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CRÍTICA

'La autopsia de Jane Doe': Siniestro análisis forense

André Øvredal dirige 'La autopsia de Jane Doe', protagonizada por Brian Cox y Emile Hirsch. Premio Especial del Jurado del 49º Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 13 de Enero 2017 | 12:23
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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El cine de terror tiene sus cánones y es muy difícil salirse de los patrones ya establecidos. En estos últimos años se han visto notables excepciones como 'Expediente Warren' o 'Babadook'. Como parte del Sitges Tour A Contracorriente, llega 'La autopsia de Jane Doe', una película que va a caballo entre lo comercial y lo autoral y que se alzó con el Premio Especial del Jurado en el 49º Festival de Cine Fantástico de Sitges.

La autopsia de Jane Doe

El cuerpo de una mujer sin identificar aparece en medio de la escena de lo que ha sido una auténtica masacre familiar. Todos los miembros de la familia han muerto de manera muy extraña. Mientras se investiga el caso, la policía envía los restos de la joven desconocida a la morgue de Tommy Tilden que, junto con su hijo Austin, ejercen de forenses para el pueblo. Mientras van descubriendo las causas de la muerte, sucesos extraños empiezan a ocurrir en la funeraria familiar. Conforme vayan sabiendo más cosas del cadáver, el mal irá haciendo mayor acto de presencia.

Claustrofóbico escenario

El director noruego André Øvredal ejerce de maestro de ceremonia de un relato tenebroso, especialmente durante su presentación y descubrimiento de las causas de la muerte de la misteriosa desconocida. Con guión escrito de Ian B. Goldberg y Richard Naing, la película es turbia y escalofriante desde el inicio, especialmente por su apuesta de ir mostrando el proceso de la medicina forense en un ambiente tan escabroso como es el que se crea. La atmósfera es opresiva, una clásica casa antigua con muchos pasillos y de aspecto tétrico. La cinta desprende ese aroma a terror en el que no se sabe qué puede ocurrir, en el que cualquier elemento se puede convertir en letal.

La autopsia de Jane Doe

Junto con una magnífica ambientación, el diseño de producción es obra de Matt Gant y la dirección artística de Astrid Sieben. Aunque haya momentos con pequeñas apariciones de secundarios, la cinta deja caer todo el peso en los hombros de Brian Cox y Emile Hirsch. El veterano actor está espléndido en su papel de padre y médico que desea averiguar la verdad de lo fantástico con métodos científicos, a su lado un correcto Hirsch, que regresa a la palestra tras sus problemas legales.

Brian Cox y Emile Hirsch están magníficos

Sin embargo, lo que hace que 'La autopsia de Jane Doe' no sea una cinta redonda es su último acto. Pese a tener una magnífica presentación en la que los sonidos son los principales agentes del terror, la película decae en un previsible final que desluce la cuidada ambientación y unas estupendas interpretaciones, recordando lo que sucedió con 'Oculus: El espejo del mal'. No obstante, esta película la supera gracias a que, pese a resultar demasiado evidente cómo será el desenlace, logre ser lo suficientemente escabroso para, al menos, llamar la atención al espectador.

La autopsia de Jane Doe

'La autopsia de Jane Doe' es un estupendo largometraje de terror, clásico y capaz de crear una claustrofóbica atmósfera gracias a una genial ambientación, como también unos personajes bien construidos e interpretados. Cierto es que no supone la reinvención del género, pero dará el mismo miedo. Una demostración de que no hace falta recrearse para causar el pánico. Terroríficamente notable.

Nota: 7

Lo mejor: Un primer acto hipnótico, claustrofóbico y tremendamente terrorífico.

Lo peor: Su última parte resulta predecible.