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'Buscando a Dory', la historia de un pez "extranjero", es la primera película vista en la Casa Blanca durante la era Trump

La historia de Dory, un pez que entra ilegalmente en las aguas de Estados Unidos, es la primera película que se ve oficialmente en la Casa Blanca durante la era Trump.

Por Sandra Sánchez Guerra 30 de Enero 2017 | 13:12

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Si Dory lo intentase hoy, probablemente no lo conseguiría. Tendría las fronteras de las aguas estadounidenses cerradas y su lugar natal ya no existiría, pues ya sabemos que a Trump lo del efecto climático no le importa mucho y que su proyecto de país no pasa por acoger con las aletas abiertas a los extranjeros, menos todavía si profesan una religión distinta. Sin embargo, casualidades de la vida o no, 'Buscando a Dory' es la primera película que se ha podido visionar en la Casa Blanca durante la recién estrenada era Trump, tal y como cuenta The Guardian.

 'Buscando a Dory'

Debe ser que Donald Trump es un cachondo y por eso la historia de un pez que se recorre las aguas de medio mundo, desde la Gran Barrera de Coral australiana hasta adentrarse "ilegalmente" en un Instituto de Vida Marina ubicado en California, es el primer largometraje que se ha visto en la Casa Blanca con él de presidente. ¿Habrá conseguido Dory ablandar el veto de Trump? ¿Se le habrá pegado la pérdida de memoria del pez cirujano azul y ya no se acuerda de que ha cerrado las fronteras a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana?

Albert Brooks, actor que da voz a Marlin en la versión original de 'Buscando a Dory', no pudo contenerse ante tanta ironía de la vida y tuiteó el extraño caso, digno de 'Expediente X', que se ha dado en la residencia oficial de presidente: "Qué extraño que el presidente esté viendo hoy 'Buscando a Dory', una película sobre reunirse con la familia cuando él lo está impidiendo en la vida real". Por su parte, Ellen DeGeneres, que dobla a Dory, también ha condenado la restricción para viajar que el multimillonario ha puesto en marcha. "Para mí, América es grande por toda esa gente que viene aquí. No a pesar de ellos", escribió desde su cuenta en la red social.

"P.D. Mis abuelos eran inmigrantes. La mujer que ahora mismo nos está haciendo pizza es musulmana. Estoy agradecida por todo ello. No a la prohibición".

"Trump está viendo hoy 'Buscando a Dory': la historia de una extranjera entrando en Estados Unidos sin autorización para reunirse con sus padres. #Ironía".

Tiene cosas mejores que hacer

Para nuestro pesar, el jefe de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, nos "cortó el rollo" y aclaró después que no, Trump no había tenido tiempo de ver cómo Dory consigue reunirse con su familia de nuevo porque debía dedicarse a sus deberes como nuevo presidente de la nación estadounidense. "En realidad, estuvo durante unos 60 segundos recibiendo y dando las gracias a las esposas y niños del equipo de la Casa Blanca que vinieron y luego volvió al trabajo para una llamada con Corea del Sur", matizó Spicer. Una oportunidad perdida, al menos 'Buscando a Dory' no tendrá que pasar por el mal trago de no poder ir a la ceremonia de los Oscar 2017.

Todo lo que tienes que saber de Hank, de 'Buscando a Dory'

Un superhéroe de siete tentáculos

Un superhéroe de siete tentáculos

A medida que investigaban los pulpos, se quedaban más y más alucinados con sus capacidades. Por ejemplo, sabían que algunos tenían la habilidad de camuflarse cambiando de color, pero descubrieron otro tipo que, además, podía modificar su textura en segundos para que al tocarlo imitara la textura de lo que tenía a su alrededor, por ejemplo que pareciera rugoso como una piedra. Qué decir esa movilidad casi ilimitada que les permite colarse por cualquier rendija o adoptar la forma de cualquier recipiente en el que intenten meterse. Los han llegado a considerar superhéroes por la cantidad de "superpoderes" que tienen.

Un cascarrabias

Un cascarrabias

Con Hank quisieron diseñar un personaje que pareciera mayor y cascarrabias, pero del que te puedas encariñar. Tomaron como una especie de modelo a Bud Luckey, diseñador de personajes en Pixar.

En la versión original tiene la voz de Ed O'Neill, que interpreta a Jay Pritchett en 'Modern Family'. Quién mejor que él para interpretar a un anciano con mal humor.

Por la boca muere el pulpo

Por la boca muere el pulpo

Una de las cosas que más quebraderos de cabeza les dio en el diseño de Hank fue la boca, porque los pulpos la tienen debajo del cuerpo. Llegaron a plantearse "hacer trampas" y ponerla de frente, pero buscaron otras alternativas, como dejarla debajo, algo que descartaron porque "dificultaría la narración", según explica Mike Stocker, supervisor de animación. Al final intentaron hacer trampas lo menos posible y convirtieron los pliegues de la parte de abajo de su cuerpo en una especie de bigote que se mueve cuando Hank habla. Una solución salomónica.

Al no tener la boca como elemento principal, volcaron gran parte de la interpretación de Hank en sus ojos. También aprovecharon sus habilidades, para darle personalidad. Por ejemplo, dada su capacidad de camuflaje, apaga siempre las luces al entrar en las habitaciones y se mueve siempre entre las sombras.

Siete tentáculos, siete problemas

Siete tentáculos, siete problemas

Los tentáculos les dieron bastantes quebraderos de cabeza. Aunque ya habían trabajado con ellos en 'Monstruos S.A.', en esa ocasión solo eran elementos decorativos o secundarios, con Hank son parte principal del movimiento de Hank. Resulta que encontraron un gran ejemplo de lo que querían, esa sofisticación y esas curvas, en Kah de la versión animada de 'El libro de la selva'. Lo tomaron como punto de partida.

Para conseguir el realismo que querían para los tentáculos de Hank, se marcaron una serie de normas que les hiciera el trabajo más fácil. Buscarle "codos" a Hank y llegar a la conclusión de que no siempre hay que enseñarlo todo (si hay tentáculos que pueden "esconderse" de alguna forma, es un tentáculo menos que animar, y eso que Hank ya tiene solo siete) fueron dos de las principales normas que adoptaron. También tuvieron que resolver el problema de que el cuerpo del pulpo se mueve como un conjunto, es decir, si mueve un tentáculo, todos los demás se mueven de alguna manera. Tardaron entre 6 y 8 meses en tener la primera escena de Hank lista. Fue el personaje más complicado de animar, pero ha sido el más gratificante.

En sus (muchas) horas de pruebas con la marioneta digital de Hank, probaron todo tipo de movimientos y situaciones, intentando trazar la línea que, de cruzarse, convertiría a Hank en una caricatura. Como, por ejemplo, que tensara dos tentáculos y los usara como piernas para correr.

Para las ventosas diseñaron un software específico para aprender cómo funcionaban en los pulpos reales y adaptar el movimiento a la animación.

¿Dónde está Hank?

¿Dónde está Hank?

Con el camuflaje tuvieron menos problema porque las células de los pulpos van modificándose como si su piel fuera un mosaico hecho de teselas, y ya de por sí quedaba como un efecto espectacular visto en cámara lenta. "No teníamos que inventar la rueda, para qué mirar más lejos de la naturaleza", explica Jeremy Talbot, supervisor de personajes. Así, crearon una trama de mosaico para su piel e implementaron el mismo efecto de cambio de color que los pulpos reales a Hank.

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