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CRÍTICA

'Oro': Poderoso caballero es Don Dinero

Agustín Díaz Yanes vuelve al cine de aventuras más de diez años después de 'Alatrist'e, con un oscuro relato sobre la España conquistadora que no consigue brillar del todo.

Por Pablo Alberto Cueto Liñán 10 de Noviembre 2017 | 10:05

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"Madre, yo al oro me humillo, él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorada anda continuo amarillo..." El poema de Quevedo (en una fantástica versión interpretada por José Mercé) sirve como broche final a 'Oro', encapsulando el espíritu de la película en apenas unas estrofas. Agustín Díaz Yanes regresa al cine 9 años después de su última película ('Sólo quiero caminar'), con una nueva incursión en el cine de aventuras más de diez años después de su 'Alatriste', uno de los proyectos más grandes de la historia del cine español.

Jose Coronado, Bárbara Lennie, Raúl Arévalo y Óscar Jaenada en 'Oro'

'Oro' sigue a un grupo de exploradores españoles que se embarca en una misión hacia las Américas, en busca de una ciudad que, según la leyenda, está completamente hecha de dicho metal preciado. Basada en un relato de Arturo Pérez-Reverte (también co-guionista), la película rezuma por los cuatro costados el estilo de escritura del cartaginés. Los personajes son el vivo retrato de la avaricia y la codicia que movía a estos soldados (aparte de la amenaza de la sentencia de muerte) a recorrer medio mundo por el oro de su rey, sin importarles pisotear una civilización entera. Como ya tratara James Gray en su estupenda 'Z, La Ciudad Perdida', Díaz Yanes retrata la obsesión de un grupo de personas por alcanzar un más allá incierto, por alcanzar una realización personal que les llevará por caminos muy oscuros, aunque sin alcanzar la brillantez formal del film protagonizado por Charlie Hunnam. Es el gran tema y el motor de la película de Díaz Yanes, aunque sus (muy ¿revertianos?) personajes nunca terminan de adquirir la tridimensionalidad ni el desarrollo exigible en una película de este calibre, algo que también se le achacó en 'Alatriste'.

La película goza de la presencia de un reparto repleto de caras conocidas (Raúl Arévalo, José Coronado, Óscar Jaenada) que, lamentablemente, no podrán decir que se trata de sus mejores interpretaciones. No sabemos si es por el tema del lenguaje y cómo a nuestros oídos suenan los diálogos del siglo XVI, pero en ocasiones pueden resultar demasiado artificiales e impostados. Afortunadamente, el fantástico vestuario y la dirección de arte nos ayudan a entrar en una historia en la que reinan la violencia y la crudeza, donde podemos ver cómo el hombre es capaz de llegar a la mayor bajeza moral en pos de una promesa que desconocen siquiera si es cierta. La cinta ahonda en estos dilemas morales que este grupo de soldados se encuentra a lo largo de su odisea, aunque en algunos personajes en concreto cojee un poco este aspecto, especialmente en los personajes femeninos, donde la profundidad que alcanza es realmente escasa. Una pena, porque Bárbara Lennie hace lo que puede con su personaje de manera solvente y la breve participación de Anna Castillo nos deja con ganas de más

Barbara Leni y Anna del Castillo en 'Oro'

El asfixia de la selva

Si esperamos encontrarnos con una superproducción con el despliegue de la película del espadachín con bigote o, sin ir más lejos, de la muy reciente '1898. Los últimos de Filipinas' nos llevaremos una decepción. La película de Salvador Calvo hacía un espectacular alarde de medios ofreciéndonos una película bélica histórica de una factura brillante, en cambio, la película que nos ocupa no nos ofrece el mismo resultado a nivel estético. Queda atrapada en su propia sensación de claustrofobia selvática que construye muy bien a lo largo del metraje y da la impresión de que la historia hubiera dado mucho más juego en términos de espectáculo, resultando muchísimo más discreta de lo esperado en este aspecto.

Algo que también podemos decir de las escenas de acción, que se limitan a unos repentinos y rápìdos estallidos de violencia que se repiten a lo largo de todo el film, en un esquema que puede resultar repetitivo. La película no goza ni de la espectacularidad ni de una fotografía tan maravillosa como la que exhibía la cinta de Salvador Calvo (aunque no desmerece en absoluto), pero 'Oro' saca muchísimo provecho (el juego de palabras era demasiado obvio, lo sentimos) de su emplazamiento principal. Las exuberantes localizaciones tinerfeñas en las que tuvo lugar la mayor parte del rodaje, ayudan a esta sensación de vastedad a la que se enfrenta este grupo de exploradores. La selva se convierte en un protagonista más, igualmente hostil y violento que el resto de personajes.

Fotograma de 'Oro'

Con todo esto, la película resulta realmente entretenida y su ritmo no decae durante los 107 minutos de metraje. Es una pena, ya que esta podía significar la vuelta a lo grande de uno los nombres ilustres del cine español de la pasada década a un género al que parece que nuestro cine le está cogiendo gusto. Estamos revisitando cada vez más nuestra historia y ahí es de donde realmente podemos sacar oro.

Nota: 6

Lo mejor: Buen entretenimiento de género con una etapa historia que el cine español necesita visitar más a menudo.

Lo peor: Los personajes y el espectáculo no están a la altura de las expectativas.

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