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CRÍTICA

'Ira': La venganza desde las entrañas de la naturaleza humana

Jota Aronak se estrena en los largometrajes con 'Ira', protagonizada por Nacho Marraco, Urko Olazabal y Roberto Mori. En cines desde el 3 de marzo.

Por Diego Alfonso Pizarro Da Costa 3 de Marzo 2017 | 13:53

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El cartel de la película deja una pregunta muy fácil de hacer y muy difícil de responder: "¿Matarías al asesino de tu hijo?", esta cuestión se puede extrapolar a si serías capaz de cometer un asesinato de una persona muy querida. Jota Aronak dirige y escribe 'Ira', una película que entremezcla el formato de documental y documental ficcionado, en la que además se acerca a casos reales de desapariciones y delitos muy reconocidos por la población española. Un film que recoge en toda su esencia el título de la película y pese a no contar con actores populares en la industria cinematográfica española, su principal atractivo es conocer más acerca de la condición humana, externamente de la nacionalidad a la que se pertenezca.

La película gira en torno a un periodista que está realizando un documental sobre la justicia alrededor del mundo. En su búsqueda de testimonios desgarradores, llega a él César Mayo, un hombre que ha perdido a su hijo de una manera trágica. Como un pálpito que le reconcome por dentro, está seguro que el principal sospechoso, declarado inocente, es el asesino de su hijo y está dispuesto a matarle. El periodista seguirá este proceso, en el que poco a poco todo se complicará hasta un punto donde lo profesional se mezclará con lo personal y llegará a un punto de no retorno para ambas partes.

 'Ira'

La sensación al terminar de la película fue de una reflexión muy duradera, dado que lo que se muestra en 'Ira' es una realidad que no caduca. La venganza está a la orden del día, pero este film demuestra que no hace falta irse lejos para analizarla desde dentro. Los sentimientos encontrados y las ansias de justicia real es algo que ha podido experimentar cada persona de una manera distinta. En el caso de 'Ira' se centra en la pérdida a través de un asesinato, que despierta los deseos más oscuros ocultos en la identidad de la persona. La película no intenta justificar en ningún momento las ganas de matar y mucho menos la venganza, sino que deja al espectador que sea el que deba hacer un juicio de valores sobre lo que está viendo. Un debate moral que está a la orden del día, sobre todo en referencia a las penas que se realizan en el juzgado, muchas veces injustas. La película de Jota Aronak deja un reconcome a lo largo de toda la película y se puede discernir entre las razones que llevan a una persona a cometer un asesinato o un delito en búsqueda de la justicia antes mencionada. El realismo con el que se han plasmado los sucesos hacen que a cada paso que se va conociendo el proceso de Carlos Mayo seas incapaz de querer indagar más y de encontrarte con una empatía, que al tratarse de un asesinato, parecía complicado de realizar.

La mezcla de lo que parecen archivos reales con archivos ficcionados es una estrategia muy cuidada, que no solamente a nivel visual, goza de un atractivo y una innovación artística de gran nivel. Ya hemos podido ver en el cine varias obras de falso documental, que han sido aplaudidas por la crítica y el público, pero 'Ira' va más allá y por suerte, no cae en la simple dramatización típica que se puede ver en programas como 'Crímenes imperfectos'. La dificultad de no apartar el foco en ninguna de las dos partes se ha superado de una manera fantástica, lo que hace que pese a estar constantemente pasando de una parte a otra, la línea narrativa no se rompa en ningún momento y el espectador no se despiste de los eventos que está viendo en pantalla. Una muestra de cómo una película de bajo presupuesto es capaz de transmitir mucho sin necesidad de grandes adornos, sacando partido a cada uno de los elementos con los que cuenta y dejando un trabajo a nivel artístico muy bueno. Las imágenes en 'Ira' hablan por sí solas, acompañando a la perfección ese guion lleno de humanidad y que no cae en la tradición de mostrar "lo rutinario". Sí, hablamos de personas que podríamos encontrarnos en la calle, pero también le da la importancia necesaria al tratarse de un tema tan delicado como son los homicidios, los abusos y la justicia. El último giro de la película y el thriller incorporado dan la guinda final al pastel.

 'Ira'

Urko Olazabal realiza su primera incursión en el largometraje en el papel de Iker Vélez, el periodista protagonista. El actor ha sabido captar a la perfección la esencia de su personaje y no cae el cliché del documentalista típico que únicamente busca el sentido de la justicia, lleno de un juicio de valores que deja apartado. A través de Olazabal podemos encontrar el debate de cómo los medios de comunicación son imprescindible es muchas ocasiones, pero también deja la puerta abierta hasta qué punto se puede ser imparcial al tratar ciertas temáticas. Sí es todo un acierto el preámbulo de la investigación de la justicia alrededor del mundo, una buena introducción sobre lo que luego se tratará de forma más profunda. Aunque el hilo conductor de toda la historia se realiza a través de Olazabal, la realidad es que queda opacada por la gran interpretación de Nacho Marraco.

Nacho Marraco da vida a César Mayo, el padre y vengador de la cinta. El desgarro de un padre que ha visto cómo su hijo ha muerto de la peor forma que puede esperar su progenitor hace que sea tan humana como la propia película. La evolución que realiza Marraco desde su primera escena hasta la última, tiene una coherencia artística que hacen que se vea la gran capacidad interpretativa del actor. Cada escena en la que se ve a Marraco no hay un ápice de dramatismo y no se presenta como un mártir, sino simplemente como una persona que hubiera respondido "Sí" a la pregunta que hace la película. Un actor que demuestra que no tener un nombre reconocido por el gran público no es sinónimo de calidad, dado que en su caso, ofrece una clase magistral de interpretación con cada escena de 'Ira'. Su némesis, Roberto Mori, el cual da vida al presunto asesino de su hijo, cumple a la perfección su papel, pero le falta garra y mayor compenetración con su personaje. En ocasiones, se nota que hay una distancia y no es el asesino, sino un actor que hace del asesino. Aun así, no chirría con la película y junto a los demás personajes consigue ejecutar y encajar en el film.

 'Ira'

Demasiados frentes abiertos

Uno de los pequeños detalles en los que la película flojea es la inclusión de cómo el material que estamos viendo llegó a tener distribución y producción. Eso aleja un poco del foco que realmente está tratando la película. Al abrir una subtrama que no está totalmente relacionada con la película, hace que no sea imprescindible y que por lo tanto, su tiempo en pantalla se convierta en un elemento que podría haberse omitido, aportando un mayor ritmo en el film. El largometraje de por sí ya tiene un ritmo muy bueno y no te aburre en ningún momento, pero en los momentos en los que se habla de proyectos, códigos, contratos... confunde al espectador y hace qué se pregunte en ese momento si la película es sobre la ira, la justicia y la venganza o sobre cómo se financia un proyecto. Aun así, aunque no estorba era totalmente innecesario meter esta subtrama en la película.

La inclusión del caso de la madre que prendió fuego al violador de su hija, fue uno de los debates más hablados en su día en los medios de comunicación dada las razones que llevaron a una madre de familia a cometer un acto como el asesinato. Hubiera sido interesante que en sustitución de poner los segmentos de la búsqueda de financiación, hubiéramos podido ver más testimonios sobre personas que han vivido, tristemente, una situación parecida al de César Mayo. Y no hablamos de testimonios que acabaran en asesinato o en un ataque hacia el culpable de su sufrimiento, sino haber visto un abanico de vivencias que hubieran aportado todavía más al carácter humano que tiene la película. En este punto es donde a lo mejor, pese a que la película no adoctrina ni remarca que el asesinato o la venganza este bien, hubiera sido interesante poder ver de forma más profunda las dos caras de la moneda.

En conclusión, 'Ira' es una película que desentraña las oscuras pulsaciones que surgen en las personas en una situación límite. Abre el debate y la reflexión sobre qué harías en el caso de vivir una trágica pérdida y tener al culpable de forma accesible y totalmente libre de cargos. La creencia sobre hasta qué punto la justicia legal es justa, valga la redundancia, y de qué manera las personas buscan su propia justicia al no verse representados. Jota Aronak trae una película que no cae en el morbo y analiza temas tan universales que seguramente, en algún momento nos hayamos planteado, terminando con: ¿Serías capaz de matar al asesino de la persona que más quieres? Cada cuál que responda como crea conveniente.

Nota: 8

Lo mejor: La humanidad y la profundidad con la que abren un debate moral con un tema tan complejo como es la propia venganza.

Lo peor: Algunas veces se aleja del verdadero foco de la película por centrarse en subtramas que no aportan realmente más a la esencia del film.

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Ira 6,1 Ira
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