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CRÍTICA

'A War (Una guerra)': La batalla interior

Con dos años de retraso se estrena la película bélica danesa 'A War' (Una Guerra), que en 2016 fue nominada al Oscar a mejor película en habla no inglesa.

Por Antonio Miguel Arenas Gamarra 22 de Septiembre 2017 | 09:48

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Con dos años de retraso y sin despertar demasiada expectación, se estrena en cines españoles la cinta bélica procedente de Dinamarca 'A War (Una Guerra)', de la que empieza a quedar lejana su nominación al Oscar en 2016 a mejor película en habla no inglesa. Dividida en dos mitades claramente diferenciadas, la película cuestiona la presencia del ejército danés en Afganistán desde tres frentes: el punto de vista de un Comandante (Pilou Asbæk) y su destacamento de soldados, que se encuentran tratando de establecer un protocolo de seguridad frente a los ataques de talibanes insurgentes; los estragos que su ausencia causa en el día a día de su mujer y sus hijos; así como los ecos humanitarios y jurídicos de la contienda en un juicio mediante el que su director y guionista, Tobias Lindholm, más que buscar respuestas al sinsentido de la guerra, trata de lanzar incómodas preguntas al espectador, aunque el resultado nunca termine de asomarse al abismo moral que encierra su argumento.

A War (Una Guerra)

Se suele afirmar que toda película bélica es antibélica de por sí, y no nos encontramos precisamente ante una excepción a la regla. 'A War' es un filme de tesis, como ya lo eran 'La caza' y la serie 'Borgen', de las que Lindholm fue guionista, un elaborado ejercicio crítico con el sistema que trata de sembrar la duda en el espectador. ¿Vale lo mismo la vida en todas las partes del mundo? ¿Tienen justificación los daños colaterales para proteger nuestra forma de vida? Las intenciones de Lindhom residen en alcanzar una mirada equidistante, otra cuestión es que lo consiga. Para lograrlo se sitúa tanto en el centro del conflicto bélico como en la batalla interior de su protagonista, que será juzgado por ordenar un ataque contra víctimas civiles en plena emboscada y tendrá que asumir en soledad la culpa y sus consecuencias.

Pese a que su construcción narrativa y formal destaquen por un estilo naturalista cámara al hombro, algo que remite de forma indiscutible en los fragmentos bélicos a películas como 'En tierra hostil', resulta sencillo seguir las huellas un guión cuyo propósito dramático y discursivo se antoja demasiado calculado. Y aunque en ese sentido podrían hallarse puntos en común, afortunadamente no nos encontramos ante la manipulación argumental de la que hiciera gala Susanne Bier en 'Hermanos', la también película danesa que se adentraba de forma impúdica y visceral en las consecuencias emocionales que la Guerra de Afganistán causaba en un familia. Las intenciones de 'A War' son más rigurosas y elevadas, en tratar de equilibrar ambos factores (lo melodramático y lo realista, la convulsión emocional de Bier y el dispositivo próximo al documental de Bigelow) está una de sus mayores virtudes.

A War (Una Guerra)

Un rostro televisivo

Más conocido por sus papeles televisivos en 'Borgen' y 'Juego de Tronos', Pilou Asbæk soporta el peso del filme con la entereza suficiente para transmitir la culpa y el tormento que recaen sobre sus hombros. Durante la primera mitad de la película lo hace a través de su ausencia. El montaje intercala secuencias en territorio afgano con el punto de vista de la familia del Comandante, señalando así su dificultad para poder comunicarse. Un enfoque sin duda poco original, que incurre en un exceso de dramatismo en el retrato de los hijos, pero con el que sienta las bases necesarias para justificar el dilema ético de la película. En cambio, cuando el guión se ciñe de forma estricta al procedimiento judicial, su presencia física en el hogar provoca un contundente vacío moral. Un silencio. Desafortunadamente, a su conclusión la película no puede evitar caer en la demagogia de usar a los hijos como arma arrojadiza, entre otros subrayados, decidiendo cerrar el dilema en falso. Un gesto cínico que nos retrata como sociedad, sin duda, pero que también limita el alcance de su reflexión.

Nota: 5

Lo mejor: Su loable intento por abrir un dilema moral, sustentado por la contenida interpretación de su protagonista.

Lo peor: Hace equilibrismos para no sermonear al espectador y termina resultando inane.

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