por fin llega a nuestras salas esta cinta -a priori- menor que, por contra, resulta más que interesante a pesar de sus innumerables tópicos.

Lo cierto es que un servidor es de los que opina que el propio exceso de información actual nos lleva irremediamente a un estado de desinfomación -amén de la propia manipulación, por supuesto-, por lo que considero que casi nadie puede saber a ciencia cierta qué tópicos son reales y cuales ficticios, sean éstos más o menos manidos. Ciertamente, el adoctrinamiento jihadista pasa por el irremediable filtro de la exacerbación de la fe o la propia incultura, pero por muy tópicas que nos resulten ciertas imágenes, éstas no tienen por qué dejar de ciertas, al menos, en buena medida.

Quizá por eso 'Traidor' deba verse con cierta conmiseración, pues su retahíla de tópicos es casi inagotable, si bien tanto su construcción, como su tempo narrativo, como buena parte de sus diálogos, hacen de ella un producto apetecible. Siguiendo los pasos del cine de espías tradicional, y con la sombra de los libros de Frederick Forsyth y, sobretodo, John Le Carré planeando en el horizonte, 'Traidor' es un título fragmentado en dos claras partes, la primera de las cuales nos muestra el supuesto adoctrinamiento -revelado finalmente como infiltración- del personaje al que da vida Don Cheadle y que nos lleva desde Afganistán a Marsella, pasando por la Costa del Sol, y un tramo final afincado ya en Estados Unidos que sirve los parámetros del thriller de acción.

Dejando a un lado los tópicos anteriormente mencionados, cabe destacar de 'Traidor' la lectura que realiza en torno a las células terroristas y los individuos que la conforman, humanizando a sus componentes y concediéndoles cierta lógica más allá del mero fanatismo religioso. Dicho aporte queda bien patente en los personajes interpretados por Saïd Taghmaoui, sin duda lo mejor de la película con diferencia, y Alyy Khan, claro ejemplo de la contraposición social, cultural y, por ende, ética, entre dirigentes y peones. Por otro lado, el punto de vista occidental resulta, si cabe, más manido que su opuesto, con unos Guy Pearce y Neal McDonough que, a pesar de su solvencia, se encuentran demasiado próximos a un innecesario y prototípico poli bueno poli malo que les resta cierta credibilidad.

A pesar de todo ello, 'Traidor' resulta ser una película más que entretenida, cautivadora ya desde sus primeros pasos y verdaderamente amena en su visionado a pesar de su previsible entramado, y es que el triunfo de la película de Jeffrey Nachmanoff recae, curiosamente, en la forma, y no en el fondo, algo inusual en un thriller de espionaje.