å

CARNE Y ARENA

'Carne y arena': Iñarritu impresiona en Cannes con su inmersiva Realidad Virtual sobre la emigración

Alejandro Iñarritu y Emmanuel Lubezki levan a Cannes la Realidad Virtual con 'Carne y arena', un drama virtual sobre la emigración.

Por Alberto Hernando Asensio 21 de Mayo 2017 | 16:59

Comparte:

¡Comenta!

'Carne y arena' es el primer proyecto de Realidad Virtual presentado en Cannes. Lo conducen el director Alejandro González Iñárritu y su director de fotografía habitual, Emmanuel Lubezki, y ya se ha estrenado en el festival.

El proyecto tiene lugar en el hangar de un aeropuerto apartado del resto del festival. La experiencia virtual, propiamente hablando, solo dura 6 minutos y medio, pero las instalaciones son más complejas y sólo admiten tres espectadores cada media hora. Lo que significa que sólo 100 personas al día podrán acceder a la experiencia, que estará en activo durante 10 días.

'Carne y arena' de Gonzalez Iñarritu y Lubezni

Los medios que han tenido acceso a las instalaciones han relatado cómo funciona la experiencia virtual. El proyecto tiene mucho de videoinstalación y se organiza en tres fases. Primero el "espectador", si se le puede llamar así, es introducido en un cuarto frío donde le hacen descalzarse como si fuera un inmigrante, después le conducen a una sala oscura más grande y llena de arena, le colocan una mochila, unos auriculares y las gafas de realidad virtual. Y se transporta en forma de avatar a un desierto de Sonora virtual. Se encuentra inmerso (literalmente, inmerso) en medio de este desierto que hace de frontera entre Estados Unidos y Mexico. Allí presencia el drama de un grupo de emigrantes que tratan de cruzar la frontera pero son detenidos y maltratados por la policía. Al terminar los 6 minutos y medio y quitarse las gafas y ponerse los zapatos, el "espectador" puede entrar en otra sala con documentos y retratos reales de los emigrantes con que "convivió" y "padeció" unos minutos atrás, pues todos estaban basados en historias reales.

Una de las sorpresas de la experiencia, y su clave interpretativa, es la posibilidad de ver el corazón dentro del pecho de todos los personajes: emigrantes o policías. Porque el mensaje parece ser que en el fondo todos son iguales y detrás del sufrimiento siempre hay un ser humano sufriendo o haciendo sufrir.

Las reacciones de los críticos

En general las reacciones a 'Carne y arena' parecen estar siendo positivas. Hay un gran acuerdo en señalar la increíble inmersión de la experiencia y la actualidad del tema. Así como las características diferenciadoras de la Realidad Virtual.

Owen Gleiberman, en Variety, valora el proyecto de Iñarritu y Lubezki como una revolución. "Demuestra que la revolución la realidad virtual, la inmersión, el gran «wow no puedo creer lo que estoy viendo» está aquí; y esa es una experiencia que tiene el potencial, como las películas, de mutar en un entretenimiento mayor y una forma popular de arte".

Desde el The New York Times, Jason Farago, alabó el tema "políticamente urgente y técnicamente logrado". Y las diferencias de la Realidad Virtual frente al cine: "El medio es casi un híbrido de un videojuego y teatro en vivo, y para sobresalir, tienes que pensar como un filósofo tanto como un técnico". No es el único que señaló esta diferencia que, con la libertad de encuadre y movimientos, se aleja por completo del lenguaje cinematográfico. En ese sentido Tim Robey, para The Telegraph, se hacía eco del director:: "No es el cine como lo conocemos, eso es seguro. «Es su propio medio», dice Iñarritu".

También se ha señalado pese a la diferencia del medio, algunas de las constantes del cine de su autor: el sufrimiento de los personajes y el espectador, y la sed de trascendencia. E incluso medios como Otros Cines señalan lo inquietante que puede resultar un medio tan dado al voyeurismo y la perversión, cuando el espectador puede moverse y comportarse como un fantasma que está y no está ahí al mismo tiempo.

7 razones por las que debes ver 'El renacido (The Revenant)'

Leonardo DiCaprio, una interpretación desgarradora

Leonardo DiCaprio, una interpretación desgarradora

Por fin, y parece que sin obstáculos a la vista, suena el nombre del actor como favorito para llevarse el Oscar al mejor actor. En 'El renacido', ciertamente, su talento brilla con luz propia. DiCaprio encarna a un hombre que se encuentra al borde de la muerte tras sufrir un terrible ataque, pero que "resucita" para encontrar a uno de sus compañeros en un grupo de cazadores, el hombre que le dejó abandonado a su suerte y le arrebató todo lo que él más quería. La interpretación del actor en plena naturaleza, sufriendo mil percances por el camino, el fuego en sus ojos. Todo lo que se puede decir de su trabajo en esta película es poco. Probablemente se llevará el Oscar, y se lo ha ganado a pulso.

Tom Hardy, un secundario de lujo

Tom Hardy, un secundario de lujo

Aunque DiCaprio sea el gran protagonista de la película, y ocupe gran parte del metraje en su historia de supervivencia, también merece mención su enemigo en la ficción: Tom Hardy. El actor se convierte en el hombre que deja al personaje de DiCaprio medio muerto en medio del bosque, y que le traiciona pensando que no va a salir de esta. Tener a Hardy en el reparto supone ya un punto a favor para cualquier película, y en 'El renacido' nos regala a un hombre que maneja perfectamente un lado de crueldad y egoísmo con otro de instinto de supervivencia que lo hacen realmente interesante. Una más que merecida nominación al Oscar.

La naturaleza nunca ha lucido mejor

La naturaleza nunca ha lucido mejor

Podríamos decir que se trata del tercer protagonista de la película. Los escenarios naturales del largometraje quitan el hipo, y eso es gracias a dos factores. Uno es el rodaje en escenarios reales y con luz natural, un arriesgado método elegido por Iñárritu, que a pesar de contar con todo en contra le ha salido realmente bien (y probablemente haya ayudado también a las viscerales interpretaciones de DiCaprio y Hardy). Otro es la fotografía de Emmanuel Lubezki, probablemente el mejor en su gremio actualmente. Cada plano merecería estar en una galería de arte, y lo que sí es totalmente seguro es que nunca lucirá mejor que en una pantalla de cine.

El oso

El oso

Todo el que esté familiarizado con la carrera por el Oscar se habrá encontrado con un sinfín de memes de Leonardo DiCaprio y el oso que le deja medio muerto al principio de la película. Bromas aparte, no se puede negar que nos encontramos ante una de esas escenas que se nos quedarán grabadas en la memoria. No solo por la cara de DiCaprio, sino por el increíble trabajo de maquillaje para las heridas de su cuerpo, y los efectos visuales que han permitido que el especialista Tim Sitarz se convierta en el fiero grizzly, que protagoniza una de las secuencias del año.

Un western diferente

Un western diferente

Junto con la propia historia de supervivencia asistimos a un relato apasionante del enfrentamiento entre los nativos americanos y los que pretenden hacerse con sus territorios y sus recursos. 'El renacido' es un western, pero es un western diferente, que muestra de la forma más cruda posible cómo se trataba de un conflicto violento y muy injusto. Un retrato fiel de lo egoísta y cruel que puede ser el hombre. Una visión que no nos dejará indiferentes. Un capítulo negro de la historia americana visto desde una perspectiva muy realista.

La banda sonora

La banda sonora

Ryuichi Nakamoto y Alva Noto firman una música que casa perfectamente con la simpleza de 'El renacido'. Las melodías son sutiles y dejan que los propios sonidos de la naturaleza brillen por encima de ella, pero cada vez que entran las cuerdas, se nos pone la piel de gallina.

Iñárritu lo da todo con muy poco

Iñárritu lo da todo con muy poco

Además de la estupenda fotografía, no podemos olvidarnos que 'El renacido' es una película especial gracias al trabajo de Iñárritu detrás de las cámaras. Desde los planos secuencia a las escenas de batalla, pasando por las impactantes imágenes de la naturaleza, el mexicano consigue dar fuerza a cada imagen y nos presenta una técnica reducida a la mínima expresión, pero que no pierde ni un atisbo de fuerza. Una historia de violencia, supervivencia, venganza y redención que nos dejará marcados cuando salgamos del cine.