å

CRÍTICA

'En cuerpo y alma': El níveo amor

Ildikó Enyedi dirige y escribe 'En cuerpo y alma', ganadora del Oso de Oro del 67º Festival de Cine de Berlín. Protagonizada por Alexandra Borbély y Géza Morcsányi.

Miguel Ángel Pizarro
Por Miguel Ángel Pizarro Más 27 de Octubre 2017 | 13:34
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

Comparte:

¡Comenta!

Sorprendió a muchos la victoria de la húngara Ildikó Enyedi en el 67º Festival de Berlín con 'En cuerpo y alma', que se alzó con el Oso de Oro, además de lograr el premio FIPRESCI de la crítica. Candidata por Hungría a los 90º Premios Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa, la directora trae un curioso romance distinto, lleno de lirismo y original.

En cuerpo y alma

Maria acaba de entrar a trabajar como supervisora en un matadero a las afueras de Budapest. Su carácter es de una mujer solitaria, silenciosa y con un comportamiento ausente y muy matemático. Pese que no gusta mucho entre el resto de trabajadores, lo cierto es que su profesionalidad y su precisión en la catalogación de carne hacen que Endre, su jefe, esté satisfecho con su trabajo. Sin embargo, el robo de unos químicos provocará que llegue una psicóloga que, sin querer, haga que Maria y Endre descubran que, todas las noches, ambos sueñan lo mismo: Que son dos ciervos que vagan por un bosque en pleno invierno. Este curioso descubrimiento provocará que los dos empiecen a entablar una relación más allá de la profesional.

Una historia de amor distinta y muy original

Escrita y dirigida por Enyedi, la directora teje una extraña y entrañable historia de amor en medio de mucha sangre y carne, lo que le da un toque de comedia negra. Sorprende y gusta que la realizadora haya apostado por una protagonista que, aparentemente, parece tener síndrome de Asperger, lo que le hace tener cierto comportamiento autista. Gusta porque la cineasta refleja, con sumo respeto, una realidad que parece ajena cuando, en verdad, dista mucho ser algo lejano.

En cuerpo y alma

En ese sentido, Enyedi opta por mostrar la realidad de una mujer que sólo conoce números y datos pero que sabe que siente cosas que van más allá de lo que la información puede proporcionar. De ahí, que la cineasta acierte al enseñar a una protagonista que está aprendiendo a relacionarse y con la que el público conectará al ver, precisamente, su deseo de saber cómo socializar y, sobre todo, cómo enamorarse.

En ese enamoramiento, la directora crea una película honesta y algo entrañable en la entra en juego Endre, el jefe. Se trata de un hombre también imperfecto, que no expresa lo que siente o, si lo expresa, lo hace de manera torpe. Sin duda, resulta sumamente intimista y original la forma en la que Enyedi junta a su pareja protagonista. Aunque la película tenga toques amorosos y románticos, estos resultan sumamente reales, en relación al carácter de los protagonistas, lo que hace que sí, sea un drama romántico pero distinto y tremendamente cercano y, sobre todo, humano.

Lirismo e intimismo en un matadero

Cierto es que las ensoñaciones hacen que la película tenga un punto lírico que a algún espectador le parecerá excesivo, pero su historia es tremendamente sincera y con una protagonista que evoca a filmes como 'Corazón gigante' y, en menor medida, 'Pastel de pera con lavanda'. Quizás Enyedi peque de dramática en el último acto, chirría un poco, pero, sin duda, su sinceridad y el cariño y esmero que le pone a sus protagonistas hace que se disfrute de esta historia de amor distinta, rodeada de brutalidad y muerte al estar situada en un matadero, pero sumamente encantadora.

En cuerpo y almar

Enyedi trae el amor a una zona industrial, con personajes del día a día y con una protagonista distinta y original. Un Oso de Oro femenino y diferente que el espectador disfrutará gracias a su tono fabulesco y una situación dramática con ciertas dosis de comedia. Fabulosa.

Nota: 8

Lo mejor: Su lirismo y una protagonista distinta que muestra una realidad diferente.

Lo peor: Es muy fría, lo que hará que haya público que no entre en ella.