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CRÍTICA

'Gru 3. Mi villano favorito': Es difícil volver atrás

Un villano fetén, un hermano un poco descafeinado, una buena dosis de nostalgia bien utilizada y unos Minions que no tanto marcan la tercera película del éxito de Illumination Entertainment.

Jesús Agudo
Por Jesús Agudo Más 29 de Junio 2017 | 11:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Quién nos iba a decir que, ya entrados en el siglo XXI, veríamos el nacimiento de un estudio de animación que sería capaz de plantarle cara hasta a la mismísima Disney en la taquilla. Además con un señor cascarrabias y un grupo de bichejos de extraño diseño y de color amarillo. Pero 'Gru, mi villano favorito' no solo nos introdujo la fiebre de los Minions (posiblemente, el mejor alivio cómico visto en una película familiar en mucho tiempo), nos presentó a un personaje que empezó siendo malo y se acabó ganando nuestro corazón, forjando durante dos películas una familia que dio alma a lo que podría haber sido una comedia para niños más. Con 'Gru 3. Mi villano favorito' esa familia sigue creciendo, pero uno empieza a temer que ya nos hayan enseñado todos los trucos que tenían.

Gru 3. Mi villano favorito

Sin embargo, no es enteramente así. La película empieza con una escena protagonizada por el nuevo villano al que se tiene que enfrentar nuestro villano favorito: Balthazar Bratt. Este era un niño actor que tuvo una serie de éxito en los 80 que cancelaron cuando se hizo mayor y ya no era mono. Lejos de pasar página, siempre ha sentido mucho rencor por Hollywood, y planea cobrarse su venganza al más puro estilo ochentas, con guiños a su propia serie y Michael Jackson sonando a todo trapo. Ni Gru se salva de la avalancha de nostalgia que nos persigue en la gran ni en la pequeña pantalla, pero hay que decir que Balthazar es un gran personaje, que consigue sorprender desde el momento en el que empieza la película y que cuenta con el carisma para plantar cara a Gru. Es un malo muy típico pero que encaja perfectamente en la saga de Illumination, contando con gags para los peques gracias a su bombas de chicle, pero que encantará a sus padres con su banda sonora llena de éxitos (y pasos de baile) de los 80, y que les recordará a las series tan geniales (y cutrillas) que se atrevieron con "los efectos especiales" en la televisión. Y Balthazar trae otra grata sorpresa: Jorge Cremades da la talla con su voz, modulándola para que no nos recuerde a sus videos, dándole personalidad propia.

Una vez que vemos el primer intento de Gru por pararle los pies, empieza la historia principal: él y Lucy son despedidos de la Liga Antivillanos y se enfrentan a un futuro incierto con tres niñas que criar y unos Minions hartos de ser los buenos de la película. De pronto, Gru descubre que tiene un hermano (metido bastante con calzador en la historia) y parte a conocerlo con toda su familia. Dru tiene mucho más pelo que él y le ha ido mejor, pero nunca ha sido el villano que sí consiguió ser Gru, y quiere que su hermano vuelva a la mala vida para que le enseñe cómo se hace. Mientras, Lucy hace todo lo posible por ser una buena madre para Agnes, Margo y Edith, pero le está costando bastante adaptarse a ese nuevo rol para ella.

Gru 3. Mi villano favorito

'Gru 3' tiene muy buenas ideas metidas en el siempre caótico batiburrillo que son estas películas, pero no todas acaban cuajando tan bien como otras. Por ejemplo, ya he dicho que Dru aparece un poco de golpe y porrazo en la historia, y realmente no termina de hacer un efecto diferenciador como sí lo hizo Lucy en su día. El personaje pretende devolver a Gru a la vida del villano, pero en ningún momento vemos al protagonista dudando realmente si volver a cambiar de vida, ha evolucionado demasiado y ya es un padre responsable como para tirar todo eso por la borda. Por lo tanto, no hay realmente una trama ahí detrás, más allá de ver una versión de Gru mucho más torpe que él, que nos da buenos momentos de humor físico y que sí que consigue representar muy bien esa relación de hermanos que tan pronto están bromeando como peleándose.

La trama de Lucy también habría necesitado un poco más de metraje para desarrollarla en condiciones, y eso que es muy interesante ver cómo ella y las niñas se adaptan a esa nueva situación. El personaje, que funciona infinitamente mejor con la voz de Kristen Wiig que con la de Patricia Conde, recuerda en ciertos momentos a la mejor Bernadette de 'The Big Bang Theory', super autoritaria bajo una presencia aparentemente poco intimidante, y cuenta con algún que otro gag efectivo. Pero la que vuelve a robarnos el corazón es Agnes y su obsesión por los unicornios. En la película emprende la aventura de buscar un unicornio real en el país de su tío Dru, y como sigue siendo absolutamente inocente y adorable, sus escenas no pierden para nada la eficacia, a pesar de ser la tercera película.

El amarillo no es el nuevo amarillo

Ojalá poder decir lo mismo de los Minions, pero lo que se convierte en fenómeno y luego es sobreexplotado (hace solo dos años con su propio spin-off), lo tiene muy difícil para volver a sorprender. Y en 'Gru 3' los Minions son más secundarios que nunca. Siguen siendo súper graciosos, siguen sabiendo cómo conseguir la carcajada de la sala mejor que nadie en esa película, pero esta vez, con la idea de buscarles una trama secundaria para ellos, lo único que nos ofrecen son sketches que no vienen a cuento con la historia y que si se quitaran no los echaríamos de menos. Y eso es mucho decir para los Minions. Pero ni participando en concursos de canto (¿guiño al último éxito del estudio, '¡Canta!'?), ni en la cárcel, ni jugando con cerditos adorables, son tan cautivadores como lo eran al principio. Ellos son la principal muestra de que la historia de Gru (y sobre todo ellos) puede necesitar más tiempo de descanso que los cuatro años que ha tardado en llegar esta tercera parte.

Gru 3. Mi villano favorito

Sin embargo, lo que no se le puede negar a 'Gru 3' ni a esta saga es que nunca deja de entretener. Podrá resultar más o menos fresca, pero su hora y media se pasa volando, ofrece grandes chistes y mucho humor físico que hará reír a los más pequeños y servirá de evasión para los adultos que les acompañen al cine. Con una selección musical simplemente fetén y una animación que sigue apostando por la caricatura en el mejor sentido, 'Gru 3' no deja para nada con la sensación de secuela menor. Simplemente he visto ideas que podían haber hecho una película más equilibrada y que no han terminado de explotar (sobre todo en lo referente a la evolución de la familia). Sin embargo, el alma de Gru, de Agnes, de los Minions, de esta familia que supo crear Illumination en 2010, sigue intacta, y aunque quizás necesiten unas vacaciones más largas, siguen siendo unos personajes con carisma para conquistar, y para vender entradas.

Nota: 6

Lo mejor: Balthazar Bratt es un gran añadido. Sigue siendo la mezcla de aventura y humor perfecta para evadirse en verano.

Lo peor: Los Minions no encuentran su sitio en la historia. Hay buenas ideas que no terminan de explotar.