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CRÍTICA

'El jardín de Jeannette': Caída en desgracia

Stéphane Brizé juega con el tiempo y la melancolía de su personaje en 'El jardín de Jeanette', un bello retrato de la caída de su protagonista.

Por Sandra Sánchez Guerra 6 de Octubre 2017 | 09:20

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El héroe siempre cae. En el ciclo vital narrativo que el cine heredó de los cuentos, ese viaje del héroe, siempre hay un revés, o varios, que el protagonista debe superar para alcanzar su objetivo. Trata de retar esta estructura, de quebrarla, que los elementos narrativos compartidos resistirán. 'El jardín de Jeannette' habla del despertar a un mundo desconocido, de las ganas de vivir una vida plena llena de amor y de la caída progresiva de Jeanne, de cómo se van marchitando sus esperanzas de ser feliz.

Al salir del cascarón, tras acabar sus estudios en un convento, la infantil e ingenua Jeanne, personaje a cargo de la actriz Judith Chemla, regresa junto a sus padres, unos importantes barones que ya les están curtiendo un porvenir a la altura de su alcurnia. Ella, más preocupada por lo infinito que por la vida tangible, acaba casándose con el vizconde Julien de Lamare (Swann Arlaud). Lejos de amarla eternamente, su esposo irá minando su moral y su espíritu.

 'El jardín de Jeanette'

Empieza el tormento y la sequía que azota el jardín de Jeanne, donde se cuelan los demonios románticos que han condenado y perseguido a tantos personajes en la literatura. Jeanne comparte este sino de desgracia, el de una protagonista abnegada que arrastra con tristeza las mentiras y el sufrimiento con el que tiene que lidiar. Así, Stéphane Brizé ('La ley del mercado') se detiene a palpar la soledad, dilatando el tiempo sin perder un ápice en la presión existencial que rodea a Jeanne.

Reloj de arena

La narración, muchas veces, calla y se permite escuchar la respiración de su personaje protagonista, su ansiedad y sus lamentos. De hecho, la mayoría del tiempo la cámara permanece estática y hay contados movimientos de cámara. Brizé crea de esta manera una atmósfera de gran intensidad, luminosa pero a la vez tétrica, con ansías de hallar paz pero sin poder despojarse de lo melancólico.

 'El jardín de Jeanette'

Es muy interesante ver cómo gestiona el montaje el sonido, embotellando el tiempo para siempre en algunas ocasiones y no emitiendo audio alguno en otras escenas en las que, en otro tipo de películas, se pondría el acento. La acción, además, se contiene mucho alrededor de Jeanne, sobreviviendo a base de pequeñas elipsis y saltos al pasado y al futuro bien llevados para respirar hondo.

Ganadora del Premio FIPRESCI del Festival de Venecia de 2016, 'El jardín de Jeanette' es un delicado retrato de la decepción de alguien que mira el mundo con ojos ajenos a la realidad. Sólo pierde el buen pulso de la narración al desviar la atención de la trama en el desenlace y hacerla demasiado extensa y repetitiva.

Nota: 7

Lo mejor: La forma de detenerse en el personaje y "parar" el tiempo en muchas ocasiones.

Lo peor: Pierde su efectividad en el desenlace y se extiende demasiado, al haber mostrado ya un final.