'Maléfica 2' vuelve a ponerse en marcha con el guionista de 'Spectre'

Si nada lo impide, el año que viene tendremos adaptación en carne y hueso de una de las obras maestras Disney: 'Dumbo'. Su responsable será, nada más y nada menos, que Tim Burton, un director especializado en los últimos años en aportar su toque personal a cualquier historia que tenga posibilidades de ser adornada con su sello. Desde luego, la película animada original tiene el suficiente potencial, dramático y visual, como para pensar que el atrevimiento del director al ponerse al frente de este remake terminará siendo una victoria. Sin embargo, el resultado de alguna de sus últimas adaptaciones (hola, 'Alicia en el país de las maravillas') nos mantiene con un alto nivel de alertas funcionando a pleno rendimiento.

Lo que hará Burton con el relato de nuestro elefante favorito de la historia del cine es, en definitiva, una de las incógnitas más interesantes y complejas de resolver de los últimos años. Esperemos no terminar con un disgusto importante y alguno de nuestros recuerdos de infancia rotos. Crucemos dedos.

Director soñado: Tim Burton

La leyenda de Hua Mulan, centrada en una joven mujer que se disfraza de hombre para ocupar el puesto de su anciano padre en el ejército, le sirvió a Disney para realizar un intento (fallido) de repetir el éxito comercial de alguno de sus clásicos más importantes de la década de los 90. Su objetivo principal, triunfar en el mercado chino, se saldó con una decepción: en la provincia de Hunan la recaudación fue de solo 30.000 dólares, siendo el total de dinero recaudado a nivel nacional más bajo del extranjero. Sin embargo, eso no impide hablar de ella como una de las grandes cintas de aventuras producidas por el estudio, capaz de combinar la esencia Disney más reconocible con un aire fresco en personajes y mensajes humanos que iban más allá del tópico. Con una historia tan potente como la que cuenta, cualquier adaptación con personajes de carne y hueso tendría asegurado el espectáculo cinematográfico, la épica desbordante y un personaje femenino protagonista a la altura de los últimos referentes. Una apuesta segura.

Directora soñada: Kathryn Bigelow

Uno de los elementos más característicos de Disney, esencial para su triunfo global y generacional a lo largo de las décadas, es el amor. Sus historias románticas, sus príncipes y princesas, tan atacados y polémicos en los últimos años como simples y tontorrones en sus inicios, son marca imprescindible de la casa. Por eso tiene aún más valor que una de sus mejores representantes esté protagonizada por Reina, un una cachorra de Cavalier King Charles Spaniel, y Golfo, un perro callejero. Porque 'La dama y el vagabundo' es una de esas películas en las que todos los elementos parecen predispuestos para abrazar la cursilería de manera empalagosa y artificial pero que, a base de talento, termina siendo un ejemplo de ternura y delicadeza realmente emotivo. Puede que su adaptación con personajes de carne y hueso terminara convertida en la clásica comedia romántica de turno pero, oye, por intentarlo que no quede. Imaginad que nos regalan una escena la mitad de redonda que la de la cena a la luz de la luna.

Director soñado: Richard Curtis

Estuvimos muy cerca de ver otro de nuestros sueños cumplidos. Sofia Coppola estuvo durante muchos meses al frente de una teórica adaptación en carne y hueso del clásico Disney pero, por desgracia, Universal Pictures y ella no tenían los mismos planes sobre quien debía interpretar a Ariel. Según apuntaba Variety, Coppola quería que fuese interpretada por Maya Thurman Hawke (la hija de Ethan Hawke y Uma Thurman) mientras que el estudio no terminaba de ver con buenos ojos cargar un proyecto de estas dimensiones sobre los hombros de una actriz sin experiencia. Al final, nos quedamos con las ganas de ver un proyecto que apuntaba maneras y que nos hubiera ofrecido, seguro, una visión muy particular, sosegada y personal sobre nuestra sirena favorita. Sofia, piénsalo bien, estamos a tiempo.

Directora soñada: Sofia Coppola. Nos puede la curiosidad.

'Zootrópolis' es mucho más que la película con la que Disney ha alcanzado, por fin, el nivel Pixar. Es un trabajo adulto, capaz de reírse de sí mismo y de toda la esencia de la compañía, la pasada y la actual. Además, está repleto de guiños cinematográficos hilarantes y alguna de las escenas más redondas que ha ofrecido el género en mucho tiempo. Desde el inolvidable gag de los perezosos, pasando por una persecución en la que el tamaño sí importa, hasta llegar a un desenlace tan emotivo como vertiginoso. Pero, por encima de todo, nos queda una trama de misterio y suspense, medida al milímetro y repleta de giros que, casi siempre, pillan por sorpresa. No es, en definitiva, un simple ejercicio de género, sino una investigación en la que cada detalle importa.

El guión firmado por Jared Bush, genial, no se permite espacios muertos y consigue un ritmo de diálogos y sucesos de incansable fuerza. Cierto que uno de sus aciertos es usar el mundo animal como metáfora de la sociedad actual y alguno de sus peores vicios, pero aquí hay material lo suficientemente potente como para soñar con una película de detectives a la altura de los grandes clásicos. Un thriller en toda regla con el que Fincher hubiera disfrutado como loco. Maldita sea, que alguien le llame.

Director soñado: David Fincher

Si 'Fantasía' ya era una película atrevida, fascinante y adelantada a su tiempo en su fecha de estreno (1940), las posibilidades que propone en 2016 son infinitas. Cualquier director hambriento de nuevas experiencias y diversos riesgos aceptaría gustoso unir personajes de carne y hueso con algunas de las obras de música clásico más espectaculares de la historia. Si a esto le sumamos la oportunidad de aportar ideas visuales hipnóticas, juegos de atmósferas y ambientes, perderse en el laberinto del lenguaje cinematográfico y aportar ideas originales en busca de la belleza y la armonía, tenemos una de las adaptaciones con más opciones de funcionar de todo el catálogo Disney. Puede que el público, al igual que ocurrió con 'Fantasía' y su secuela, no termine de conectar de primeras pero, con esfuerzo y tiempo, se facilitarán las cosas. Vamos, valientes.

Directores soñados: Baz Luhrmann o Darren Aronofsky. Depende del tipo de película que quieras.

En el terreno de las injusticias y la incomprensión, Disney sufrió un duro revés con la recepción por parte del público hacia 'El emperador y sus locuras', la película con la que estrenaban la década de los 2000. Su precedente, 'Tarzán', había conseguido un éxito de crítica y de taquilla que invitaba al optimismo pero, por desgracia, las aventuras del joven emperador Kuzco y el bonachón Pacha se vieron como un trabajo menor destinado a los fans más apasionados. El tiempo no ha hecho nada para que se cambie esa percepción. Y es una pena porque estamos ante una de las comedias más acertadas, trepidantes e ingeniosas de la compañía, con un altísimo número de gags que funcionan a la perfección y dos protagonistas repletos de ternura y carisma. Una adaptación con personajes de carne y hueso serviría para darle una nueva oportunidad a una película que, desde su estreno, merecía mucha más suerte. Una buena pareja de cómicos al frente y unos diálogos a la altura del referente animado y listo.

Director soñado: Brad Bird

Si no existiera 'El rey león', estaríamos hablando de la gran película de la segunda edad dorada de Disney entre el final de la década de los ochenta y el inicio de los noventa. Capaz de mezclar aventuras con romanticismo en la mejor tradición de la compañía, 'Aladdin' tenía un as en la manga que la llevaba del notable al sobresaliente: su genio de la lámpara. La creación de Robin Williams sigue siendo hoy El Referente cuando se habla de secundarios cómicos con capacidad para robar el protagonismo a cualquiera y es, sin lugar a dudas, uno de los personajes más carismáticos e inolvidables de la historia del cine de animación. ¿Por qué no soñar con una adaptación que respetara su original y al mismo tiempo la llevara más allá? Una historia que te garantiza acción, romance y muchas, muchas carcajadas. Sin Robbin no será lo mismo, pero puede ser el homenaje definitivo. Sin miedos.

Director soñado: Steven Spielberg. Puestos a pedir, pidamos al mejor.