¿Dónde dejamos a los personajes de 'Twin Peaks' al final de la segunda temporada?

El último episodio nos dio una de cal y otra de arena. Cooper conseguía sacar con vida a Annie de aquella rocambolesca dimensión conocida como Black Lodge, pero el destino de ambos quedaba colgando de un hilo. Teniendo en cuenta que Heather Graham no regresará para la tercera temporada, es probable que Dale haya encontrado o encuentre un nuevo amorío. Si la presencia de BOB no se lo impide. Aquel final del trigésimo episodio con el carismático agente expresando su demonización ante el espejo genera una gran incertidumbre para la continuación.

No volveremos a ver al sherriff de Twin Peaks tal como le conocimos en la serie original. Albert Forster sustituirá a Michael Ontkean como agente de la policía local. Casualmente, él era la primera opción de David Lynch para encarnar al personaje en 1990, pero su incorporación se truncó. Harry vio cómo el amor de su vida, Josey, le había manipulado para salirse con la suya. Tras caer en una absoluta decadencia emocional, el sheriff resurgió de sus cenizas para cubrir la espalda de Cooper cuando se encontraba inmerso en la inexorable Black Lodge. Tan servicial como siempre, veremos cómo es sustituido en los nuevos episodios.

La secuencia para enmarcar del episodio final de la segunda temporada fue la explosión en el banco. Lynch impuso un ritmo muy calmado, que condujo a un trágico desenlace y a unas gafas voladoras. Pete se vio involucrado en aquella detonación inesperada, que se produjo cuando él y Andrew Packard abrieron la caja fuerte de Thomas Eckhardt, la némesis de éste último. Mientras que Catherine, tras haber fingido su propia muerte en el incendio del aserradero, regresó con un perfil más bajo y se salvó de aquella fatídica explosión, que la dejó sin marido y sin hermano.

El desenlace de Shelly estaba inevitablemente ligado a Bobby, pero la sombra de su marido, Leo, la mantuvo alerta durante toda la segunda temporada. El secuestro de Leo por parte de Windom Earle le llevó a las mayores humillaciones de la serie, que culminaron con el incierto final del personaje, acechado por un nido de tarántulas. Mientras tanto Shelly trataba de escapar de la debacle acontecida en el concurso de belleza.

La segunda temporada nos trajo la absoluta reforma moral de Benjamin Horne, de regente de prostíbulo y empresario sin escrúpulos a imprevisible coronel de la Guerra de Secesión e inesperado padre de Donna. Su cambio fue notorio y supuso una mejoría en la relación con su hija, Audrey, que manifestó su interés por involucrarse en el negocio familiar. Tal fue su implicación que se expuso al peligro en la gala de Miss Twin Peaks, saliendo airosa de aquella confusa experiencia. Pero el episodio final le aguardó un desenlace abierto, presa de la explosión en el banco tras encadenarse cual baronesa al umbral de las cajas fuertes.

Su relación con Laura estaba abocada al fracaso. La muerte de su supuesta novia propició que Bobby terminará por irse a vivir con Shelly, provocando la furia de Leo. El joven traficante de poca monta emprendió entonces una volátil relación con la bella camarera, pero cuando el agente interpretado por Lynch besó a Shelly, Bobby se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos por ella. El final de la segunda temporada invitaba a escuchar campanas de boda entre ambos.

La muerte de Laura caló hondo en las emociones de James. El joven motorista emprendió un espiritual viaje en carretera que le alejó de su romance con Donna, y a cambio le acercó a la casa de una opulente pareja. Mientras ejercía sus labores de mecánico se dejó seducir por la señora de la casa, que le involucró a traición en un complot para asesinar a su marido. Entonces, con la ayuda de Donna, desapareció del mapa y regresó a su vehículo para dejar que el viento aliviara sus recuerdos.

La relación entre Norma y Ed estuvo al borde de un precipicio durante toda la serie. La dueña de la cafetería más popular de la ciudad todavía estaba casada con el problemático Hank, y Ed no sabía cómo desprenderse de Nadine, con quién seguía estando por un recalcitrante sentimiento de culpa. La amnesia de Nadine y el encarcelamiento de Hank propiciaron el regreso de la pareja más previsible, que contra viento y marea parecían haber conseguido finalmente su romántico y longevo propósito.

Otra de las eternas parejas que nunca se llegaban a materializar era la de Andy y Lucy. La avispada recepcionista de la comisaría y el agente con pocas luces siempre se dedicaban miradas que viajaban entre el encanto y la vergüenza. Tras el embarazo de Lucy, que desconocía quién era el padre, la implicación de Andy se incrementó, resultando victorioso en esa hilarante competición paternal que mantuvo con el histriónico Dick Tremayne.

Uno de los grandes misterios de la nueva temporada es el regreso de Leland Palmer, el padre y asesino de Laura. Lynch y Frost no concebían más episodios sin la presencia de este personaje, que fue desarrollado con profundidad en 'Twin Peaks: Fuego camina conmigo'. Conociendo el estilo de Lynch no resultará extraño el reencuentro con un personaje fallecido, pero falta comprobar si éste se producirá en el terreno de la lucidez o de las incursiones interdimensionales.