Muere Richard Portman, jefe de sonido de 'Star Wars' y 'El padrino', a los 82 años

'Star Wars' no podría llamarse así de no haber batallas en el espacio exterior. A la leyenda han llegado naves como el Halcón Milenario, el Ala-X, o los Cazas, Bombarderos e Interceptores TIE. Cada una de ellas posee sus propias características: armamento, tamaño, límite de tripulantes. Podemos recordar cómo el pequeño Anakin era capaz de derribar a la Confederación bajo los mandos de un N-1 en el Episodio I, las aventuras del Halcón Milenario en la Trilogía Clásica o el Episodio VII, o innumerables naves capitales, repletas de soldados y cazas listos para la batalla.

El bláster es el arma más común en el Universo 'Star Wars'. Dispara ráfagas luminosas de energía que son muy dañinas y letales. Los blásteres tienen infinidad de variantes, referidas a su tamaño, cadencia, potencia, precisión... Su problema más frecuente era el recalentamiento, a causa de las altas temperaturas que el plasma produce en sus disparos. Había blásteres en vehículos y cazas, pero lo más usual era ver los que portaban rebeldes, stormtroopers, droides o personajes emblemáticos como Leia Organa o Han Solo.

Los hay de todo tipo, tamaño, labor... Difícil quedarse con solo uno. Por un lado tenemos a los droides técnicos, que se encargan de labores de mantenimiento como R2-D2, R4-P17 o su modelo más moderno, BB-8. Por otro lado, también se encuentran los androides de protocolo, que se encargan de otorgar servicios a sus amos, como así hacía C-3PO. Otro grupo importante son los droides de combate, superdroides, droidekas... Un ejército de Inteligencia Artificial capaz de causar estragos. Tampoco nos olvidamos de los míticos droide Gonk o Droide PK.

Es un arma que pocos se atreven a empuñar, por la destreza que requiere y por la responsabilidad que recae sobre su portador. Es considerado el arma más noble para batirse en duelo, y por ello, los caballeros Jedi y los Sith los utilizan para entablar combate, donde el guerrero más diestro con la espada láser se alzará como vencedor. El láser de sus espadas puede obtener varios colores, los cuales suelen estar asociados a sus respectivos bandos: mientras que colores como el verde o el azul eran usados por los Jedi, los Sith poseían un halo rojo en sus sables láser.

No estará la Tierra, pero tenemos una variedad de planetas que nos hacen olvidar de nuestro querido globo terráqueo. Tenemos Coruscant, Mustafar, Khashiikk, Naboo, Taatoine, Dagobah, Jakku, Endor, Javin... Cada uno de ellos comparten ser planetas habitables, aunque sus condiciones varían muchísimo: mientras tatooine o jakku son calurosos y desérticos, Hoth está siempre sepultada bajo la nieve, mientras que Kashyyyk o Endor están repletos de vegetación y altos árboles. También existían satélites naturales habitados, como el caso de Yavin 4. La riqueza planetaria de la galaxia se podía apreciar por todas partes.

Ewoks, wookies, geonosianos, jawas... Son innumerables las distintas especies que pueblan la galaxia y que aparecen a lo largo y ancho de la saga 'Star Wars'. Distintas anatomías, inteligencia, fuerza, tamaño... Los hay para todos los gustos y cada uno puede quedarse con su especie favorita. Eso sí, no os culpamos si no conocéis a los inquietantes seres que suelen estar tomado algo en las cantinas de los diversos planetas. Eso sí, nunca les miréis a los ojos, y por nada del mundo os atreváis a mantenerles la mirada.

"El miedo es el camino hacia el lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento al lado oscuro". Estas palabras se las dijo Yoda por primera vez a Anakin Skywalker, cuando éste estaba a punto de iniciar su instrucción Jedi como Padawan. El camino al Lado Oscuro es fácil si te dejas llevar, mientras que intentar abandonarlo resulta prácticamente imposible. El Lado Oscuro es poderoso, y fue capaz de arrastrar a Anakin Skywalker, considerado El Elegido, a ser uno de los villanos más malévolos de la historia como Sith bajo las órdenes del Emperador Palpatine, también llamado Darth Sidious. El mismo camino se le ha visto recorrer a Kylo Ren en el Episodio VII; nieto de Anakin e hijo de Leia y Han Solo.

Uno de los momentos más trepidantes, siempre presentes en la saga, es el duelo de sables láser que pone desenlace a la película. Hemos podido ver a Ben (Obi Wan) Kenobi enfrentarse a Darth Vader, a Luke Skywalker perder una mano contra su padre, a Darth Vader redimiéndose de su oscuridad, asesinando al Emperador Palpatine, a Qui-Gon y Obi Wan enfrentándose al habilidoso Darth Maul, a Yoda enfrentándose al Conde Dooku en Geonosis, o la terrible lucha entre maestro y alumno que tuvieron Obi Wan y Anakin en Mustafar cuando el joven pasó al Lado Oscuro.

¿Existe alguien que nunca haya escuchado la banda sonora de Star Wars? Probablemente sí, pero sería como encontrar una aguja en el desierto de Tatooine. Desde el opening hasta la marcha imperial, pasando por las decenas de piezas que todos los fans podemos reconocer con facilidad, la banda sonora de 'Star Wars' es sencillamente una de las más emblemáticas de las últimas décadas del cine. Si a eso unimos la introducción inconfundible de la saga, nos encontramos con una serie de aspectos que son sencillamente inigualables.

Lo impregna todo, está presente en todos los objetos con vida, y algunos privilegiados están capacitados para manejarla a su antojo. Sin embargo, corre en la conciencia de cada uno si se usa con fines nobles o malévolos. Esa es la gran dicotomía de la fuerza, presente tanto en el Lado Luminoso como en el Lado Oscuro. Una guerra entre el bien y el mal cuyo origen se desconoce y su desenlace es incierto. Lo único que se sabe con certeza es que siempre habrá quien la use bajo la filosofía Jedi y, por contraparte, bajo la filosofía Sith.