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1936 - 2017

Muere Miriam Colón, la madre de Al Pacino en 'El precio del poder', a los 80 años

La actriz puertorriqueña ha fallecido dadas las complicaciones de una infección pulmonar que padecía.

Por Sandra Sánchez Guerra 4 de Marzo 2017 | 10:14

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La actriz puertorriqueña Miriam Colón, conocida por interpretar en la gran pantalla a la madre de Al Pacino en 'El precio del poder', ha fallecido a la edad de 80 años tras una fructífera carrera televisiva y varios papeles en la gran pantalla. Según ha informado su marido a Associated Press, tal y como recoge Deadline, el óbito de la intérprete se ha debido a las complicaciones causadas por una infección de pulmón.

 'El precio del poder'

Nacida en la ciudad de Ponce, Puerto Rico, Colón se trasladó a vivir a Los Ángeles en los primeros años de los 50, entrando en contacto con el Actors Studio para formarse como actriz. En sus primeros trabajos para la televisión, interpretó a Dolores en la serie 'Playhouse 90' y formó parte de 'El show de Dick Van Dyke' así como de 'Alfred Hitchcock presenta', una producción estadounidense conducida por el cineasta de 'Psicosis' que recreaba historias de crímenes.

Encarnó papeles más importantes posteriormente en las series 'La ley del revólver' y 'The Edge of Night', pero el rol que le dio más alegrías en su carrera se lo debe a la Mama Montana creada por Brian de Palma y Oliver Stone en 'El precio del poder', donde se puso en la piel de la primogénita de Al Pacino en la ficción. Sus trabajos más recientes pasan por participar en las ficciones 'Buscarse la vida en América' y 'Better Call Saul'.

 La actriz Miriam Colón recoge la Medalla Nacional de las Artes entregada por Barack Obama

Condecorada por Barack Obama

Contribuyó a fundar el Puerto Rican Travelling Theater de Nueva York en 1967, tras protagonizar junto a Raul Julia la adaptación de la obra teatral de René Marqué 'The Oxcart (La Carreta)' en su versión inglesa, una obra que gira en torno a los puertorriqueños que tienen que migrar de su país. En 2015, recibió la Medalla Nacional de las Artes de la mano del por aquel entonces presidente norteamericano Barack Obama, por su contribución a la escena teatral, impulsando la producción bilingüe e introduciendo a nuevos creadores en el panorama cultural estadounidense.

Las 11 peores películas de Brian de Palma

'Fascinación'

'Fascinación'

Alfred Hitchcock estaba furioso porque 'Fascinación' (1975) le parecía un descarado remake de su 'Vértigo' (1958). El problema fundamental es que la no desdeñable atmósfera de entre sueños en la que se mece la película durante sus dos terceras partes se derrumba con el lamentable giro narrativo final, porque es ridículo (quien pensaba que era la réplica física de su esposa fallecida no sólo es parte de un complot sino además su hija secuestrada cuando era niña) y porque hace sentir que lo único que importaba es esa sorpresa, sin más. Lo anterior había sido peaje que cubrir para ese final impactante. Si el cine de Hitchcock rebosa sustancia y complejidad, el cine de De Palma es un cine de superficies (sí, a veces fascinante, como en bastantes secuencias de esta película) pero muchas veces meramente hueco, inconsistente y efectista (el truco por el truco, el alarde formal por el alarde formal, la sorpresa por la sorpresa, el impacto por el impacto).

'La dalia negra'

'La dalia negra'

James Ellroy está vivo pero no sé si le costaría tiempo levantar la cabeza tras padecer el estropicio de adaptación que hicieron con su extraordinaria novela con el mismo título. Sobre todo, en el último tercio de 'La dalia negra' (2006), que se convierte en un desafuero de granguiñolesco. Hasta entonces la narración discurre al menos aplicadamente pero pierde el norte cuando intenta sintetizar unos cientos de páginas. Desaprovecha además la mordaz visión de los corruptos inicios de la fábrica de los sueños llamada Hollywood, quedándose en un mero relato de intriga en el que importan más el vestuario y el decorado que los turbios conflictos de los personajes y el crítico reflejo de un contexto.

La dalia negra en eCartelera

'Misión imposible'

'Misión imposible'

De Palma quiso adaptar la serie a su terreno, y en 'Misión imposible' (1996), se dedicó a romper expectativas, matando a personajes presuntamente protagonistas a los pocos minutos, convirtiendo a personajes positivos de la serie en villanos, a Tom Cruise en un saltimbanqui, y por supuesto a la narración en una mecha encendida que no se detuviera en su avance. De hecho, los títulos de crédito con la mecha encendida al son del memorable tema principal de la serie es lo único, precisamente, memorable de este despropósito de mucho ruido y pocas nueces con envoltorio siniestro pero carente de aristas y personajes con sustancia, como suele ser habitual en su cine, más bien de máscaras con forma poliédrica que ahora parecen una cosa y luego otra, o simplemente son nada, un disfraz y un maquillaje. A partir de la tercera de la serie, dirigida por J.J. Abrams, se lograría armonizar espectacularidad con personajes con relieve y sugerente conflicto.

Misión imposible en eCartelera

'La hoguera de las vanidades'

'La hoguera de las vanidades'

Los productores optaron por elegir a Tom Hanks como protagonista porque pensaban que amortiguaría la negatividad del personaje con su aire de tipo agradable, o niño grande (acababa de tener un gran éxito con 'Big' (1988). De ese modo, pensaron que podían mejorar las opciones de éxito comercial. No lo fue. La novela de Tom Wolfe se había convertido en todo un fenómeno social, y éxito de ventas. Pero como sátira que pretendía abrir en canal el falaz y miserable mundo del yuppie, en cuya mirada destacaba el signo del dolor como en los ojos del Tio Gilito, 'La hoguera de las vanidades' (1990) se queda en comedia grotesca de mecha apagada. Wolfe consideraba que el actor ideal era Chevy Chase, y el mismo De Palma hubiera optado por Steve Martin o John Lithgow.

'En el nombre de Caín'

'En el nombre de Caín'

John Lithgow, quien había intervenido como secundario en 'Fascinación' e 'Impacto', fue el protagonista de 'En nombre de Caín' (1992), un thriller en el que volvía a reincidir su gusto por los excesos de la barraca de feria que tenía abandonadas desde hacía diez años. Era una especie de 'Run for Cover' (busqueda refugio), en producciones de pequeña escala, tras el fracaso de 'La hoguera de las vanidades'. El crítico Kenneth Turan lo calificaba de una mezcla de 'El fotógrafo del pánico', de Michael Powell, 'Psicosis' de Alfred Hitchcock y una de las primeras obras del propio De Palma, 'Hermanas'. Pero mejor no entrar en comparaciones. La personalidad múltiple del personaje protagonista infecta a una narración que más bien resulta confusa.

'Misión a Marte'

'Misión a Marte'

Puedo imaginarme a los productores escuchando con expresión embelesada la premisa argumental: Unos astronautas en una misión exploratoria descubren que la vida en la Tierra tiene su origen en Marte. Ya está, se frotan las manos. Efectos especiales, el enigma de la vida en Marte, misiones de rescate, sorpresa final y, se supone, suspense y acción. Contratan a los guionistas de Depredador, y al de Speed, y a un director conocido por su virtuosismo técnico, Brian de Palma. El negocio y el espectáculo parece asegurado. Pero no, la nave sufre una avería. Porque en esta 'Misión a Marte' (2000), en primer lugar, no pasa nada, y lo poco que pasa suscita la irrisión: la alargada secuencia del intento de salvamento del capitán importa bien poco porque los personajes importan nada ( el otras veces efectivo Gary Sinise se pasa todo el metraje con expresión de estreñido, o sea de atormentado por la muerte de su esposa ) o la aparición cual Robinson Crusoe del astronauta superviviente de la primera misión (¿de verdad no va de cachondeo?).

'Wise Guys'

'Wise Guys'

El cine de De Palma a veces resulta involuntariamente irrisorio. En otras intenta ser gracioso, y se queda en mueca atascada. Hacía catorce años que no abordaba una comedia (o una película con etiqueta de comedia). 'Dos tipos geniales' (1986) es una parodia del cine de gangsters. Dos espabilados (traducción del título original, Wise guys) intentan engañar a su jefe quien se la devuelve con queso contratándoles por separado para que se maten el uno al otro. Se podría hacer alguna ironía con respecto al juego de reflejos con 'Extraños en un tren' de su adorado Hitchcock pero para qué. En tal premisa finaliza la misma película.

'El precio del poder'

'El precio del poder'

Robert De Niro rechazó el papel de Tony Montana. Era cuando todavía tenía un mínimo criterio para no aceptar cualquier propuesta que le ofrecieran. Si Howard Hawks levantara la cabeza se preguntaría cómo alguien puede hacer una película tan opuesta, en inventiva y rigurosidad, a la que él realizó poco más de cincuenta años antes. La diferencia entre 'Scarface. El terror del hampa' (1932) y 'El precio del poder' (1983) no es que sea abismal, sino lo siguiente. Un año antes, en 1931, se había realizado 'El hombre y el monstruo', de Rouben Mamoulian, adaptación de la obra de Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. Pacino debió confundirse de película a la hora de preparar su personaje y se inspiró en la parte simiesca bestial de Mr. Hyde. La película es igual de sutil. O sea, nada.

El precio del poder en eCartelera

'Los intocables Eliot Ness'

'Los intocables Eliot Ness'

Brian De Palma pertenece a una generación que miraba tanto hacia la realidad como hacia el propio cine. La huella del cine pretérito se revela fundamental como inspiración sea de modo explícito o indirecto. Es un cine, en buena medida, referencial. A De Palma le gusta jugar a las variaciones, como juego de reflejos que se pierden entre unos y otros. La sombra de 'La ventana indiscreta', de Hithcock, es manifiesta en 'Doble cuerpo' (1984) o la de 'Blow Up', de Antonioni, en 'Impacto'. En la adaptación de 1987 de la serie 'Los intocables' mete en la secuencia final la referencia directa a la célebre secuencia de las escaleras de 'El acorazado Potemkin' (1925) de Einsenstein. Uno de los momentos más penosos que ha deparado la historia del cine, sobre todo porque (de nuevo) va en serio. Esta vez, De Niro aceptó interpretar a un gangster, Capone, y ofreció una interpretación tan estridente como toda la película en sí, una celebración del machacón subrayado además de una de las más antipáticas apologías de la ley y el orden. Uno añora al 'Grupo salvaje' para que acabe con todos, gangsters y policías.

Los intocables de Eliot Ness en eCartelera

'Carrie'

'Carrie'

'Carrie' (1976), es una de las adaptaciones más célebres de una novela de Stephen King, y un ejemplo de la tendencia a la barraca de feria de su cine. Más allá de su impactante inicio con la sangre de la menstruación de la protagonista deslizándose entre sus piernas mientras se ducha con sus compañeras de instituto, y del final sorpresa (una vez más) o falso final para causar sobresalto como guinda, el resto es mera pirotecnia sin ningún tipo de sutileza ni consistencia. El chirrido hecho cine.

Carrie en eCartelera

'Passion'

'Passion'

La última obra de De Palma hasta el momento adolece de un agravante añadido. No sólo resulta impostada y caprichosa en la sucesión de trucajes narrativos sino que su realización, en este caso, resulta torpe y deslavazada. En otras ocasiones, al menos, su virtuosismo formal no es que compensara sus carencias pero al menos dotaba de cierta espectacularidad al vacío. Pero en 'Passion' (2012), prima el desaliño. Y para variar, el final compite con otros de su filmografía en el premio al desenlace de juzgado de guardia tras padecer otra rocambolesca trama en la que hay personajes que engañan a otros, mientras el cineasta se dedica a engañar a los espectadores para que algún analista acabe escribiendo que el cine al fin y al cabo es engaño y manipulación, y De Palma simplemente juega a evidenciarlo durante un rato para que luego, acabada la proyección, retornemos a nuestra vida corriente que, como bien sabemos, también es un engaño.

Passion en eCartelera
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