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SAYONARA, BABY

10 curiosidades de 'Terminator 2: El juicio final'

Homenajeamos a un clásico de la ciencia ficción contando sus aspectos más curiosos.

Por Guillem Saez Muñoz 1 de Julio 2017 | 11:46

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Siempre se suele hablar bastante mal de las segundas partes, pues, normalmente, su calidad es inferior a la de la entrega original. No obstante, hay secuelas que triunfan, y que superan claramente a sus predecesoras. Muchos estamos de acuerdo en que ese es el caso de 'Terminator 2: El juicio final'.

Terminator

En ella, un cyborg idéntico al que intentó asesinar a Sarah Connor viene del futuro, 10 años después, pero esta vez re-programado para proteger a su hijo, John Connor, que en el futuro será el líder de la resistencia de los hombres que lucharán contra los robots sublevados que quieren acabar con la humanidad. El cyborg deberá luchar contra un robot mucho más avanzado de la compañía Skynet, compuesto de metal líquido: el T-1000. Este implacable asesino tiene la misión de matar a John Connor para evitar que crezca y sea la única esperanza de los hombres contra los cyborgs.

Esta película fue un éxito tremendo de crítica y público, que enseñó a muchos a amar la ciencia ficción moderna. Arnold Schwarzenegger se lo pasaba en grande en el papel, mientras que Robert Patrick encarnaba a un villano de esos que no se olvidan. Un film así se merece un homenaje, por lo que os traemos sus mejores curiosidades.

Curiosidades de 'Terminator 2: El juicio final'

Haciéndose mayor

Haciéndose mayor

Las cosas de palacio van despacio, y esta película no iba a ser menos. El proceso de filmación de 'Terminator 2' fue largo, y eso hizo que pudiéramos ver a Edward Furlong bastante diferente en algunas escenas. Pero no solo pudimos apreciar cambios físicos, sino que su voz también cambió, y tuvo que ser modificada en post-producción para que diera el pego.

Motera improvisada

Motera improvisada

Aunque parezca mentira, una despistada mujer entró en el set de la mítica escena del bar pensándose que todo aquello era de verdad, a pesar de todo el equipo de grabación desplegado en el lugar. Cuando vio a Schwarzenegger semi-desnudo, preguntó qué es lo que estaba pasando allí. El actor, con su peculiar sentido del humor, le contestó que era la noche de los strippers masculinos.

La hermana gemela

La hermana gemela

Los cineastas tienen que usar todo aquello que está a su alcance y para una segunda Linda Hamilton, no había mejor idea que utilizar a su gemela de verdad. Leslie Hamilton Gearren, como así se llama ella, se prestó a salir en la película, en las escenas en las que había dos Sarah Connor, como bien puede ser en la que el T-1000 intenta hacerse pasar por la mujer.

Pico de oro

Pico de oro

En 1991, Arnold Schwarzenegger ya era toda una estrella, y su caché iba en aumento. Por este film, el intérprete percibió un total de 15 millones de dólares. Con las pocas palabras que tenía en el guion (alrededor de 700), eso significaba que cada palabra que salía de su boca le costaba al estudio 21.429 dólares. Ahí es nada.

Un entrenamiento de locos

Un entrenamiento de locos

Se podrá decir lo que se quiera de ella, pero es imposible pensar que Linda Hamilton no se tomó en serio la preparación de su papel. Y es que la actriz entrenó tres horas al día, seis días a la semana, durante 13 semanas. Aprendió algunas artes marciales, y levantó pesas, además de llevar una dieta muy estricta. Hamilton, pensando en que tendría que volver a repetir todo el proceso, rechazó salir en 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas'.

Secuela de éxito

Secuela de éxito

No descubrimos nada nuevo al afirmar que este film funcionó muy bien en todos los aspectos, y es que logró triunfar en los Oscar a lo grande. Además, hasta la llegada de 'Mad Max: Furia en la carretera', poseía un curioso honor no al alcance de muchos: el de ser la única secuela que ganara un Oscar sin que la entrega original fuera siquiera nominada.

Recortando escenas clave

Recortando escenas clave

A los ejecutivos del estudio no les hacía ninguna gracia que el presupuesto se acabara yendo de madre. El dinero inicial era de unos 75 millones de dólares, pero se fue hinchando hasta casi los 90. Debido a ello, pensaron en eliminar algunas escenas. Aunque parezca increíble, una de ellas querían que fuera la del bar de moteros. Naturalmente, Arnold Schwarzenegger se negó en redondo.

Destrozando camiones

Destrozando camiones

Seguro que todos los fans recordaréis la mítica escena de la persecución con el camión. En el guion original, no ponía nada de que el techo del camión se tuviera que caer. Sin embargo, cuando el equipo llegó a la zona de grabación, vieron que el vehículo no iba a caber por el túnel, por lo que a James Cameron no le quedó más remedio que grabar la escena de la forma que vemos en la película.

Pesadilla nuclear

Pesadilla nuclear

Para poder hacer una escena de "pesadilla nuclear" en condiciones, el equipo de efectos especiales se pasó horas y horas viendo videos de pruebas nucleares. Parece que todo el esfuerzo mereció la pena, pues algunos expertos estadounidenses en la materia dijeron que fue "la representación más precisa de una explosión nuclear jamás creada para una película de ficción".

Problemas auditivos

Problemas auditivos

Desgraciadamente, en algunas películas ocurren accidentes, y en este film también parece que pasó. Durante la escena del tiroteo en el ascensor, Linda Hamilton no había cambiado sus tapones para el oido, pues se los había estado quitando entre toma y toma. Por ello, acabó sufriendo una pérdida auditiva permanente.