å

CRÍTICA

'Jacques': El desembarco en la leyenda oceánica de los Cousteau

Jérôme Salle se embarca en el biopic de la familia Cousteau en el film 'Jacques' con Lambert Wilson, Audrey Tautou y Pierre Niney. En cines el 15 de septiembre.

Por Diego Alfonso Pizarro Da Costa 15 de Septiembre 2017 | 09:31

Comparte:

¡Comenta!

Jacques-Yves Cousteau es una de las grandes figuras francesas dentro de la industria cinematográfica. Reconocido explorador e investigador, se hizo famoso gracias a su trabajo en las profundidades del mar y haber sido el co-inventor de algunos de los elementos que todavía se utilizan en la actualidad en el buceo, tanto de forma profesional como de entretenimiento. Jérôme Salle se lanza al biopic para realizar un análisis de la vida del oficial naval con 'Jacques', su quinta película en la gran pantalla. Hemos visto anteriores trabajos suyos en el cine con 'El secreto de Anthony Zimmer', 'Largo Winch' y su secuela y 'Zulu'. Un director que cambia los tintes del thriller, las mafias y un mundo más oscuro, para meterse en un retrato personal y profesional de uno de los iconos de la cultura gala.

La película narra la vida de la leyenda en exploración submarina Jacques Cousteau y el proceso que le llevó a ello. En paralelo, también se ven las contradicciones que vive con uno de sus hijos, Philippe, con el que mantiene una relación en guerra desde su madurez. Ambos navegan en caminos totalmente distintos, donde el mar será su campo de batalla. El descubrimiento y logros en el océano hará que estas dos figuras contrapuestas se vean más unidas que nunca. Un análisis del ascenso a la fama de ambos exploradores.

 'Jacques'

El género biográfico es uno de los cines más complicados en muchas ocasiones. La razón no es otra que es difícil encontrar el equilibrio entre lo que se narra en la película y la verosimilitud con los verdaderos hechos. No es necesario hablar de las licencias creativas, pero el problema es la ausencia de detalles desconocidos y que sea una historia que podría obtenerse perfectamente de una búsqueda en Google. Sin embargo, Salle ha sabido construir un retrato que equilibra la faceta profesional como personal de Costeau padre, a la par que crea esa contraposición con su hijo Philippe. El problema es que no hay una constancia narrativa que haga que encajen ambas perspectivas y vaya a trompicones en la mayor parte de la duración de la película. Lo que provoca es que haya un guion que le falta dinamismo, mayor tensión, el factor sorpresa y cómo no, un engranaje que permita colocar las piedras del puzle de una forma fresca y natural, algo que por ejemplo sí se hizo con 'La vida en rosa (La môme)', por poner un ejemplo. Tener tanto material y no saber aprovecharlo es lo que hace que se haga patente las flaquezas de un guion irregular. Aun así, es importante que se haya otorgado un foco interesante en cómo nació una de las corrientes a favor del medio ambiente más importantes del pasado siglo XX y que todavía continúa a día de hoy.

En ciertas ocasiones llega a hacerse algo lenta y difícil de digerir, dado que no consigue mantener constantemente la atención del espectador en la pantalla. Se ve la intención de llegar a las entrañas de los personajes, que existieron en la realidad, pero que terminan por conformarse con un retrato que está más expuesto a lo superficial que a lo interior. No se puede decir que se profundice en la personalidad, en los anhelos, en los miedos... Falta humanizar a estas figuras, que en gran pantalla siguen siendo las leyendas que ya se puede ver desde el exterior por su labor profesional. Esto es lo que provoca que no sea una película cercana y termine siendo un retrato predecible y estándar. No está muy alejado de lo que sería un trabajo de historia en el que te limitas a recabar información. Se nota la ausencia de una mayor investigación, haber querido hacer más familiar el mito. Por lo cual, es un bonito homenaje pero a nivel artístico y cinematográfico se queda a medio gas. Es importante subrayar que no significa que sea una mala película, pero viendo el resultado da mucha rabia que no fuera más allá y arriesgase, fuera más íntima y dejase todo el sentimiento en ella. Una corriente plana en la que falta dar esa visceralidad que hubiera elevado el tono y la calidad del film.

 'Jacques'

Con respecto a las interpretaciones, hay que decir que Lambert Wilson y Pierre Niney demuestran una vez más por qué son dos grandes figuras dentro de la industria cinematográfica. Aun así, Niney es el que consigue hacerse con la película. Llega al interior de Philippe y crea esa incertidumbre de querer saber todo sobre él. Utiliza muy bien su lenguaje no verbal en cada escena, de una forma tan elegante a la par que certera. Esto hace que se coma en gran parte la actuación de Wilson, que pese a ser muy buena, es derrotado por la brillantez del de Boulogne-Billancourt. Aun así, el director ha sabido aprovechar el talento de ambos actores y si la película quería una lucha entre dos titanes, lo ha conseguido interpretativamente hablando. Da gusto poder ver a ambos en pantalla y llevarse el mayor peso de la trama. Por lo cual, queda decir que han hecho un gran trabajo y gran retrato en su actuación hacia los Cousteau.

Por otro lado, nos encontramos con la inconfundible Audrey Tautou. Con esta película vuelve a demostrar que lejos quedaron los años en los que la gente solo la reconocía con la entrañable Amélie Poulain. Da un toque muy personal a su Simone Cousteau y su evolución en pantalla está muy bien trabajada. Incorrecta, fuerte, al mismo tiempo que frágil, miedosa, lo que se podría decir toda una vorágine de sentimientos. La manera de interpretar de Tautou en este proyecto es de destacar y es que lo hace con una naturalidad y una personalidad que sirve para completar las dos grandes interpretaciones protagonistas. Si tuviera que escoger a una mujer para un biopic en solitario de Simone, está claro que nadie se pensaría dos veces que volver a escoger a la de Beaumont. El resto del reparto se ve bastante opacado por la gran fuerza que dan estos tres actores, pero aun así, son acompañantes que otorgan una dinámica que no deja el retrato vacío, por lo que son imprescindibles y en ningún, están sobreactuados o chirría su participación.

 'Jacques'

El poder de la imagen

Lo más impresionante que hay en 'Jacques' y razón por la que es importante tomarla en cuenta es el cuidado técnico que se ha realizado. Las imágenes de las expediciones bajo el mar son una poesía visual en el que se nota el gran trabajo que ha habido detrás de las cámaras. Consigue transportar a los espectadores dentro de ese universo marino que atrajo de lleno a la familia Cousteau, lo que hace que el mismo océano sea un personaje en sí. Transmite los sentimientos que se plantean en pantalla, unos planos que podrían ser un cuadro y que dejan impactados en varias ocasiones. Se nota que la producción ha cuidado mucho este espacio por la importancia que tuvo en el seno familiar de los investigadores y hacen cómplices al público de ello, un acierto totalmente. El cuidado de la iluminación, del encuadre, de los colores... Son las razones que hacen que artísticamente, de forma técnica, sea impresionante. Además, añadir que la crudeza de la última parte de la travesía de los Cousteau tiene un acabado tan importante como esa parte de la historia en los Cousteau.

En conclusión, la película es un biopic al uso y que no revela nada nuevo en lo que a guion e historia de los investigadores se refiere. Sin embargo, la manera en la que ha sido realizada y lo cuidado que está técnicamente hace que sea una buena elección para ver en la gran pantalla. Las tres interpretaciones principales son un reflejo de la gran carrera actoral que hay detrás y de por qué son considerados algunas de las figuras más importantes en el cine francés. No es el largometraje biográfico más impactante e innovador para ver, pero sin duda, merece descubrir la historia de los Cousteau, en especial, para aquellos que no vivieron esta época y cumple la función de crear interés en la leyenda de estos investigadores.

Nota: 7

Lo mejor: Las interpretaciones de Lambert Wilson, Pierre Niney y Audrey Tautou junto al impactante cuidado de la imagen

Lo peor: El guion flaquea y trae un biopic típico sin arriesgar ni innovar